Lo primero que tuvo que realizar Utis, fue someterse a varias pruebas médicas y extracción de muestras, incluyendo encefalogramas varios; cuando pensó que todos esos procedimientos eran incómodos, recién vino la parte difícil.
―Creo devolví todo el contenido de mi estómago ―se quejaba pues vomitó vomitado toda la comida en el baño, luego de la sesión reglamentaria de ejercicios.
A Utis le habían informado que los voluntarios para el equipo Jamming Bird, tuvieron un desempeño muy pobre al enfrentarse por primera vez al enemigo, por lo que se decidió que un entrenamiento militarizado, era lo más efectivo para endurecerlos. Planteamiento que al final fue demostrado.
"Pero se supone que yo controlaré al YF-21 con la mente", recordaba Utis su conversación con Aristizabal.
"Pero antes tendrás que pilotear una valquiria de entrenamiento. El entrenamiento es necesario", fueron las palabras del Mayor.
«Dios, me duelen todos los músculos. No voy a poder realizar el entrenamiento mañana».
Así se lo hizo saber a Rubio, y este le aconsejó que fuese a la ciudad para que concertase una cita con un quiropráctico o un masajista. No había excusa posible, sí o sí, debía realizar el entrenamiento diario.
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Por la tarde Utis se dirigió hacia la ciudad más importante de todo Edén: Ciudad Capital.
«Qué falta de imaginación. ¿Acaso estamos en Los Simpsons? ¿No podían ponerle otro nombre a la ciudad?», pensaba mientras veía los verdes campos y al ganado de vaca-pollos que pastaba feliz en las praderas.
Ciudad Capital era una urbe muy grande que fue planeada de forma inteligente puesto que contaba con numerosos espacios abiertos y varias zonas de recreo y esparcimiento, además de ser un centro multicultural.
«Woa, no se ve nada de esto en Macross 7... Ahora a buscar un masajista, auch».
Había muchos lugares donde uno podía escoger, todos ellos muy glamorosos, no obstante, decidió elegir un sitio pequeño, pero que se veía muy formal: Voices.
El precio era algo caro pero decidió que sería lo mejor, puesto que lo barato suele costar caro al final.
Una joven recepcionista de lentes de marco grueso le atendió y luego tuvo que esperar para su turno, el cual consistiría en masaje tradicional con sesión básica de quiropráctica.
―Bienvenido, señor Otonashi, me llamo Myun Fan Lon, y soy la dueña de este establecimiento. Me encargaré de su bienestar en su breve estadía ―le dijo con una sonrisa una mujer hermosa de largo cabello negro que caía como cascada.
―Gracias, es usted muy amable ―dijo Utis sonriendo para que no se notare lo nervioso que se estaba poniendo.
»Verá, no estoy acostumbrado a realizar mucho ejercicio y por mi trabajo tuve que realizar bastante actividad física y mi cuerpo me está matando, no puedo ni caminar normal. Y para mañana necesito volver a trabajar con el mismo ritmo de hoy.
―Ya veo, no se preocupe, al final de la sesión quedará como nuevo. También le daré una receta naturista y médica que debe tomar sin falta.
Utis asintió y comenzó la sesión de masaje la cual le dolió un poco debido a sus músculos adoloridos por el ácido láctico generados en el campamento militar, pero como se lo prometiera Fan Lon, al final Utis se sintió muy bien tanto en lo físico como en el buen ánimo.
―Recuerde que no debe esforzar demasiado su cuerpo.
―No se preocupe, no es algo que pueda poner en peligro mi salud, solo no estaba acostumbrado a la actividad física.
―Entiendo, entonces no dude en regresar cuando lo necesite.
―Por supuesto que lo haré, jamás me había sentido tan bien en toda mi vida. Me siento renacido ―dijo Utis, mientras trataba de bailar una "danza irlandesa".
Myun se rió muy elegante del comentario y la performance del soldado novato y de esta manera terminó la jornada para Utis, quien decidió, que en otra ocasión pasearía por la enorme ciudad.
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Al día siguiente, Utis comprobó de primera mano que la sesión de masaje y quiropráctica de Myun había dado frutos, no solo no sentía el menor dolor, sino que, al final de la jornada de entrenamiento militar, sus músculos no resintieron el esfuerzo físico, salvo un poco cuya incomodidad pasó luego de una hora.
Así como el entrenamiento físico destinado a endurecerlo, igual de retador era todo el estudio intelectual que debía realizar para conocer a fondo diversos tipos de veritechs y las capacidades de cada uno, como todo lo relacionado con estas milagrosas invenciones de la tecnología.
«En definitiva no es solo ponerse tras los mandos y apretar lindos botones», pensaba Utis, quien creía que la cabeza le iba a estallar de un momento a otro por todo lo que había aprendido y debía de estudiar una vez finalizada la jornada. «Ya sé cómo se sentía Harry Potter, cuando descubrió que no todo era mover la varita y decir palabras graciosas».
Utis se desplomó en su cama en las barracas privadas para los soldados, temiendo que tal vez no podría aguantar todo el ritmo físico e intelectual que se esperaba que él superase.
«Cielos, no estoy ni a media semana y ya estoy molido... Tal vez todo esto fue un error, tal vez debería volver a la Macross 7».
El joven se dio la vuelta para ver al techo dando un profundo suspiro mientras recordaba su vida anterior.
«Pero no tengo nada a que regresar, si al menos mis escritos en la Galaxy Network, fueran populares».
Otro profundo suspiro salió de sus labios y lo más profundo de su ser mientras giraba la cabeza para ver el monitor de computadora en su cuarto, un tipo torre no último modelo, pero decente y con conexión a la Galaxy Network.
―Supongo que verificar mis estadísticas no cambiará nada ―dijo en voz alta y luego giró el rostro para ver por la ventana de su diminuta habitación.
Unas nubes hermosas se perfilaban en la bóveda celeste a la vez que un caza militar volaba tocando la nube y dejando una estela que desencadenaría un fugaz arcoíris.
El hombre sonrió, sí, su decisión de venir a Edén por una nueva vida fue lo correcto.
CONTINUARÁ...
La imagen de abajo es de Myun Fan Lon, la protagonista de macross Plus
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