Halcyon.

Capítulo XXI.

—Bueno, no echaré de menos tener que ponerme maquillaje para lucir mugrienta —dijo mientras pasaba la cara sucia de Éponine de largo y sonreía.

La ciudad estaba llena de guirnaldas, luces de hadas y adornos navideños, dando la bienvenida a los extranjeros que vinieran a visitar el lugar y haciéndoles sentir como en casa como a la gente de Baltemor. En su camino al parque, vio a un hombre vestido de Papá Noel con muchos regalos y una cola de niños emocionados de la mano con sus padres, lo que la hizo sonreír, probablemente recordando algún momento preciado del pasado.

»Estoy enamorada de alguien. ¿Y adivina qué? No eres tú, no eres tú.

La letra salió de su boca como si la estuviera cantando a una persona en particular, pero la verdad era que, por el momento, sólo la cantaba a todo Baltemor; sin embargo, eso no significaba que su mente no estuviera pensando en alguien en específico cuando lo hacía.

»Estás enamorado de alguien. Sí, te amas a ti mismo tan bien, te amas tan bi...

—¡Cuidado, señorita! —un anciano le gritó cuando se acercó demasiado a un coche, haciéndole volver a una realidad donde ella no cantaba con toda la capacidad de sus pulmones y simplemente seguía su ruta normal con la bicicleta, hasta que le sonrió con disculpas y volvió a murmurar la canción.

Con todas las cosas preciosas que Ellie estaba trabajando para lograr, fue gratificante verla tan feliz después de recibir los resultados deseados. Incluso si su vida se volvió al revés antes de conocerla, todo parecía como si estuviera regresando al lugar que se suponía que debía estar desde el principio y la sonrisa enorme y brillante en su rostro era prueba vívida de eso.

—¡Gracias a Dios que estás trabajando hoy! —Ellie exclamó la siguiente tarde.

Luke alzó la vista y le sonrió a la chica. —Hola, gran estrella.

—¡Hola, gran director! Tenía que mostrarte esto antes de ir al teatro.

El chico de los dulces cogió el teléfono de la rubia y le echó un vistazo a la pantalla, probablemente esperando todo excepto lo que vio.

«Wow! Acabo de ver el video de unos amigos que conocí hace unos meses, increíble! :-D»

De pronto miró a la chica con ojos realmente sorprendidos, sin creer lo que veían sus ojos. —¿Julien Garnier tuateó sobre el video?

Ellie sonrió aún más y gritó mientras brincaba delante de él, asintiendo con la cabeza como una loca. Una risa emocionada salió de su boca, y por un momento, Luke sonrió tan brillante como ella porque esa era una de las razones por las que la ayudó a convertir en realidad otro de sus maravillosos sueños. La sonrisa de ella se sentía como un té helado en un día de verano.

—Me sorprendió ver que todavía se acordaba de nosotros.

—Eres inolvidable —dijo Luke, riendo—, y no fue hace tanto tiempo.

—Pero incluso compartió nuestro video con sus fans y no le dijimos nada al respecto, ni nos pidió algo a cambio. Nick Bucket es alguien especial.

Él sonrió y regresó al mostrador, tomando su mano para llevarla con él hasta que la soltó para escribir el enlace de una página web en la computadora. Era el sitio donde subieron el video, en un canal llamado ThisIsOurElementOfFun creado con el único propósito de darle un título al proyecto. Naturalmente, fue un guiño evidente a Mary Poppins, ya que fue el primer musical en el que ella estuvo y era un chiste interno en su hogar de la infancia; según la chica de los cabellos dorados, su hermana mayor solía regañarla con una de las citas más famosas de Mary cada vez que necesitaba hacer sus quehaceres.