Capítulo 12: Coincidencia

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-Buenos días dormilona-me despertó Lili sacudiendo mi cuerpo con suavidad y me quejé varias veces. Quería seguir durmiendo.

-Amm...Hola-contesté frotando mis ojos y luego estirandome después de que inisitiera bastante tiempo.

- Levántate que ya es tarde, son las doce.

- ¿Las doce?-le dije aún media dormida- Dormí un montón- y quiero seguir durmiendo.

- Sí, demasiado. Levántate que ya esta el almuerzo servido-dijo retirandose de la habitación.

Me levanté, fui al baño, me puse un poco más presentable y bajé para almorzar. Cuando llegué a la cocina vi varias latas de pintura con algunas brochas cerca de la puerta de de vidrio.

-¿Y esto?- señalé.

- Son las cosas para que puedas remodelar la pared del fondo del patio-dijo acercando dos platos con comida a la mesa. Tomé asiento frente a ella y comencé comer, aparte de sueño tenía mucho hambre.

- Comenzaré hoy si no te importa. -dije llevándome un vocado a la boca.

-Como quieras.-dijo dejando el tenedor sobre el plato y tomando un sorbo de agua- Me olvidaba, cuando me valla ¿podrías sacar a Chiquito a pasear? Hace bastante que no lo saco.

-Si claro, no hay problema-con tal que no me arrastre por toda la ciudad de Los Angeles.

-Y de regreso pasa a buscar unas cosas en el hotel de acá a la vuelta. Dile que vas de parte mío y te darán un par de cosas.

Asentí con la cabeza porque tenía comida en la boca y no podía hablar.

Eran las dos y Lili partía rumbo a su trabajo. Fui al patio, le coloque la correa al perro y salimos a dar una vuelta por el centro de Los Angeles. Era un gran trabajo tratar de que Chiquito caminara normal sin que te estuviera tirando a cada rato. Parecía tonta disimulando como si lo llevara normal, mucha gente se debe haber reído de mi. Y ni hablar de cuando otro perro cruzaba frente a nosotros, no tendría que haberlo llevado al parque para perros.

Llegamos al Hotel "Ocean" de cinco estrellas. Entramos y fuimos directamente hacia la recepción. Me dio un poco de vergüenza entrar toda hecha un desastre con el perro a mi lado, pero qué más daba, solo quería tomar esas cosas y volver a casa.

-¿Que se le ofrece?- Preguntó la recepcionista. La chica parecía de plástico con esa sonrisa inmovil y dientes tan blancos como la nieve.

- Vine a buscar un paquete de parte de mi tia, Liliana Smith

-Claro, solo espera un segundo.

La chica desapareció detras de una puerta y luego volvió con un señor de traje.

-Sigame por aquí señorita- me dijo con voz grave.

Los seguimos hasta el quinto piso. Chiquito de repente parecía un angelito, no tironeaba la soga ni ladraba. Podría haber empezado así el recorrido. El señor abrió la habitación nº414 y se hizo a un costado para que entrara.

- Aguarde un rato-dijo y entró a una de las habitaciones.

El lugar era muy bonito. Tenia paredes color rojo con delicados detalles en color dorado. Una gran chimenea de piedra y en frente una mesita de cafe con tres grandes sillones color crema. Y las paredes contenían cuadros con diferentes tipos de paisajes. Es mas grande y lujoso que mi casa.

-Acá lo encontré-dijo el señor mostrando una caja que decía "pertenencias de Liliana S." las iniciales de mi tia. Saliendo de la habitación tomé la caja con el brazo que tenía libre y agradecí al señor, que volvió a introducirse en la habitación. Presioné el botón para llamar al acensor con el codo ya que no podia porque tenía ambas manos ocupadas y esperé paciente. Mientras esperaba al asensor me puse a observar los pasillos del lujoso hotel, no había mucho que ver hasta que en uno de los pasillos me detuve a ver a alguien que se me hacia familiar. ¡Era ed!, estaba sentado en el piso del pasillo apoyado contra la pared hablando por celular. Traté de no mirarlo para no llamar su atención. ¡Estaba hecha un desastre después de haber paseado con este perro!, no podía dejar que me viera en esas condiciones.

Sonó el timbre del asensor abriéndose y el giró la cabeza hacia mi, cortó la llamada y se levantó del suelo.

A todo esto me estaba haciendo "la que no lo vio" y entré al asensor rápidamente, el cual se cerró antes de que Ed llegara a él.

-Sos una idiota Dawn-me dije a mi misma-¡Tendrías que haberlo saludado!...¿Qué? ¿Tu tambien piensas que soy una completa idiota?-le dije al perro que me miraba con sus enormes ojos y movía la cola. Probablemente se estaba riendo de mí-Ahora me va a llamar diciendo ¿Por qué lo ignoré?- luegi de percatarme de lo que dije palpé en mis bolsillos y no encontré el celular-Oh...lo olvidé en casa. Ed debe estar llamándome...No es que no quiero que lo haga, pero soy una estúpida.

Me quedé callada al ver que el asensor se detuvo dejando subir a una pareja en el tercer piso.

-¿Vas a recepción?-preguntó la chica y yo afirme con la cabeza.

Bajé del asensor dirigiéndome hacia la salida y sin poder creerlo, vi que Ed estaba allí apoyado contra el mueble de la recepción como si nada mirando un folleto. Sonreí al saber que corrió por las escaleras hasta aqui al verme y ahora hace como si nada. Miró en mi dirección y sonrió al verme y yo le devolvi el gesto.

- Buenas tardes señorita-bromeó acercándose a mi-¿Que la trae por aquí?

- Buenas señor Sheeran-seguí la broma- Como vera solo vengo a buscar un par de cosas de mi tía. ¿Que haces?

-Acá...Leyendo un folleto sobre...-dijo leyendo el título del papel- Clases de...español.

Reí al saber que ni sabia de que se trataba el folleto.-¿Quieres saber español?

-Emm..si claro...-afirmó rascándose la nuca-Me parece muy interesante aprender otro idioma.

-Me parece bien-dije acomodando la caja que se me caía entre los brazos y hubo un pequeño silencio.

-Recién te estuve llamando-aclaró- y no contestabas.

¡Me estuvo llamando!...Y yo de idiota no traigo el celular. Dawn cálmate.

-Lo siento. Es que olvidé el celular en casa por que salí muy apurada-aclaré.

-No importa, ya te encontré de todos modos-sonrió.

Chiquito se adelantó olfateando los pantalones de Ed. Este se removió incómodo al ver que el perro lo hostigaba, y recordé que a Ed no le gustan los perros.

-Lo siento-dije tirando de la correa para que el perro retrocediera-Chiquito es algo curioso.

-¿Chiquito?- preguntó mirando el tamaño del Can con ojos bien abiertos.

-Yo le hice la misma pregunta a mi tia-contesté y el rió. Juro que podría pasar cada minuto de mi vida viéndolo reír.

-¿Tienes el día libre?-preguntó y me despavilé de mis pensamientos.

-Sí, sí. Solo tengo que llevar estos dos paquetes a casa.

-Te acompañaré- dijo arrebatando la caja de mis manos sin que pusiera decirle nada-¿Tu casa queda muy lejos?

-No. Esta aca a la vuelta-dije señalando la dirección.

-Genial. ¿Vamos?

-Vamos-afirmé.

DISTANCIA (Ed Sheeran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora