29. Capítulo Especial

Comenzar desde el principio
                                    

Todo era perfecto.

Miguel sostuvo entre sus manos los bordes de la camiseta azul de Rubén. Comenzó a levantarla, ambos se separaron del beso y Rubén no lo dudo ni un segundo en levantar sus brazos para que su camisa fuera retirada. Miguel volvió a acercarse y lentamente, beso la piel de su hombro, dejando un camino de besos en toda la extremidad de su brazo. Se detuvo unos cuantos segundos a la mitad del brazo solo para poder besar el bonito tatuaje que adornaba la piel. Rubén sonrió ante esa acción. Miguel siempre acostumbraba besar su tatuaje cada vez que hacían el amor.

Continuó con su camino de besos hasta llegar a su delicada mano, besando el dorso de esta. Miguel levanto su rostro, sonriendo con amor para Rubén. Soltó su mano lentamente y dejo un último beso en los labios rosas del castaño antes de ponerse de rodillas y dirigir sus manos al botón del pantalón ajustado y desabotonarlo. Bajo la cremallera y en un movimiento delicado, deslizo el pantalón por las bonitas piernas de su novio. Rubén se sonrojó, le daba vergüenza ver a Miguel en esa posición debajo de él.

—Levanta la pierna, princesaSusurró Miguel, llamándolo por el apodo que muy pocas veces usaba en la intimidad. A Rubén no le molestaba, amaba que lo llamara así.

Rubén levantó una pierna y después la otra para que Miguel pudiera retirar el pantalón por completo. Miguel dejo las prendas a un lado, en el suelo. Beso su rodilla izquierda, subiendo hasta su muslo. La piel de Rubén se erizo ante el agradable contacto, dejando que besara las partes que más se le antojaran. Miguel siguió subiendo, besando su cintura y continuar en su vientre, pecho, hasta llegar al cuello. Rubén gimió en voz baja cuando sintió un ligero mordisco en su cuello. Sus manos volvieron a enredarse en el cabello de Miguel y movió sus dedos en una señal de que le gustaba sentir esas mordidas, lamidas y succiones en su piel.

Miguel adentro sus manos en el bóxer que marcaba perfectamente los glúteos de Rubén. Los acaricio, dando círculos con las palmas de sus manos. El castaño suspiro con satisfacción y cerro sus ojos ante tales caricias que recibía en su cuello y glúteos. Mordió sus labios fuertemente. Su cuerpo aumentaba de temperatura cada vez más.

—Miguel... —Gimió.

De pronto, el mayor levanto su cuerpo hasta que sus pies dejaron de tocar el suelo. Rubén jadeo sorprendido y se aferró a él, enredando sus piernas en las caderas de su novio. Miguel lo llevo hasta llegar a los pies de la cama, recostó su cuerpo sobre las sábanas y pétalos rojos que formaban el corazón y desde arriba, admiro la increíble belleza de humano que tenia como novio. Rubén era tan precioso que parecía irreal.

Las manos de Miguel se colocaron en los costados de su cintura, con sus ojos viajando de arriba a bajo en su perfecto cuerpo. Las mejillas de Rubén se colorearon en un bonito rubor que lo hacían ver adorable. Le daba mucha vergüenza cuando Miguel hacia eso, aunque en cierta parte, lo hacia sentir aún más hermoso que lo admirara de esa manera tan dulce.

—Me encantas, Rubén —dijo con admiración.

Rubén tomo las manos de Miguel que se mantenían en su cintura y junto sus dedos, entrelazándolos. Sonrió, mirando directamente a los ojos obscuros de su novio.

—Y tú me encantas a mi, Miguel.

El pelinegro le devolvió la sonrisa, sintiendo su corazón derretirse de amor. Alejó sus manos de las de Rubén sólo para poder retirar su propia camisa en un movimiento rápido y desabrochar su pantalón hasta quitárselo. Al estar ya con únicamente su ropa interior al igual que Rubén, volvió a entrelazar sus manos y así, comenzar a subirse por encima de él, llevando sus manos entrelazadas por sobre la cabeza del castaño. Aproximó sus labios hasta juntarlos con los exquisitos de Rubén. Volvieron a besarse con lentitud y amor, abriendo sus bocas lo más que pudieran para poder sentirse lo suficiente. Suspiros entrecortados escapaban de la boca de Rubén cada vez que se separaban para tomar un poco de aire y continuar con el beso.

me gusta cuando...《rubelangel》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora