Capítulo #34

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La vida nos puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, hace unas horas atrás estaba feliz planeando lo que seria mi nueva vida con Ian y con nuestros hijos y ahora estoy aquí, en un acto fúnebre, viendo como Diego despide a su madre, a la mujer que le dio la vida, a la que fue su heroína durante mucho tiempo y lo que es peor, un pobre niño quedo huérfano y luchando por su vida en un hospital. ¿y todo por que? Por un montón de adolescentes inconscientes en un auto.

Dicen que nacimos para morir pero justo ahora no estoy de acuerdo con eso, nacimos para conocer las maravillas de la vida, para ayudar a otros, para caernos y luego levantarnos con la frente bien en alto, para cuidar de los nuestros, para amar, sobretodo para amar porque viéndolo bien, siempre tenemos alguien a quien amar.

No puedo consolar a Diego diciéndole que su madre va a estar mejor, porque su dolor no va a disminuir con palabras vacías, no puedo pretender que entiendo su dolor porque mi madre esta muy bien, y aunque estoy decepcionada de ella no puedo ni siquiera imaginar que algo pueda pasarle.

Solo puedo tenderle la mano y ayudarlo levantarse, como alguna vez el lo hizo conmigo.

El entierro termina y camino a su lado directo al auto, max vino conmigo y Sofia se quedo con su padre.

Entre las personas que van de camino a sus autos distingo al padre de Ian, lo se porque lo conocí una vez cuando lo paso buscando a casa, además esa nariz perfilada es igual a la de su hijo.

- Cuando hice mis pasantías fue en la clínica de los Lancasters - me sobresalto al oir a Diego - el señor Mark fue muy amable conmigo y me enseñó mucho.

- ¿Si sabes que es el padre de Ian? - Asiente.

- Lo asocie por el apellido, este es un pueblo pequeño.

Asiento y mientras caminamos me sorprendo cuando Alice se cruza en nuestro camino.

- Lo siento mucho, no conocía a tus padres pero quería darte el pésame. - Ella habla de una manera nerviosa y pasa sus manos por el pequeño bulto en su estomago, lo que parece ser síntoma de nerviosismo.

Diego ladea la cabeza y la observa con algo que parece como ternura.

- Gracias Alice. - ella lo observa por algunos segundos y luego parece reparar en mi presencia.

- hola megan, amm ya tengo que irme - toda ella parece nerviosa - Adios Diego lo siento de verdad. - le da un rápido abrazo y se marcha.

- Eso fue raro.

- Es una chica bastante peculiar y ha pasado por tanto.

- ¿tu como lo sabes? - le preguntó sorprendida.

- Ella acude a un ambulatorio donde hago consultas gratis una vez por semana, es mi paciente.

Abro los ojos sorprendida.

- ¿Desde cuando? ¿por que yo no lo sabia?

- Últimamente tienes la cabeza en otra parte, o en otra persona persona.

Sus palabras me dejan muda y no hablo mientras subimos al auto, ni lo que queda de camino. Por todo el camino Diego parece sereno y tranquilo, supongo que al ser doctor ha aprendido a controlar sus emociones, pero no podrá hacerlo por siempre, en algún momento va a derrumbarse.

El conduce al hospital, se queda ahí toda la noche y aunque insiste en que me vaya, me quedó a su lado.
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A las 6:30 de la mañana el sale corriendo al área de Cuidados Intensivos, Luciano esta teniendo un paro. Sus colegas los sacan a rastras, esta destrozado y yo no puedo evitar las lágrimas que caen como cascada por mis mejillas.

Embarazada del Adolescente (#cliches 01)Where stories live. Discover now