CAPÍTULO 22

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Todo era muy confuso, las voces se escuchaban a lo lejos, mis párpados los sentían como pesados he inestables, y pequeños susurros murmurándome que todo estaría bien.

FLASHBACK

-Sam, no estás bien- Alex se encontraba a mi lado, con una cara de preocupación.

-Tranquilo, no pasa nada-mi vista se hacía cada vez más borrosa.

Y la posibilidad de que la herida se infectara eran altas, el ardor era insoportable, y el cansancio por la fiebre eran intensas, trataba de mantenerme firme lo más que podía; para que mi cansancio no se hiciera notable. Pero llegue al punto en donde mis ojos me traicionaron, y se cerraron, mi cuerpo no resistió más y cayó inconsciente.

-Sam, Sam ¡SAM!- la voz de Alex se oía a lo lejos.

FIN DEL FLASHBACK

Me encontraba fuera de control, sentía todas las voces de las personas que me rodeaban en mi cabeza, era insoportable, no quería seguir escuchándolas, mis sentidos se encontraban alterados.

Trataba de abrir los ojos, pero me era imposible los sentía pesados como rocas.

-Sam...- esa voz la conozco muy bien- no sé, si me escuches- su voz era temblorosa-despierta, por favor-su voz se quebró y los sollozos se hicieron presentes.

"Daniela..."

Era ella, mis ojos querían abrirse con desesperación, querían derramar lágrimas de alegría.

La había extrañado tanto.

-Sam...- esto se me hace tan familiar.

Un recuerdo de cuando estaba en el orfanato vino a mí, fue el día en que había enfermado, Daniela se encontraba a mi lado, recuerdo que ella me decía que todo iba a estar bien, que cuando me recuperara, jugaríamos todo lo que quisiera.

-Algunas veces me pregunto, ¿cómo es que siempre apareces, de la nada?-después de unos segundos pude hablar, mi voz era raposa y algo ronca.

Como pude trate de incorporarme en la camilla, mientras abría los ojos y la luz que se encontraba me cejaba.

-Te puse un rastreador, en el collar- su cara tenía una sonrisa juguetona.

-¿Es una broma?- toque mi cuello en busca del collar que guindaba de este, me lo saque con cuidado, y comencé a revisarlo como una niña pequeña.

-Es mentira, un chico que se llama Alex, creo y si no me equivoco me contacto, dijo que te encontrabas en el hospital-su cara reflejaba tristeza le iba a preguntar qué había sucedido pero me vi interrumpida por ella-me tenías preocupada-no sabía que responder ante esta situación, Daniela siempre ha sido alegre y ver así se me hace extraño.

-Lo sé, siento haberte preocupado-mi mirada estaba clavada en el piso- era mi vida o la de más de un millón de personas, inocentes- la mire fijamente a los ojos-no podía permitir que eso sucediese.

-Comprendo- no era necesario leerle la mente para saber que no estaba de acuerdo.

-Pero no me paso nada, estoy viva-trate de animarla pero pareció que mi comentario hizo todo lo contrario, su ceño se frunció por completo.

-Por poco no lo estas-sus labios estaban completamente fruncidos, formando una línea recta-la herida se encontraba infectada, un poco más y por poco acaba con tu vida-iba a decir algo al respecto, pero ella tenía razón preferí que atendieran a los demás, y no me preocupe por mí.

-Sí, lo se fui una tonta-su ceño dejaba de estar fruncido y sus labios volvían a la normalidad.

Lanzó un largo suspiro, mientras relajaba todo su cuerpo.

How to live being mutant » Charles XavierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora