El diablo habló

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Ese jazz que suena cercano a nuestra ventana no puede ser más oportuno. Música que a cada beat impone ritmos a tus carnes, las hacen más vulnerables e hipnóticas. Llenos de energía mañanera hicimos que la habitación fuera impura con el sudor del roce. Es tiempo de ir más allá del ritmo, la piel suave se torna roja en el centro, es hora de retirar ese rosario que golpea entre tus senos.

A Primera VistaWhere stories live. Discover now