17| Baile, hombres lobo, y heridos.

Comenzar desde el principio
                                    

—Ehh... No.

—Rayos —se me escapa. Ahora debo pagarle a Danny.

—¿Es malo que no lo sea?—pregunta Isaac extrañado.

—No, no. Eh... Ya te lo dije; soy rara. Y un poquito loca también.

—Tal vez, pero las mejores personas lo están.

—No sabía que eres poeta.

—No lo soy —ríe.—Escuche esa frase en la tele.

Le sonrió y seguimos bailando en silencio. Apoyo mi cabeza en su hombro y paseo mi mirada por todo el ya no gimnasio. Veo a Allison bailando con Scott, y cuando ella enfoca su mirada en mí levanto mis pulgares aún con mis brazos alrededor del cuello de Isaac. Ella al ver al rubio junto a mí sonríe pervertidamente, obteniendo como respuesta un saque de lengua de mi parte. Allison sigue con lo suyo y yo con lo mío. Distingo un cabello casi pelirrojo entre la multitud, y al agudizar mi vista reconozco a Lydia bailando con Stiles. Una punzada hace que aparte mi vista de ellos, y que las lágrimas acudan a mis ojos.

Mierda, Lía, no llores, me digo mentalmente.

Cierro los ojos y respiro profundo, recordándome en mi mente que aún no me tiene que venir y que no voy a dejar que uno de mis ataques de llanto me arruine la noche.

La canción termina e inmediatamente una mas rápida comienza a sonar. Me separo de Isaac con una sonrisa y ambos comenzamos a bailar al ritmo de la música.

No sé cuánto tiempo seguimos así ya que perdí cuantas canciones pasaron y no es como si tuviera un reloj ahora mismo.

—Mis pies me están matando —digo dejando de saltar como loca.

—¿Tan rápido? Apenas llevamos tres canciones.

—¿Quieres ser tú el que baile con unos tacones de 9 centímetros por 15 minutos?—pregunto levantando una ceja.

—Mejor vamos a sentarnos.

—Aunque me encantaría, me estoy muriendo de sed, así que intentaré encontrar algo bebible, o que por lo menos se parezca al agua.

—Voy yo, si quieres. Tú ve a sentarte.

—Te contradeciría, pero realmente me duelen los pies. Gracias, Isaac.

Él me sonríe para luego comenzar a caminar a Dios sabe donde mientras que yo me dirijo hacia la mesa. Contengo las ganas de sacarme los tacones y me conformo con sentarme de una vez.

No pasa ni un minuto cuando oigo a alguien gritando mi nombre.

—¡Lía!—exclama Stiles llegando a la mesa.—Lía, Lydia no está. Necesito que me ayudes a buscarla, ¡es urgente!

—Está bien —digo algo extrañada debido a su comportamiento. Está todo sudado y sus ojos expresan terror y desesperación.—Es solo que... —comento mientras me paro y escaneo el gimnasio.—Debo avisarle a Isaac.

—¡No hay tiempo, Lía! Los Argent lo saben, ¡saben que el segundo beta es Scott! ¡Y Jackson cree haber visto al alfa!

Es demasiada información para procesar en tan poco tiempo, por lo que aún sin entender muy bien lo que está pasando, asiento y sigo a Stiles.

Unos pasillos más tarde, exclamo:—¡Espera! ¡No puedo correr así!

De repente el peligro de la situación me da de lleno en la cara, por lo que me saco los tacones y sigo corriendo detrás de Stiles, esta vez más rápido.

Lo sigo por varios pasillos hasta que salimos y llegamos al campo de lacrosse, donde todos los reflectores están encendidos y Lydia está en medio. Pero eso no es todo, hay una segunda figura detrás de ella, y se me hiela la sangre al darme cuenta de quien es.

Inevitable | Stiles Stilinski [ 1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora