-¡Char! ¡Al fin has regresado! ¿Cómo es que tardas tanto en llegar desde el colegio hasta aquí?- Preguntó con interés.
-Bueno, yo vuelvo en limusina y a una velocidad normal. A diferencia de ciertas personas…- Comentó colgando su bolso y quitándose la chaqueta del uniforme. –Pero hoy tuve que detenerme en una farmacia, se me ha acabado mi brillo labial de aroma a melón.-
-¡Que catástrofe!- Rio la rubia.
Charlotte la observó suspirando y con una ceja levantada.
-Geraldine, tengo que cambiarme y quiero descansar. Tengo que salir con la abuela en dos horas. ¿Hay alguna razón por la que estés aquí?-
-¿Vas a salir con Arlet de nuevo?- Preguntó con disgusto. -¿A dónde van?-
-A la reinauguración del museo.-
-Qué divertido.- Se burló. –Pero no soy nadie para oponerme ¿Cierto?- Musitó levantándose de la cama. –Estaba esperándote porque tengo una invitación que hacerte. Algo que sí vale la pena.-
-Te escucho.- Asintió sin mirarla. Estaba demasiado ocupada quitándose el maquillaje.
-Este sábado hay una fiesta en una de las fraternidades de la universidad y he conseguido varias invitaciones extras…-
-Olvídalo. No me interesa.- Se adelantó antes de que pudieran hacerle la propuesta. –Y no quiero saber tampoco como has conseguido esas invitaciones sin siquiera haber empezado a cursar.-
-Contactos. No necesitas ir a clases para conocer a las personas adecuadas.- Sonrió orgullosa. –Pero no voy a aceptar tu negativa. Estás en tu último año, y me he enterado que no lo estás disfrutando como deberías. Voy a ponerle fin a eso.-
Charlotte se giró y clavó los ojos en su hermana apuntándole con el cepillo de cabello.
-No te atrevas a inmiscuirte en algo así, Geraldine. No soy una niña pequeña que necesita ayuda. Soy muy capaz de manejar mis asuntos. No quiero que me des lecciones.-
La muchacha la miró con tristeza.
-Todos necesitan ayuda, Char. Eso no te hace una niña pequeña o una inútil.- Explico con delicadeza. –Y me gusta pasar tiempo con mi hermana, eso ya lo sabes.-
-Podemos pasar tiempo juntas, pero preferiría que no fuese en una fiesta probablemente llena de hombres que babean con cada paso que das. Terminarías abandonándome como siempre.-
-Oh, eso no es cierto… Quizá lo hice una o dos veces…- Arrugó la frente cuando la castaña soltó una risa seca y sarcástica. –Nina también me dijo que vendría, y convencí a Caroline para que nos acompañase.-
Charlotte rodó los ojos.
-Nina se pegará a Robert como siempre y no hablemos de Caroline, desaparecerá de mí vista incluso antes que tú.-
-¡Oh Charlie!- Se quejó.
-Voy a tomar una siesta ahora para poder estar lista a tiempo.- Y esa fue su forma más amable de decirle que debía marcharse.
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Bésame o Dispara. #Descontrol en la Realeza 3
General FictionHan pasado trece años desde el asesinato de los McGregor, doce de los cuales Emalene pasó recluida en un orfanato, y ahora solo tiene un objetivo: Vengar la muerte de sus padres. El príncipe Robert Van Helmont está comprometido con sus responsabilid...
Capítulo 5: Un encuentro.
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