Cuando dejaron de besarse Michael miro a la casa y noto que la luz de la habitación de Charlie estaba encendida, pero cuando llegaron no lo estaba.
- Luke.
- ¿Qué? - Michael iba a preguntarle si la luz estaba encendida o apagada cuando llegaron pero una sensación extraña lo invadió.
- Nada. Debo irme.
- Oh, okay.
Luke volvió al asiento del conductor, iba a decir algo pero Michael se estaba vistiendo rápidamente y sin prestarle atención a él, salio del auto y entro casi corriendo a la casa.
Levanto las cejas sorprendido, ignoro la extraña escena de hace unos momentos y comenzó a vestirse.
Michael estaba arrodillado frente al retrete vomitando. La sensación luego de haber tenido sexo con Luke fue muy extraña, le encanto el sexo, fue increíble, le gusto besarlo. Pero había algo que lo incomodo.
Era recordar la primera noche en la que tuvieron sexo, el beso que Luke dejo en su frente antes de irse, luego paso una semana sin hablarle.
También la vez que le dijo que quería que su relación solo se base en el sexo.
Sabía que esa vez era distinto, que Luke estaba haciendo realmente sincero y de verdad lo quería. Pero la sensación de que él solo lo veia como a un pasatiempo, o alguien a quien solo valía la pena desnudar sigue allí.
- ¿Michael? ¿Estas bien? - presiono la manija del retrete e hizo correr el agua.
- Estoy bien - camino hacia el lavabo y tomo la pasta dental y su cepillo de dientes.
- ¿Puedo pasar?
- Si.
Charlie entro y vio a Michael lavándose los dientes, espero a que termine para hablar.
- ¿Estabas vomitando?
- Si - tomo una toalla para secarse las manos y la boca.
- ¿No estarás embarazado? - intento bromear pero Michael no pudo reírse.
- ¿Hace cuánto llegaste?
- Hace poco, no quería interrumpirte.
- ¿Interrumpir qué? - pregunto alarmado y el otro río.
- Tu sabes que, picaron. Es bueno que los vidrios de la ventana de Luke sean polarizados.
- ¿Nos viste?
- No el interior, pero puedo imaginar lo que estaban haciendo teniendo en cuenta el movimiento del auto.
- Ni siquiera note que llegaste - Charlie sonrió.
- No escuche tu auto ¿llegaste caminando?
- No, metí mi auto en el garaje.
- ¿Y aún así no escuche? - dijo recordando que la puerta del garaje de Charlie hace mucho ruido cuando se abre.
- Estabas concentrado en otros asuntos, supongo, porque hice bastante ruido.
Ambos se quedaron en silencio un momento sin saber que decir.
- Iré a hacerte un té, ya estarás bien mañana.
- ¿Un té?
- Si, de seguro te cayo mal la comida ¿Qué comieron? - iba a contestar pero Charlie lo interrumpió - O tal vez tuvieron relaciones demasiado rápido y eso te hizo mal, deberías haber esperado una hora o algo así, como cuando debes esperar para meterte a la piscina.
