-¡Perdón! ¿Okay? ¿Sabes cuanto tiempo llevo desviando el tema? No tenia ningún excusa mas 

-Sabes, cállate mejor. No me hables en el resto del camino. –no esperaba ninguna otra reacción ante el, se le pasara el enojo, ya lo conozco. 

Con cada paso nos acercábamos a nuestro hogar, por un lado me moría por regresar y descansar de estar mostrando una sonrisa constantemente. Pero por otro lado, no quiero regresar a mi casa para encontrarme con botellas vacías, mujeres tiradas en el piso y humos saliendo de la habitación de mi hermano. En ningún lugar en donde este, estoy completamente en paz.

-¡__________! –me grito Brandon, casi directamente en mi oído. Lo cual claramente me asusto y dejo con un dolor de oído.– __________, no te comprometas. Quédate callada, déjame a mi hablar, todo estará bien. 

¿Que? ¿De que estaba hablando? Observe a mi alrededor, no lo había notado, pero mas allá de la calle, caminando hacia nosotros, era el mismo grupo de... "chicos", si es que así les puedo llamar, del otra vez.  Cada vez que nos encontrábamos con ellos, alguien salia lastimado y me refiero, físicamente. Nunca me había fijado bien, pero el grupo, estaba mas o menos compuesto por unas 6 personas, jamas me había tomado el tiempo de verdad observarlos. 

Pero a este punto, podría reconocerlos a cada uno por cara. Nos acabamos mas y mas, podía sentir como en el aire la tensión crecía, si no fuera porque esta era la ruta mas rápida de vuelta a casa, le hubiera insistido a Brandon que nos fuéramos por otro camino. Al encontrarnos frente a frente, todos nos detuvimos, como si ya hubiéramos esperado que iba a ver algún confortamiento, solo era cuestión de quien lo iba a comenzar y quien lo iba a eventualmente terminar. 

Pero justo, a un lado de nosotros se detuvo un auto que tenia todos los vidrios subidos, aquí que aun no teníamos idea de quien era. Pero al parecer eso fue suficiente para que el grupo de chicos siguiera su camino, supongo que no querían que nadie los viera con nosotros o algo así. Cuando ellos ya estaban bastante lejos, la persona del auto bajo una de las ventanas, mostrando su cara.

-¿Señor Garmendia? –pregunte, sorprendida de que fuera el 

-De verdad agradecería si tan solo me dijeran Germán. –ignorando lo extraño de la situación, para concentrase en su nombre 

-¿Que hace usted aquí? 

-Um bueno, yo...estaba por aquí, casualmente los vi caminando. ¿Van a su casa? –asentimos– Súbanse, yo los puedo llevar.

-Wow, muchas gracias –dice mi hermano. El estaría feliz de no tener que caminar, pero yo estaba en contra de esto. Antes de que el pudiera abrir la puerta del coche, lo tome del brazo, indicándole que parara– ¿Que haces? Vamos, entra. 

-Brandon, ¿Vas a meterte al carro de un completo extraño?

-No soy un completo extraño, conozco a tus padres –argumento Germán

-Aun así, ni ellos, mucho menos nosotros lo conocemos bien. ¿Que tal si es un secuestrador?

Ambos se rieron de mi. 

-__________. –me dice Brandon– Vamos, solo entra.

No se como, pero ambos terminamos en la parte de atrás de la persona que especulo ser un secuestrador. Ninguno de nosotros hablamos en todo el camino, estuve aliviada al ver que si tomaba una ruta que yo conocía y no una alterna. Por suerte, llegamos sin ningún problema.

-¿Aun crees que quiero secuestrarte? –pregunta con tono de burla Germán. No respondo. 

Brandon y yo salimos del auto, Garmendia nos acompaño hasta la puerta. Note algo extraño, el auto papa estaba estacionado justo en frente, ¿Estaba aquí? Normalmente llega mas tarde.

-Bueno, mi hermana y yo le agradecemos mucho que nos haya traído a casa, ¿No es así _________? –me da un pellizco en mi espalda, discretamente 

-¡Ouch...! Digo...–aclaro la garganta– Si, muchas gracias señor Garmendia

-Repito, me pueden llamar por mi nombre; Germán. –volvió a insistir– Um, ¿Sus padres están en casa? Quisiera hablar con ellos un momento, solo para decirles que si algún día necesitan que los recoja de la escuela, no me molestaría en lo mas mínimo

-De verdad que eso no es...-

-...–Brandon me interrumpe– Déjame ver si están adentro.

De nuevo digo, Brandon hace lo que sea con tal de no tener que volver a caminar de vuelta a casa. El abre la puerta, entra conmigo siguiendo detrás, Germán se quedo esperando en la entrada. No lejos de ahí nos encontramos a mi mama, en el piso, no sabría si decir si estaba inconsciente o no, pero al parecer estaba diciendo cosas que no tenían coherencia alguna. No podíamos dejar que nadie la viera así.

Brandon y yo básicamente corrimos a la puerta principal, no abriéndola completamente para que Garmendia no pudiera ver adentro. 

-¿Todo bien? Se ven algo pálidos –pregunto concertado. 

-Si, si, todo excelente. –respondió mi hermano– Um, mis padres no están, ¿Podría pasarse otro día?

-Oh si, claro. Espero verlos otro día. 

 -Si, nosotros también –por fin pude hablar– Hasta pronto...Germán. 

El sonrío al darse cuenta que por fin lo había llamado por su nombre como tanto lo quería. En cuanto se dio la vuelta, mi hermano y yo cerramos la puerta aliviados que no se hubiera dado cuenta de nada. Si en algo Brandon y yo uníamos nuestras fuerzas para un bien común, es para mantener a flote a nuestra familia.

×Dollhouse× (Germán Garmendia y Tú)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon