El canto de un dragón

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La caída de Termina les había dado tierras, el gran reloj había caído hacia algún tiempo, los sobrevivientes se vieron obligados a abandonar su hogar, sus dioses y su festival.

Ahora ese lugar les pertenencia a otros seres, y los que lograron escapar lo habían perdido todo, y ella no había podido hacer nada.

Con su mano apretó cu cabello a un punto doloroso, como si esto ayudara, pero no lo hacia.

Tare se había ido hacia tanto tiempo, muchos inviernos en los que la esperanza prevalecía, pero había pasado a ser solo un sueño hacia tiempo, solo un deseo y nada mas que eso. El amor en ella aun vivía, o al menos un destello de este. Por ahora, tenia una guerra que ganar...si es que un tenia esperanza.

-¿Princesa?- repitió un Zora-

-Lo siento Kao, ¿cuanto tiempo llevas aquí?-

-Unos minutos...parecía algo dispersa majestad ¿se encuentra bien?-

-Kao, puedes llamarme zelda, llevamos años luchando codo a codo- intento sonreír-

-Siempre lo olvido- rió-

-¿Que se te ofrece?-

Kao trago saliva, esperaba ella se lo tome bien

*Al caer la noche*

Hiver había estado de mal humor todo el día.

Sentía su cuerpo pesado, y muchas ganas de arañar algo y morder a la mucama. estaba muy muy enojada sin ninguna razón en particular.

La noche había caído hacia horas, ella nunca solía quedarse despierta, pero esta noche no quería dormir, tenia MIEDO de dormirse. Cada vez que cerraba sus ojos, cuando el sueño la vencía sentía un espantoso escalofrió, uno frió helado que recorría toda su espina.

Miro a su hermana reposar tranquila.

Sentada en la cama, cabeceaba para mantenerse despierta, siguiendo puramente su instinto, pues no había nada ahí ¿debería ir la habitación de mama? tal vez no...mama debía estar dormida ya.

Cuando perdió la concentración, sitio un peso sobre su hombro el terror llego cuando sintió el aire caliente de la respiración de "eso" rozar su oreja.

Dio un respingo y gateo rápido al borde de la cama. Abrazo sus pequeñas piernas clavando la mirada a donde estaba su almohada, no se movió y parpadeo lo menos posible mientras silenciosas lagrimas bajaban por su cara.

No podía verlo, pero ella SABIA que estaba ahí, sentía el contrapeso en la cama, y podía sentir su olor a...muerto.

Tal vez era el sueño, o el miedo, pero algo en su espantada mente le decía que "eso" estaba cantando.

"mi...na"

*Centro del palacio, sala de reuniones*

-¿Estas jugando con nosotros?- Gruño Dark, pero sin perder la calma- quieres casarte?!-

-Si! no entendiste la primera vez cara de perro?!- Ruto giro los ojos al cielo, arta de que todos tengan la misma reacción- ¡eso quiero y eso haré!-

-¿como me llamaste?- Dark se acerco de forma amenazante-

-ALTO AHI LOS DOS- grito zelda, exhausta- Kao me pidió permiso para esto, y ya le explique la situación a ruto, e insistió en discutirlo con todos, así que henos aquí-

Malon y Edemure, que no había dicho nada aun, se encontraban en silencio intentando no ayudar a que la riña entre el dios oscuro y la princesa Zora cresca aun mas.

Héroes (La leyenda de Zelda)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora