Ahora somos...

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     Madara no salia de su asombro...¡Su mejor amigo lo estaba besando! Sentía la cara arder, los labios del Senju eran suaves y sabían a vainilla... Cuando Hashirama se aparto vio los ojos de Madara abiertos como platos.

     -¿Que fue eso...?- Madara se toco con la yema de los dedos sus labios, recordando el dulce sabor.

     -Lo siento Madara...no pude evitarlo...- Se rasco la nuca con vergüenza y estaba sonrojado, hubo un silencio hasta que Madara decidió romperlo.

     -Hashirama...-Lo llamo el pelinegro.

     -¿Si?

     -Yo...Etto...- Desvió su mirada aun sonrojado- ¿Te...gusto?- Pregunto.

     -Hasta la pregunta ofende...Claro que me gustas, desde hace meses que me atraes Madara, de verdad...- Respondió con seguridad el castaño.-Y...¿Tu sientes lo mismo por mi?- Pregunto ahora el con nerviosismo.

     -Estuve tan...confundido...- Empezó a decir el Uchiha- Cuando empece a conocerte mejor...Empezaste a gustarme pero, no sabia si era real o era confusión, pero...Después de ese beso creo que lo puedo confirmar con certeza.- Le dedico una sonrisa- Me gustas, idiota. 

     -¡Yaay! ¡Le gusto a Maddy!- Se abalanzo a el y le empezó a dar besos haciendo que el otro soltara pequeñas risitas.

     -¡Da cosquillas, basta!- Seguía riendo el menor.- Conmigo no vas a poder cabrón...- Lo tumbo en la cama, le levanto la camisa y puso su boca en la barriga del Senju para luego soplar.

    -¡No! ¡Jajajajajajaja!- Hashirama se retorcía de la risa.

    -¡Tu empezaste, te aguantas!- Seguía Madara soplando hasta que encontró una zona muy sensible del mayor, haciendo que las risas aumentaran.

    -¡M-Mi...turno!- Decía entre risas Hashirama, ahora ambos se encontraban en una rara guerra para hacer reír al otro.

     -Suficiente...- Ambos se aplacaron y sentaron en la cama.- Así que...¿Quieres...Ya sabes?- Hashirama estaba nervioso y sonrojado para pedirle a Madara que fuera su novio.

     -¿Ser tu novio?- Hashirama asintió.- Si...Si quiero.- Respondió. 

     -¡Oh si baby!- Lo beso haciendo que Madara cayera en la cama con Hashirama encima.

     -¡Oye, mas despacio! ¡Apenas acepte y ya están lloviendo vergazos!- Estaba muy sonrojado, se veía tierno así.

     -Ups, lo siento...Me deje llevar por la emoción.- Se quito de encima sin poder salir de su alegría...

     Ahora somos...novios. 

     -Aunque tengo algo de miedo...

     -¿Por que?

     -¿Que dirían las personas de nuestra relación?- Pregunto con un deje entre tristeza y preocupación.

     -¿Y eso que importa? Nos queremos, y eso es lo que importa.- Le dijo con una sonrisa de total seguridad para luego tomar su mano y depositar un beso en esta, brindándole seguridad al otro.

     -Tienes razón...Al diablo los demás.- En eso Madara bostezo.- Yo ya tengo sueño...

     -Igual yo.- Miro el reloj de su cuarto.- ya son las 12:03, creo que ya deberíamos dormirnos.

     Hashirama se acostó y Madara lo imito, el mayor atrajo a su pecho al menor, haciendo  que este se acomode gustosamente mientras lo abrazaba, podía escuchar los tranquilos latidos de Hashirama, una melodía con la cual se quedo dormido al igual que el Senju.

Amor en tiempos de guerra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora