Mi vecino y yo

Capítulo # 5

Noche de celos e inspiración.

Narra Harry:

- Gracias otra vez Taylor, me alegra que estés aquí.

- ¡Oye! ¡no hay problema!, cuenta conmigo para lo que quieres, siempre estaré a tu lado y lo sabes.

- ¡Y yo a tu lado pase lo que pase!

Este día pasó totalmente normal, si le llamas normal tener la atención de toda la escuela en una de tus amigas, que ya se esté rumoreando que son novios y que el chico que te gusta se la haya pasado espiándote todo el resto del día, pues sí, es muy normal.

La verdad le debo mucho a Taylor por venir a visitarme, es la excusa perfecta para molestar a Louis.

- ¿Y a dónde vamos ahora? - me pregunta mientras bebe un poco de su soda y conduce su jaguar rojo descapotable.

- Pues... debo ir a trabajar, así que, ¡hacia la panadería mamá! - le respondo alegremente.

- ¡Eso quisieras!, todos quieren una madre Cool como yo que te ayudará a molestar a otros. – bufea mientras acelera la velocidad.

- No gracias, ya tengo una mama y es muy linda y amable. – contestó entre risas recostandome de la puerta para mirar las casas por donde pasamos.

- ¿Estas bien Harry? - me pregunta la oji azul mientras veo la panadería a la vuelta de la esquina.

-No es nada...- digo antes de suspirar. - Creo que debería hablar con Louis y aclarar las cosas...

- ¡Olvídalo!, no vine hasta aquí para que caigas a sus pies, debes dejar que se dé cuenta de que le haces falta. ¡Tu no lo necesitas! –afirma la pelirrubia estacionando el auto frente a la tienda.

- ¡Tienes razón!, gracias otra vez Taylor.

Al entrar siento la puerta cerrarse al instante sin nadie detrás de mí, pero sigo caminando como si nada. siempre hace lo mismo.

- ¡Puedes entrar de una vez por todas! -le grito a la pelirrubia al pasar al mostrador, ponerme el delantal y mi gorro. Le encanta llamar la atención.

- ¡Hola a todos! - grita al abrir la puerta con ambos brazos alzados y una gran pose para hacer que todos voltearan a verla.

-¡¡Tay tay!! - grita Bárbara emocionada desde el fondo de las mesas de la cafetería.

- ¡Hola!, ¡bar! ¿cómo has estado? - grita emocionada mientras caminan para abrazarse como toda una escena de película.

Un minuto después todas las chicas estaban hablando con taylor de toda clase de temas, muy emocionadas, aunque sé que desde pequeña le gusta llamar la atención, la verdad es que lleva un año sin pasarse por aquí y todos la extrañábamos mucho.

-Hace tiempo que no nos visitas, mi nieta me ha enseñado fotos tuyas en las revistas que compra del supermercado, sales muy linda.

-Gracias Olga, he estado trabajando mucho en este año por eso no pude venir antes, pero decidí tomar unas pequeñas vacaciones y... ¡pues aquí estoy! ¿les gustaros los productos que les mande hace un mes? - les dice al sentarse en la mesa donde me senté con Louis cuando vino aquí por primera vez.

-A ellas si le mandas cosas, pero a uno de tus mejores amigos apenas le envías un mensaje cada mes. - gruño desde el mostrador mientras limpio unas copas con un paño.

-No te molestes rizado, sabes que solo me dan cosas para chicas y me encanta mandarselas a estas chicas.

Tal vez debí pensar mejor el invitar a Taylor a venir, se ha pasado hablando con todos y me han dejado solo atendiendo a los clientes, sé que tenían mucho sin verla, pero estoy muy cansado de todo el trabajo.