Capítulo 12

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Me subieron a una patrulla, llegamos a la comisaría y me metieron en una celda que había. No entendía nada, quería explicaciones. Como si me hubiera leído la mente, el detective Tomlinson se acercó.

-Mira... sé que estás confundida, pero...

-Yo no hice nada -lo interrumpí,

-Eso aún no lo sabemos...

-Yo sí, y estoy segura que usted también -dije interrumpiéndolo, de nuevo.

-Jade, yo... -suspiró- eras la única persona que estaba ahí y... aunque quiero creerte, no puedo. Lo siento, pero es muy sospechoso; fuiste a ver a alguien que no conocías...

-Si lo conocía -interrumpí por tercera vez

-Investigamos a Harry Styles, el dueño de la tumba a la cual, al parecer, te dirigiste y no estaba tu nombre en su lista de amigos o conocidos.

-Yo...

-¿De dónde lo conocías, Jade?

-Emmm... -Me detuve a pensar... ¿Sonaría muy loco decirle a alguien "Lo conozco porque su fantasma habita en mi apartamento"? «¿Te ahorro trabajo? SI» Mi subconsciente tenía razón- Lo siento, no puedo decirle.

-¿Ves? Por cosas como esas tuvimos que arrestarte -se dio la vuelta con la clara intención de irse

-¡Es que usted no entiende! -se detuvo y giró para observarme

-¿Qué es lo que no entiendo?

Suspiré, todo era tan complicado.

-Todo lo que me está pasando... -el detective se interesó en lo que dije y se acercó un poco a mi.

-¿Y qué es lo que te está pasando?

-Usted no lo comprendería... -hablé en tono bajo.

-Tengo trabajo por hacer, no puedo estar aquí perdiendo el tiempo con una niña como tú -se dio la vuelta y se fue.

Observé la celda. Era oscura y vacía, me daba terror. Había una litera con colchones desgastados y negros y con sábanas tan sucias y llenas de bacterias que llegaban a estar de color verde. El piso estaba sucio y con manchas de orina, sangre, vómito y un par de cosas más que no identifiqué; y que tampoco quise hacerlo.

Me senté en el suelo, en la parte más limpia, ya que no iba a tocar los sucios asientos que estaban llenos de polvo y cosas extrañas. Pasaron un par de minutos, que para mi fueron eternos, y llegó el oficial Payne. Tenía cara de malos amigos y, sinceramente, me daba miedo.

Él no parecía ser una persona que se enojara fácilmente. Abrió la celda y entró, me miró mientras sacaba un papel. Cuando lo hizo, me lo extendió, lo tomé e intenté leerlo; pero el cansancio, tanto emocional como físico, no me dejó.

-¿Qué es esto?

-Es la orden del arresto, ahí se explican las razones que tuvimos para hacerlo... -nos observamos mutuamente, a medida que pasaban los segundos se suavizaba su mirada- Mira, Jade... -se puso de cuclillas frente a mi- imagino lo difícil que es para ti pasar por todo esto. Créeme que, de aquí, soy el que más confía en ti. Pero necesito que me digas la verdad de lo que sucedió ese día.

-Ya le dije al detective todo lo relacionado a ese día

-No entiendes... -hizo una pausa- mañana habrá un juicio contra ti. Al parecer una chica, empleada del cementerio, dice tener una confesión y una prueba de que tú fuiste la asesina. Si no me dices a mí lo que sucedió, tendrás que decírselo al juez.

Quedé en shock.

-¿Qué podría pasarme mañana?

-Hay dos opciones... si el juzgado cree tu versión te irás libre a tu casa y, probablemente, no volverás. Pero si sucede lo contrario, y creen lo que dice la empleada, te mandarán a la cárcel. Y, créeme que es mucho peor que este lugar.

Lo miré aterrada ¡Podía ir presa por algo que no hice!

-Y-yo... ese día fui a ver a un amigo a su tumba y una chica me dijo que Rob era empleado del cementerio y que me iba a llevar a la tumba. Era un mausoleo, cuando entré hice lo que tenía que hacer y no sentí nada, ni siquiera un ruido extraño. Cuando salí lo vi muerto.

-¿Segura que eso es todo lo que ocurrió?

-Si... muy segura

-Deberás quedarte hasta el juicio acá

-P-pero me dijiste que si te decía...

-Lo siento

Salió de la celda dejándome sola. Lloré a mares, después de un rato me comenzó a doler la cabeza. De un momento a otro caí totalmente bajo las redes de Morfeo.

Narra XX

-Señor, aquí está lo que me pidió -dijo el inepto colocando los papeles en mi escritorio. Asentí a modo de agradecimiento y para que se retirara de mi oficina. Seguí investigando un par de cosas en mi ordenador, pero me di cuenta que seguía aquí.

-¿Por qué no te vas? -dije frío.

-Señor... espero que no se enfade...

-Habla -prácticamente rugí.

-Metieron presa a la chica por mi culpa.

Me alerté y, al mismo tiempo, una rabia consumió mi cuerpo por completo.

-¡¿Qué?! -me paré de mi asiento, el chico se encogió- ¡¿Cómo rayos sucedió?! ¡Dime!

-U-un agente de M-Malik estaba ahí y yo tuve q-que e-encargarme de él.

-¿Lo asesinaste? -asintió- ¿La culparon a ella? -asintió de nuevo- ¡Habla!

-S-si señor...

-Me encargaré de esto, ¿Qué más sabes?

-Creo que tendrá un juicio mañana -dijo en un tono bajo.

-¡Ándate! -el chico asintió y se dio la vuelta para irse- pero si vuelves a cometer un error tan grande te asesinaré,

El chico me miró

-S-si señor

Se fue. Levanté el intercomunicador.

-¿Sarah?

-¿Si señor? -contestó una voz femenina del otro lado de la línea.

-Llama a Hemmings.

-En un momento, señor.

Pasó media hora cuando el intercomunicador sonó.

-¿Si?

-Ha llegado el detective Hemmings, señor.

-Haz que pase.

Se abrió la puerta, era él.

-¿Qué quieres? -dijo apenas entró, maldito imbécil.

-A mi no me hables así, inútil -rodó los ojos- quiero saber de cuanto es la fianza de Jade Monroe.

-Aún no se sabe.

-¿A qué te refieres?

-Fue arrestada demasiado rápido, mañana tiene juicio a las 9 A.M. y van a ver si sale inocente o culpable.

-Aún no comprendo por qué la arrestaron.

-Una chica dijo que tenía pruebas de que ella había sido la asesina, se las mostró a Tomlinson y el mandó a que encarcelaran a Jade

-¿Una chica? -asintió- ¿Qué chica?

-No lo sé, hasta ahora es anónima. Mañana la conoceré en el juicio.

-La conoceremos -lo corregí.

-¿Qué quieres decir?

-Iré al juicio.

-Pero te descubrirán.

-Es un riesgo que debo tomar si quiero seguir con mi propósito.


El fantasma de Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora