Entiendo. Suelto un suspiro e intento de nuevo, no podré hablar con ella por teléfono.
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Salto de la cama y me pongo los zapatos enseguida. Guardo mi teléfono en el bolsillo del pantalón y corro hasta la puerta para asegurarme que ninguno de los de seguridad este cerca. Dakota está en la habitación de al lado, así que cierto la mía y toco la suya.
–Cuatro. –dice cuando abre.
—Está bien. ¿Puedo pasar? –Digo intentando que se aparte del marco de la puerta, pero me doy cuenta que tiene esa mirada que la delata, tiene miedo de estar conmigo a solas.
—Ya que... –se aparta y yo cierro la puerta detrás de mi– Tres Jamie. –dice pausadamente.
Dakota se voltea hacia mi y cruza los brazos debajo de su pecho, la vena de su frente apenas se ve, tiene el cabello suelto y ya está lista con el vestido para la premier de un rato. Yo... no sé que decir. Pensé que jamás me escucharía y ahora que sé que lo hará, no puedo pensar en otra cosa que en lo mucho que la quiero y que no la quiero perder.
–Jamie. –chasquea los dedos haciéndome volver en mi
—Lo siento. –Digo
—Dos minutos, no pierdas tiempo en pedirme disculpas.
—No, no. –digo intentando acercarme pero ella retrocede— Lo siento.
Dakota sonríe y aparta su mirada de mi.
—Tanta insistencia para un ¿Lo siento?–Pregunta– Sé que lo sientes, yo también. –Dice frunciendo los labios.
—No sé por dónde empezar Dakota. –suspiró intentando conseguir alguna palabra que pueda utilizar para describe lo desdichado y lo tonto que fui por no escucharla.—Soy y fui un imbécil. –Dakota asiente– Pensé que no buscarte, que ignorarte haría que desistieras de tu idea de alejarte de mí.
—Es es un pensamiento geocéntrico James. –Responde un poco enojada.
—Lo sé. –me encojo de hombros de solo admitirlo– No darte tu puesto y dejar que hicieran lo que fuese con nosotros, con nuestra vida fue la peor decisión que tome y ambos sabemos que soy muy malo tomando decisiones.
Dakota sonríe y siento como poco a poco el ambiente se suaviza.
—Al menos te reíste.
—Se acaba el tiempo Jamie. –Dice volviendo a su máscara de seriedad
—Quiero pedirte perdón porque te amo y estos meses sin ti han sido un auténtico infierno.
Sus ojos evitan los míos a toda costa, sin embargo me muevo intentando conseguir la trasparencia de sus ojos.
—Estas perdonado Jamie. –Dice después de unos segundos– ¿Quieres algo para tomar?
—¿Que es lo más fuerte que tiene esa mini nevera? –Preguntó y ella sonríe acercándose a a esta.
