Capitulo IX

9.3K 1.1K 358
                                    

"Confianza...:"

Louis parpadeo un par de veces, necesitaba asegurarse de que no fuera un sueño o algo por el estilo.

El silencio incomodo se formó. El omega joven seguía en el suelo suplicándole que nadie supiera sobre ellos. El castaño bajo la mirada y soltó un pequeño suspiro.

—Por favor ponte de pie—suplico Louis. No sabía que hacer y estaba muy nervioso—Por favor no supliques más.

Louis se inclinó, tomo los brazos de aquel joven y lo miro a los ojos, Louis le dedico una pequeña sonrisa tratando de calmarlo.

—Por favor deja de suplicar, levántate ¿De acuerdo? —el castaño se levantó ayudando a ese chico que estaba hecho un mar de lágrimas—No llores—Louis le dedico una sonrisa—Y no tengas miedo. Yo no diré nada.

El omega sonrió un poco y miro al otro omega, corrió hacia él y se aferró a su cuello.

—No teman. Yo no voy a revelar su secreto—el castaño sonrió un poco—De hecho, llegue aquí por equivocación. Me disculpo.

—¡Muchas gracias! —chillo el joven sonriendo—¡De verdad gracias!

—No agradezcas—Louis sonrió nervioso—Creo que es momento de que me vaya. Por favor, discúlpenme por hacerles pasar un mal rato. De verdad lo siento.

—Muchas gracias por mantener esto en secreto—dijo el omega de edad madura—Le estaremos agradecidos para toda la vida. Una vez más. Gracias. —el hombre se inclinó un poco haciendo una reverencia.

Louis los miro y les dedico una sonrisa, no sabía que decir en esa situación.

—Ahora, me despido—Louis se giró en sus talones.

—¿Disculpe? ¿Quién ha sido tan generosa de perdonarnos la vida?

El castaño se giró a verlos. Era cierto, llevaba esas ropas de mujer. No podían reconocerlo.

—Soy la princesa Lou—el omega trago saliva.

—¿Princesa? —el hombre elevo las cejas—¿Usted es la princesa heredera acaso?

—Lo soy—Louis sonrió.

—¿Es la esposa del príncipe Napoleón?

Louis sintio un balde de agua fría. Los escalofríos se hicieron presentes. Louis trago saliva y bajo la mirada.

—Padre, no creo que debas preguntar eso. Ella ha hecho más que suficiente en perdonarnos la vida siendo quien es. Por favor padre—suplico el joven.

La curiosidad de Louis se apodero de su cuerpo. ¿Quiénes eran ellos y por qué estaban ahí? ¿Por qué razón estarían en el castillo?

—¿Ustedes viven aquí? —Louis los miro fijamente.

—S-si—respondió el omega joven—Lo siento su majestad—agacho la cabeza avergonzado.

—No te disculpes más. ¿Quiénes son ustedes? —el castaño por fin pregunto—¿Puedo saber sus nombres? —sonrió.

—¿Gusta tomar el té con nosotros su majestad? —pregunto el hombre de manera cálida.

—¡Claro que sí! —dijo Louis con gran emoción.

Al estar con esos omegas se sentía como en casa, sentía como si no tuviera que fingir quien era, pero a pesar de eso, estaba atrapado en un vestido.

—Por favor siéntese—ofreció el hombre.

Louis asintió, jalo una de las sillas y se sentó. Observo como el omega más joven traía una taza bastante fina y hermosa. Su padre, la lleno de té y la acerco a Louis con una pequeña sonrisa.

The Secret of Queen Lou- Larry StylinsonOnde histórias criam vida. Descubra agora