El proyecto WF

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MACROSS 7: EL PODER DE LA WORD FORCE

Capítulo 2: El proyecto WF


En una sala severa con altos oficiales militares más severos aún, Utis Otonashi podía sentir como las palmas de sus manos se habían transformado en dos grifos de agua abiertos.

―No te pongas nervioso, los comandantes ya leyeron todo tu record, lo único que tienes que hacer es contestar una que otra pregunta ―le aconsejaba en un susurro el Mayor Rubio Aristizabal―. No te extiendas, que tus respuestas vayan al punto. Los comandantes saben que eres un civil, pero de todas formas debes de comportarte.

Utis asintió, mientras se maldecía a sí mismo, no por lo nervioso que estaba, sino porque su perfecta "cara de póker" resulto ser una mierda.

Los cinco comandantes daban una última revisión y comentarios sobre el expediente del entrevistado para luego acomodar los papeles de los folders que luego pusieron sobre la larga mesa cubierta por un largo mantel de color verde claro.

―Señor Otonashi ―comenzaba el comandante que aparentaba ser más joven que el resto, aunque este aspecto era algo difícil de decir debido al grupo de cinco hombres mayores de piel curtida y mirada severa―. ¿Tiene en la actualidad una relación sentimental con alguien de la flota del Macross 7?

―No señor. No la tengo.

―¿Tiene animadversión alguna hacia los zentrans o meltrans?

―No señor. No tengo ningún tipo de animadversión.

―¿Prefiere el Rock o la música clásica?

―Creo que eso depende de mi estado de ánimo... Perdón, sería la música clásica, lo siento.

Los hombres agriaron la expresión y comentaron algo en un susurro tan bajo que pese a que reinaba el total silencio en la habitación, Utis, que estaba de pie frente a la larga mesa, no pudo escuchar nada de lo que se decían.

―Señor Otonashi, ¿puede interpretar una canción para los presentes?

Había llegado el momento de la verdad, o mejor dicho, el momento de estrellarse a match 5 contra la dura pared de la realidad.

―Por supuesto ―dijo carraspeando―, aunque debo advertir que jamás me dediqué al canto. Ni siquiera en el colegio era conocido por tener una voz...

―Solo comience ―dijo otro comandante algo impaciente.

―Sí, señor... Este es un tema de una película. Los Juegos del Hambre, versión parodia.

Nadie puede con el chico pastelero

Gale será todo un lindo churro papacito

Pero no tiene un baguette bien calentito

El único que regresó de la frienzone. ¡Y vivió para contarlo! ¡oh yeah!

¡El chico panadero con ojitos de cachorrito!

¡Quieres dispararle pero te mira bonito!

Nadie puede con el chico pastelero

El único que regresó de la frienzone. ¡Y vivió para contarlo! ¡Mua!

No subestimes al chico pastelero

Tiene el mejor baguette el cute lindo casero

El único que regresó de la frienzone. ¡y vivió para contarlo!

¡Team Peta! ®

«¡Cielos, cielos, cielos! ¡Lo hice, me muero de la vergüenza!», pensaba Utis, mientras respiraba agitado y sentía toda la cara roja y caliente, seguro que de un momento a otro se le iba a derretir.

El improvisado cantante esperaba gestos de desaprobación o burlas, pero los cinco comandantes solo anotaron algo en sus libretas a la vez que susurraron algo entre ellos. Tampoco podía oír risa disimulada alguna por parte de los demás asistentes entre los que se encontraban mujeres oficiales. Una rápida vista a los costados le confirmó que todos se comportaban de forma profesional, mostrando no solo rostros, sino poses hieráticas.

La única muestra de emoción era reflejada en los cinco altos comandantes, quienes exudaban por todos los poros el aburrimiento de estar presentes en dicha entrevista.

―¿Qué opina usted del civil, general?

―Bienvenido hijo, creo que puedes ser de utilidad para el proyecto. ¿Alguien tiene algo que agregar? ―pregunto el comandante de más edad, pero nadie más parecía entusiasmado de proseguir con la entrevista.

»Sea pues ―fue la lacónica conclusión del General, quien junto a los otros comandantes y parte de los asistentes, se levantaron de los asientos y salieron de la sala que olía a desinfectante con mezcla de tabaco barato.

―Muy bien hecho ―le felicitaba el Mayor Aristizabal, quien se acercaba ―. Bienvenido al proyecto Word Force.

―Gracias, no sé cómo lo conseguí, pensé que había cantado mal.

―Y lo hiciste. De hecho, fue algo patético.

―¡¿Qué?!

―No me digas que creíste que el proyecto Word Force tiene algo que ver con la capacidad de cantar como un o una idol Singer. Ya te dije, que ese es un concepto del cual quieren alejarse los militares o mejor dicho, queremos alejarnos. Ahora eres de la milicia..., aunque gozas de un sueldo civil, y muy bien remunerado debo agregar.

―¡Eso no lo sabía! ¿Y qué es la Word Force? ¿Y si no tiene el canto nada que ver, por qué me pidieron que cante?

―Ya te lo muestro en diez minutos al cabo..., cabo Utis Otonashi.

El sujeto cuyo cabello corto hacia juego con su nombre, llevó a Utis a una de las instalaciones científico-técnicas de la enorme base militar. Enormes maquinas como la que desarrolló el Doctor Chiba se hallaban siendo calibradas por personal vario.

―El concepto que "creó" el Doctor Chiba, se basa en la sound energy, sin embargo, la energía que se obtiene de ella, no es de ninguna manera exclusiva a la música y al canto. Todas las personas tienen la capacidad de desarrollar una energía que puede o bien emular a la sound energy o bien incluso superarla. Llamamos a esta energía: anima spiritia .

»Se te pidió que cantaras para ver si al menos podías hacerlo. Aunque no seas un cantante profesional, las maquinas medirán tu anima spiritia en tus dos estados: en inacción musical y cantando, y la compararán con el poder innato que posees.

―¿Poder innato que poseo? Disculpa, mayor, pero no creo poseer poder alguno.

―¡Claro que lo posees! ―le contradijo el mayor Aristizabal de forma jovial―. No te elegí al azar, ¿Recuerdas cuando te dije que el enemigo protodeviln atacaba a sus víctimas según un patrón? Al principio no nos dimos cuenta, pero cuando una protodevil de nombre Sivil, empezó a atacar a los habitantes del Macross 7, recién nos dimos cuenta. Prefería "alimentarse" de personas con mayor actividad cerebral en el hemisferio izquierdo del cerebro.

―No... ¿Me dices que no solo el canto...?

―¿Qué es el cantar después de todo? Solo otra actividad cerebral más que se centra en el hemisferio izquierdo del cerebro junto con la actividad de pintar, dibujar..., escribir.

»Ese es el concepto en el que se basa el proyecto Word Force, ese es el poder que tienes Utis.

El pequeño individuo abrió los ojos de forma desmesurada mientras observaba al alto militar de piel bronceada.

―Mi poder..., la Word Force...

CONTINUARÁ...

Notas finales del autor: Nyajajaja, me divertí mucho escribiendo la canción de Peta. Ojo, no es una traducción del video: "The Hunger Games Musical: Mockingjay Parody - Peeta's Song", sino una letra inventada mía que eso sí, se canta con la misma melodía, por lo que tiene la "R" de marca registrada (®).

El poder de la Word Force (completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora