Capítulo 16.

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Las puertas del salón se abrieron y tanto él como el clérigo dirigieron su mirada a ésta, viendo al rey entrar y fueron sólo unos cortos segundos en la que su mirada con la del rey se encontró antes de que éste la apartara y caminase hasta quedar a su lado sin mostrar ninguna emoción ante él, sin embargo en ese corto trayecto Min Ho no pudo apartar su mirada del pequeño cuerpo del rey, y de su notorio vientre, que era disimulado por la ropa que estaba usando, porque si en algo había pensado era en eso, que no quería que su vientre fuera notorio, quería evitar que hubieran más rumores de lo que se habían corrido antes de la guerra, aunque el bebé era su hijo, prefería que por un tiempo eso se mantuviera oculto aunque el nacimiento de su bebé pareciera demasiado pronto desde ésta ceremonia.

Min Ho no apartó la mirada del rey ni siquiera cuando éste ya estuvo a su lado, sin prestarle mucha atención al clérigo sino que parecía que el rey tenía algún tipo de magnetismo para su atención, y porque todavía quería asegurarse de que el rey se encontraba bien, que enviarlo a esa cabaña fue una buena decisión no sólo porque su vida no corría peligro, sino que no careció de nada teniendo al doctor y al soldado Jin Ki con él, porque sí había temido de que eso fuera a suceder ya que cuando tenía pequeños momentos para él sus pensamientos se dirigían al rey y cómo estaría, y su hijo, porque podía recordar los pequeños cambios que había visto en él, sin embargo ahora todo era tan notorio.

Pudo notar la duda del rey cuando le preguntaron si lo aceptaba como su esposo y cómo la mirada de éste viajó hasta él, escuchando sólo un susurro que reflejaba la duda en todo eso, pero ni el clérigo ni él podían decir algo con respecto a eso porque todos sabían la razón de estar haciendo eso y no era precisamente por amor como la iglesia decía, sino por un bienestar del pueblo, tal vez se lo podía llamar amor al pueblo más que de pareja, aunque clérigo sabía todo lo que sucedía porque tuvieron que pasar por una confesión antes de esa ceremonia, algo típico de la iglesia y sabía que el rey también la hizo, y al menos el clérigo no podía juzgarlos como lo haría una persona común porque había escuchado demasiadas cosas de las que ahora Min Ho no se sentía orgulloso, aunque llevar las cosas de esa manera lo llevó a estar al lado del rey, y que ahora fuera su esposo.

Min Ho se inclinó hacia su esposo y besó su frente cuando el clérigo dio por terminada esa ceremonia, viéndolo encogerse un poco sobre sí mismo rechazando su cercanía como lo hizo en la cabaña, porque las cosas no eran como en el pasado, el rey ya no lo quería cerca, sin embargo ya no sólo eran amantes.

La invitación de Min Ho hacia el clérigo a acompañarlos en la mesa no se hizo esperar porque esa unión tenía que celebrarse y Taemin se empezaba a sentir tan fuera de lugar porque se suponía que él era el rey, quien tomaba las decisiones en el castillo, sin embargo eso parecía haber sido arrebatado al igual que su pueblo, como si Min Ho estuviera sobre él, y era algo difícil de entender, sin embargo él no se sentía preparado para compartir más tiempo con su esposo y el clérigo y cualquier persona que quisiera celebrar esa unión, sólo quería ir a su alcoba, terminar con todo aquello, porque él no creía necesaria que esa noche su matrimonio fuera consumado si esperaba un bebé, habían muchas cosas que en su estado ya no creía necesario.

—Si me disculpan, no podré acompañarlos en la cena.

—Alteza —el clérigo parecía alterado ante su negativa de quedarse a la cena —usted...

—Mi señor Taemin —habló Min Ho— me gustaría que se quedara...

—Me encuentro cansado por el viaje de ésta mañana.

Porque todo había sido demasiado rápido desde que dijo que se casaría con Min Ho, y su tiempo de descansar fue tan corto, que incluso Ki Bum le pidió que descansara un poco, porque no podían comprender el deseo de casarse esa misma noche cuando pudo haberlo hecho al día siguiente y permitirle reponerse de ese viaje que había sido demasiado agotador para él, porque no todo el tiempo estuvo el carruaje, sino cabalgar fue mucho más cansado, a pesar de que nunca estuvo a galope por temor a poder caer del caballo aunque en su corta vida había tenido buena instrucción, pero eso no hacía menos posible de que cayese.

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