Capítulo XII

1K 128 14
                                    

Después de que me insistiera tanto, volví a acompañar a Rock a su entrenamiento. Seguramente soy una carga estando ahí, y los interrumpo, pero él ya no podía faltar, y tampoco quería dejarme solo, así que ambos decidimos que lo acompañaría, al menos por esta vez.

Como siempre, estaban Liang-kun y mi maestro. Intenté contenerme, ya que sabía que a Rock no le gustaba, pero no pude y me lancé a abrazarlo como acostumbraba. 

—¡Maestro! —siempre me pegaba mucho a él y lo abrazaba con fuerza, mientras intentaba separarse, aunque yo insistiera tanto.El se soltó, pero antes de que lo hiciera, dejé un beso en su mejilla y sonreí, mirando como él se soltaba y se limpiaba la mejilla. Yo volteé a ver a Rock, que me miraba con seriedad. Se acercó a Liang-kun y ambos comenzaron con su entrenamiento. En cuanto me alejé para no estar en el medio, pude notar como Rock estaba más agresivo y sus movimientos eran cada vez más fuertes y precisos. Me quedé observando hasta que terminaron, acercándome a él cuando salía.

—Estuviste genial —sonreí. Él simplemente me dedicó una mirada y siguió de largo. Yo lo seguí desde atrás— Liang-kun apenas podía leer tus movimientos —mantuve la sonrisa, aunque dejé de sonreír cuando me dí cuenta de que me estaba ignorando—

Me quedé callado, siguiéndolo a un paso cada vez más lento hasta la celda. En cuanto entré, busqué a Uno-kun y a Jyugo-kun con la mirada y me acerqué a ellos.

—¿Saben si le pasa algo? —señalé al mayor, intentando no hablar muy fuerte— Está un poco raro.

—Yo también lo noto un poco extraño, pero hoy no estaba así cuando salieron —Uno-kun me miró. ¿Acaso había sido mi culpa?— ¿Pasó algo mientras estaban fuera?

—No pasó nada raro... —giré la cabeza y lo miré. Parecía que no tuviera expresión en el rostro, estaba serio y tenía la mirada perdida. Yo no entendía que estaba pasando, pero no podía ir a hablarle. No quería empeorar las cosas—

—Quizás está así por que está pensando en algo —dijo Jyugo-kun, también mirando a Rock. Podía ser cierto, cada vez que Jyugo-kun se ponía en su modo pensativo, cualquier tipo de expresión desaparecía completamente de su rostro, aunque él no sea muy expresivo que digamos. Pero lo que me parecía raro, es que me haya ignorado mientras caminábamos hacía aquí. Necesitaba saber que estaba pasando por su cabeza—

—Deja que se despeje un poco y ve a hablarle —Uno-kun me tocó el hombro, sacándome de mis pensamientos —Después de todo, eres el que mejor lo conoce.

No me dio tiempo a esperar nada, ya que Rock se levantó del suelo y se dirigió a la puerta, mirando esta para luego dirigir la mirada hacia nosotros.

—Voy a volver con Liang —dijo eso y se fue. ¿Por qué iba a ir con Liang-kun? ¿Por qué no hablaba conmigo? ¿Acaso había algo que no quería decirme?—

Yo simplemente bajé la cabeza y me dispuse a intentar olvidar por un rato el tema. Los chicos se quedaron conmigo, intentando animarme, aunque no fuese nada grave. Ellos siempre estaban ahí para mí cuando estaba decaído o lo que fuera, es por eso que siempre voy a estar agradecido con ellos dos.

—No te desanimes, Nico, quizás es algo que Rock tiene que arreglar con Liang —me quedé en silencio, podían pasar tantas cosas de las que no estaba enterado, que ya no sabía que creer y que no. Si no me lo decía Rock, yo jamás sabría el verdadero motivo de su comportamiento tan extraño— ¿Rock se puso así, antes o después de ver a Liang?

—Después —en cuanto llegamos al lugar, yo corrí a saludar a mi maestro como siempre, y luego de eso, Rock se acercó a Liang-kun y su actitud cambió. ¿Tendrá algún problema con Liang-kun después de todo, y ninguno de nosotros estaba enterado? ¿No era que ya habían empezado a llevarse mejor? Quizás solo era cuestión de esperar.

Ya era bastante tarde, y Rock no volvía. Los chicos se quedaron despiertos conmigo lo más que pudieron, pero no aguantaron mucho.

—Lo siento, Nico, no tenemos suficiente energía como para seguir esperándolo por más tiempo —yo estaba sentado en el suelo, mirando fijamente a la puerta. Iba a esperarlo hasta que volviera— Tú también deberías dormir, no te quedes despierto hasta tan tarde —asentí, aunque no iba a hacerle caso. No iba a dormirme hasta que viera a Rock aparecer por esa puerta—

Poco a poco el sueño me iba venciendo, y los ojos se me iban cerrando. 

No, tengo que aguantar. No puedo dormirme, tengo que ver a Rock y preguntarle todo lo que le está pasando, y no tendrá otra opción que hablar conmigo.      

Tenía los ojos cerrados y la cabeza gacha. Ya me estaba empezando a dormir, cuando un ruido me despertó. Levanté la cabeza y abrí los ojos rápidamente, pudiendo ver como el mayor entraba a la celda, intentando no hacer ruido, aunque el que hizo bastó para despertarme. Me miró con un poco de sobresalto, y luego volvió a la misma expresión seria de antes. Me levanté rápidamente, pero él iba a acostarse, así que lo agarré del brazo y lo abracé.

—¿Qué pasa? ¿por qué ya no me hablas? —tenía que decirme lo que le estaba pasando de una forma u otra, así que tenía que hacer que hablara— Hoy estuviste muy raro desde que fuimos allá, no sé porqué, pero desde ese momento me has estado ignorando y no has sonreído en todo el día. ¿Qué está pasando? Si tienes un problema, ¿por qué no lo hablas conmigo? Quizás pienses que tu problema no tiene solución, pero yo estoy aquí, e intentaré ayudar en todo lo que pueda. Quiero que me hables, no quiero que me ignores. Quiero que me abraces, no que pases de largo. Quiero que me beses, no que finjas que no existo. ¿Acaso ya no me quieres? ¿Acaso ya no quieres estar conmigo? Si te hace feliz, entonces dejaremos de estar juntos. Me dolerá, y mucho, pero si tu eres infeliz, yo también lo soy.

—Parece que él que ya no quiere estar conmigo eres tú —eran unas de las únicas palabras que le había oído decir en todo el día. Su respuesta me sorprendió muchísimo, ¿por qué pensaba eso?—

—Yo no quiero alejarme de ti nunca, ¿por qué dices eso tan de repente?—lo miré y él me devolvió la mirada, ya pude notar un poco mejor su expresión. ¿Acaso estaba triste? ¿Por mi culpa?

—Hoy, la manera en la que abrazas a Upa. ¿Por qué? —yo simplemente me quedé sin palabras. Sabía que le molestaba que hiciera eso, pero ¿tan molesto estaba?—

—Ya te lo dije el otro día, es la costumbre —bajé la cabeza y suspiré— Antes de que tú y yo estuviéramos juntos, estaba siempre con él cada vez que podía. Siempre lo abrazaba y alguna que otra vez dejaba un beso en su mejilla, pero nada más que eso. Si no te gusta, y que yo haga eso lleva a todo esto, que te enojes conmigo y ya no quieras hablarme, entonces tendré que dejar de hacerlo definitivamente. Haría cualquier cosa por que no dejaras de hablarme nunca. Eres lo más importante que tengo, además de los chicos, y lo menos que quiero es tener una mala relación contigo simplemente por un mal hábito —lo abracé con más fuerza—

—El que debería disculparse soy yo, no es normal que me enoje por estas cosas —me devolvió el abrazo— Es que, jamás había querido tanto a una persona como a ti, y tampoco me había aferrado a algo nunca. No estoy demasiado acostumbrado a esto, y que trates con tanto cariño a otra persona que no sea yo o los chicos, por alguna razón me irrita. No quiero que estés triste por esto, yo no debería enojarme por cosas tan simples como esas —repitió— Espero que no vuelva a pasar, aprenderé a controlarme. Lo siento.

No hace falta que te disculpes.

Tus palabras lo dicen todo.                  

Love in Nanba | Fanfic EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora