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Con una enorme disculpa por la tardanza, con todo el amor del mundo. Espero que les guste mucho. 


Mondschein, la ciudad donde los sueños se hacen realidad.

No era mi sueño, pero me encontraba en una habitación de hotel con Ángel Griffin, ¿sabes? Y eso no fue lo más loco de mi día... ¡Noche, señores y señoras! Mondschein vive de noche. Así que si... Tenía sueño, mucho. Pero mi curiosidad era mayor.

Estaba sentada en la cama, había sacado mi computadora, una pluma y una pequeña libreta amarilla en la que siempre anotaba ideas para mis historias. Justo en este momento, escribo tranquilamente sobre lo poco que he visto de Mondschein.

─¿Que haces? ─pregunto Ángel al verme escribiendo como loca en una libreta pequeña─. Meghan Collins tiene diario.

Soltó una carcajada que pudo haber despertado a toda la cuadra, pero ya estaban despiertos. Ah, jamás me cansaré de amar este lugar.

─¿De verdad crees que mi vida es tan interesante como para plasmarla en papel? ─. Me reí de él, a lo que asintió repetidas veces.

─Claro, ¿por que no? Podríamos titularlo: El como la ley de Murphy persigue a Meghan Collins ─habló con voz de presentador─, cayendo en cada maldito bache que se te ocurra ─se rió─. En su aventura más reciente vemos que está fingiendo ser novia de un tipo que se muere por ella, también la vemos acechar la computadora del director de nuestra escuela y crear un montón de teorías extrañas sobre cada paso que da.

Me reí junto con el. En caso de que no sepas y no tengas que ir a googlearlo: la ley de Murphy es la encargada de decidir que si algo puede salir mal: saldrá de la peor manera posible.

─Cameron no se muere por mi ─ Tomo una almohada que está a un lado de mi y se la aviento, el no lo toma por sorpresa, simplemente la atrapa─. Ya quisiera yo.

─Entonces a la pequeña Collins le gusta Harries ─negué con la cabeza─. Le encanta.

─Por favor, Griffin─me reí y dejé de anotar─. Si algo me gusta, lo tengo. Cameron es muy serio para mi.

Continué escribiendo, borrando algunas cosas y luego encendí mi computadora, inserte el usb de la computadora del director y abrí los archivos que decían <Familia>. Tenía archivos de sus padres, sus hermanos, los que tenían el nombre de sus padres no eran tan extensos como los de sus hermanos. Ángel me lanzo un cojín a la cabeza.

─¡Ángel Griffin! ─le grité lanzando la otra almohada, él se rió y tomó las dos almohadas para luego levantarse y quitar la computadora de mi cama, ¿porque hizo eso?

─¡Meghan Collins! ─dijo el y tomo vuelo para lanzarse a mi cama, grite, nos reímos como locos y comenzamos a pelear con las almohadas.

Y lo que todos hubiéramos deseado era que de pronto, no lo se, por alguna obra del destino el quedara encima mio, ¿no es así? O viceversa, yo sobre él, nos tendríamos que haber mirado a los ojos, con las respiraciones jadeantes y las mejillas rojas. Para finalmente sumirnos en un beso eterno.

Pero no.

Mi realidad es muy distinta. Sólo peleamos con las almohadas y cuando nos agitamos, me levante y tome la computadora de nuevo.

─¿Para qué quieres la computadora del director? ─me pregunto el chico castaño, voltee a verlo y me lo pensé un segundo antes de empezar a hablar.

─Siempre he pensado que oculta algo ─conteste sentándome de nuevo, el estaba junto a mi, así que nos miramos a la cara y siento que estoy pensando cosas que no debo ─. Su apellido es poderoso en esta ciudad, ¿sabes? Así que, ¿por qué tomarse la molestia de vivir en otra ciudad y ser básicamente un profesor con suerte que llega a ser director?

Do you love me? [#PGP2020]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora