Capítulo XXI

761 81 14
                                    

Las desgracias no dejaban de pasar. ¿Qué sería lo próximo que sucedería?

Todo venía siendo un día más o menos normal, en donde lo único raro fue que Jyugo escapó sólo, sin avisarme. Fue traído a la celda por Hajime, pero no como cualquier otro día en el que simplemente le daba una golpiza y todo se solucionaba, si no que esta vez fue diferente.

Yo me quedé esperando a que Jyugo volviera, sentado con Rock y Nico mientras hablábamos de distintas cosas, para matar el tiempo y quizás para reírnos un poco, aunque no podía dejar de pensar en la razón por la cual él decidió escapar sin nadie, sin dejar ningún aviso.

—¿Dónde creen que pueda estar?—yo solo miraba la puerta de la celda, esperando a que lo trajeran de regreso, como era costumbre cuando se escapaba sólo, o que volviera por su cuenta.—

—Te preocupas demasiado, Uno-kun—ellos notaron un toque de nerviosismo en mis palabras, así que decían lo mismo de siempre, en un intento de calmarme.—

—Tal vez, pero se fue sin avisar—eso era lo que más me molestaba, que no dijera nada. Él simplemente salió y no lo volvimos a ver. Ya llevaba bastante rato sin venir y eso me daba muchas cosas en que pensar.—

—Nico tiene razón—Rock miró al peliverde y este sonrió.— Cuando se escapa solo, casi siempre pierde mucha motivación, así que es mucho más fácil que lo atrapen—ambos rieron y yo no pude evitar sonreír, en cierta forma era cierto.— No debe tardar en volver.

Mientras hablábamos, Nico observaba los brazos de Rock, que tenían moretones y otras pruebas de lo que había pasado el otro día. Lo miré durante un momento y me di cuenta de que se sentía muy mal por lo ocurrido.

—¿No te duele?—el menor tocó una de las marcas que tenía el mayor y este negó con la cabeza.—

—No te preocupes, no es nada—Rock siempre quería cuidar de Nico y no podía soportar que se sintiera mal, así que le decía que estaba bien y que no le dolía nada, aunque esa fuera una gran mentira.—

—Fue todo mi culpa—Nico no había dejado de disculparse desde que le explicamos lo que había pasado y tomó conciencia de la situación. Todos intentábamos convencerlo de que no era su culpa, que en cierto modo era verdad.—

—Nico, no te preocupes, no eras tú en ese momento, no tienes por qué sentirte mal—le sonreí amablemente y él me miró, intentando convencerse a sí mismo.—

—Igualmente, todos están llenos de heridas por mí—en el fondo, sabía que no era del todo su culpa, pero tenía una lucha interna que no le permitía perdonarse por aquello.—

—Puedes arreglarlo yendo a los chequeos como te corresponde, y tomando las medicinas—en cierta manera, lo estaba regañando. Rock quería cuidarlo, pero si el peliverde no ponía su parte, sería mucho más probable de que volviera a suceder lo mismo.—

—Prometo ir a los chequeos y tomar mis medicinas—alzó un dedo, como si estuviera haciendo un juramento. Él nos lanzó una mirada de determinación a ambos, acompañada de una sonrisa.—

—Me gusta que estés tan decidido a hacer algo—le volví a sonreír y me devolvió la sonrisa.— Además, nosotros no somos tan importantes, te lo decimos por que queremos que te cuides y que no te pase nada.

Nuestra charla fue interrumpida con el ruido de la puerta abriéndose de golpe. Jyugo cayó al suelo, mientras que Hajime daba un paso, como si quisiera que notáramos que estaba ahí. Me levanté con rapidez y me dirigí hasta donde estaba él, para hablarle y preguntarle varias cosas, pero me detuve. Noté que estaba muy malherido y levanté mi vista hacia Hajime, que en lugar de su típico ceño fruncido, le lanzaba una mirada de odio al heterocromático.

Love in Nanba | Fanfic EspañolWhere stories live. Discover now