Capítulo 27: Ámbar

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- ¿Tú qué sabes de amor, Astaroth?- le reprochó Will, fulminando con la mirada al demonio de cabello azabache.

- Lo suficiente como para saber que estos tórtolos deben de hablar- dijo Astaroth con fastidio- El humor de Bill en estos momentos es el peor que ha tenido en milenios...

- Cállate, Astaroth. Cuándo tengas a alguien a quien amar, podrás criticar a Dipper o a mi hermano. Pero hasta que eso pase, mejor quédate en silencio


Astaroth pareció perplejo por un segundo, pero después soltó una carcajada divertida y se dirigió a su asiento. Una pesadilla le sirvió vino en una copa como es costumbre de todos los días. Will y yo imitamos su acción de sentarnos y comenzar con el desayuno. Para ser sincero, no tenía apetito y sólo fui capaz probar un bocado.


Estuve esperando ver entrar a Bill a la habitación a mitad del desayuno, como siempre. Pero, como me lo temía, no hubo señales de él. Quería gritar de frustración y maldecir a todo el mundo, pero no serviría de nada desquitarme con el amable Will o con Astaroth.

- ¿El cupido Will me dejaría hablar con Dipper?- Astaroth interrumpió el incómodo silencio.


Will viró los ojos, pero como siempre, su expresión de fastidio salió muy mal.


- Interpretaré eso como un sí- Astaroth tomó de un sorbo el vino que restaba en su copa. Ya llevaba varias, pero el demonio de ojos carmines no mostraba señales de ebriedad- Algo de lo que debes estar consciente, ovejita, es de los sentimientos que un demonio puede tener. Hay que tener cuidado con ellos, en especial con el amor. Rara vez un demonio se enamora de verdad y estoy seguro que Bill lo está. Un simple error puede destrozarlo, y supongo que no quieres eso, ¿o sí?- él esperó expectante a mi respuesta. Yo negué rápidamente y su sonrisa se ensanchó más- Pues dejen esa estúpida pelea y mejor tengan sexo hasta que ya no puedan más

- ¡Astaroth!- reproché, sintiendo la sangre subir a mi rostro.

- Está en la biblioteca- respondió. Y con esas últimas palabras, mi día que se veía nada estable, tuvo una pequeña luz.

Salí corriendo hacía la biblioteca. Mi cuerpo se sentía ligero a diferencia de la hora de despertar, que hasta dar un paso me costaba de tan débil que me sentía. Desvelarme no tuvo importancia si significaba hablar con Bill...


Paré en seco a mitad del camino. Mis piernas quisieron caer y mi respiración se hizo pesada. ¿Cómo estaríamos igual después de lo de ayer? El recuerdo de sentir ser utilizado nunca se iría de mi mente, porque todavía sigue en mi conciencia como cuchillos retorciéndose.


Mi mente quedó en blanco en ese momento. Ya no supe que hacer ni que creer.



Y por eso, necesito saber si Bill realmente me ama como asegura Astaroth, o si realmente soy una parte de su plan de dominar el mundo y el universo.

•~Nada Ha Cambiado ~•~BillDip~• #PremiosGravity2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora