Mamá solo se veía feliz con un tema: mi boda.

Recorre los pasillos de la casa con una vuelapluma y pergamino diciendo como quiere que estén decorados ese día, en su habitación hay montones de revistas de vestidos, peinados, maquillajes y otras cosas. De hecho una de las primeras cosas que había hecho solo llegamos del colegio, fue llevar a casa a un diseñador para que me tomara medidas para el vestido que usaría.

Cabe mencionar que ese día me sentí muy incómoda, pero me alegraba que el tema de mi boda la hace sentir feliz de cierta forma.

Por otro lado está el tema de Draco, el día que la tía Bella llegó a casa, no solo había llegado con su presencia, sino también con la noticia de que el Señor Tenebroso necesitaría a alguien dentro de Hogwarts y que había pensado en Draco. Mamá no está contenta con eso, ni siquiera se lo ha dicho a Draco y una de las primeras cosas que hizo ante la noticia, fue el mandarle una carta a papá para reclamarle por eso.

Pues desde que él se unió a las filas de Voldemort en la primera guerra mágica, se tenía que hacer todo lo que Voldemort dijera.

Escucho como algo se estrella en alguna de las paredes de la casa, los gritos de la tía Bella se escuchan como si estuviese metida en mi habitación. No puedo evitar colocarme la almohada en el rostro, pues la situación que estoy pasando no me agrada en lo absoluto.

—¿¡Cómo es que pude fallar!? ¡Lo tenía tan cerca! —Grita tía Bella como por décima vez y se vuelve a escuchar otra cosa rompiéndose—. ¡Debí de haberlo matado!

Mi tía Bella sigue culpándose porque no había podido asesinar a Sirius en el departamento de misterios, desde hace quince días que llegó a casa, ha estado haciendo lo mismo. De cierta manera, mi hermano y yo ya nos hemos acostumbrado.

—Hay una carta para ti, Draco —dice mamá en el desayuno pasándole un sobre de pergamino a mi hermano, el cual lo toma rápidamente y lo mete en el interior de su túnica—. ¿Pasa algo, hijo? —Pregunta con la mirada en otro sobre que comienza a abrir.

Volteo hacia él buscando entender la reacción que ha tenido, Draco solamente niega con la cabeza dejándome con más dudas.

Desde hace unos días había notado que Draco actuaba sospechosamente, él decía que eran cartas de Astoria y que prefería leerlas en privado. Él aún no sabe que una vez vi a su lechuza salir de casa por la madrugada con un sobre.

Con quien sea que se esté mandando cartas, no es con Astoria.

—¿Cómo van las cosas con Astoria? —Le pregunto mientras juego con la comida que hay en mi plato, pues desde lo sucedido en el ministerio, he perdido el apetito.

Draco me voltea a ver extrañamente, yo nunca me había metido en sus asuntos amorosos, pero eso de las cartas me parece sospechoso.

—Bien —responde desviando su mirada al plato frente a él.

—Yo opino que encontrarás a alguien mejor —dice tía Bella con su típica expresión de aburrimiento—. Los Greengrass no son mala opción, pero no son la mejor para ti, Draco... hay familias sangre pura mejores que ellos... lamentablemente los Higgs no tienen una hija.

Draco da un asentimiento con la cabeza y comienza a hacer lo que yo con mi comida.

—Buenas noticias, Gemma —dice mamá con una sonrisa tendiéndome el pergamino que estaba leyendo—. El diseñador dice que el sábado traerá tu vestido...

Siento la mirada penetrante de la tía Bella así que sonrío lo más falsa pero convincentemente que puedo.

—Eso es genial —respondo dedicándole una pequeña sonrisa a mi madre a la que el semblante le ha cambiado por el tema que hemos tocado.

Eternamente [Fred Weasley] [ETQME#2]Where stories live. Discover now