Capítulo 4: Contraparte

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Ouran high school host club no me pertenece es propiedad de Hatori Bisco

N.A. Los nombres mencionados son tomados prestados de celebridades famosas y familias ricas de Estados Unidos pero la historia que pasa es ficticia.

Dos personas discutían, una de ellas era una joven de cabellos rojos la cual se encontraba atrincherada en su habitación, fuera de ella pateando la puerta, se encontraba su padre, un hombre calvo y con cara de pocos amigos quien hacia un escándalo que llamaba la atención de los sirvientes de aquella enorme mansión en Beverly Hills.

— ¡Maldita sea Katherine! —Gritó exasperado— ¡Pensé que ya habíamos hablado de esto!

— ¡No me interesa lo que propones, Nicholas! — ella nunca lo llamaría papá, ese título le quedaba muy grande a aquel sujeto que no la dejaba crecer, la chica sabía que valía más que su hermano mayor, pero las ideas que rondaban la cabeza de globo inflado de Nicholas Pritzker, no congeniaba con las suyas.

— A mí no me interesa que estudies para ser empresaria, si no que te cases con alguien que traiga beneficios— Nicholas estaba enojado, odiaba que su única hija mujer lo dejara en vergüenza, él no deseaba una líder, solo quería que la joven se casara con un buen partido —. No creo, que tengas algún día la capacidad de ser digna del apellido Pritzker.

— Tal vez... debí ser actriz como la prima Liesel— murmuro la pelirroja cruzando los brazos, Nicholas calmó el escándalo que hacía al patear la puerta.

— El nombre de esa mujer, está prohibido en la familia — regaño el hombre al recordar como detestaba a la única hija de su hermano ya fallecido, Nicandro. Ahora él y su hermana Penney manejaban el gran emporio hotelero.

—Pero Nick, el regalo de veinte mil dólares que me diste por mí cumpleaños, se convirtieron en dos millones en tres días, sé que con la educación adecuada, le pateare el trasero a mi hermano Jack — las palabras de la joven intentaban sonar entusiastas, pero al escuchar la risa del otro lado se sintió miserable.

— ¡Katherine, no digas tonterías! sé que eres una mujer muy inteligente, pero Jack será mi heredero por ser varón— Nicholas era un "empresario de la vieja escuela"— Sabes muy bien las cláusulas de la empresa, por qué no sales más con la chica Walton y te olvidas del asunto de estudiar, tal vez encuentres un buen muchacho.

— ¡Te daría igual, si me paseara con la tonta de la Hilton o esas Kardashian! — Grito roja de la ira — ¡No iré a la fiesta de la tía Penney!

Nicholas suspiro, estaba furioso, pero ya obligaría a su hija a asistir a dicha reunión; la joven empacaba a gran velocidad mientras escuchaba los pasos de su padre alejarse de su cuarto, lanzó una de las maletas al suelo con fuerza, por la tarde escaparía rumbo a Boston. Con el dinero que tenía podía pagarse la universidad y librarse de aquel ambiente toxico que era la familia Pritzker.

Ser un Pritzker no era fácil, Katherine no podía creer el machismo de su progenitor, hace poco que le había otorgado los apellidos después de que su madre murió en un accidente de auto; hasta entonces su único hijo, Jack, sería el heredero de su emporio de hoteles Hyatt, pero con ella de hija ilegítima no le quedaba más remedio que repartirle algo de su herencia o casarla con un hombre rico que la tuviera controlada.

— Jamás me acostumbrare a vivir en esta estúpida jaula de oro, mamá, ¿por qué no te acostaste con alguien más humilde? — se lamentó mirando el techo de su habitación, camino lentamente por su dormitorio, ya casi terminaba de empacar los objetos necesarios para vivir en Boston; Se acercó a su peinador, aquel espejo mostraba su figura en su totalidad, cabellos de fuego, ojos comunes color miel que enmarcaban su rostro pálido, cuerpo esbelto y alargado. Era bonita, pero según su padre, solo el cabello la hacía llamativa.

Buscando una esposaWhere stories live. Discover now