•~Nada Ha Cambiado ~•~BillDip~• #PremiosGravity2019

Capítulo 24: Ancien amant

- Hola- saludó, con una hermosa pero vacía sonrisa. Él tenía un aura de melancolía y nostalgia.

- Hola, ¿Ya acabaron su reunión? Fue rápida- respondí, dejando de lado la cesta que tenía sobre mi regazo. 

- No realmente. Tus tíos siguen estando en la reunión, pero están hablando acerca de que tan inútiles y estorbosos son los gnomos, aparte de irritantes. A mi, en lo personal, me causan gracia. Y como eso de quien es y quien no es no me llama la atención, decidí salirme antes. Además, me has pedido respuestas, ¿no es así?-  Asentí y él dirigió su mirada hacia el lugar vacío a mi lado en mi asiento- ¿Puedo sentarme?

- Claro- inclinó su cabeza en modo de agradecimiento y se sentó a mi lado. 

Al instante en que Marchosias estuvo cerca de mí, me llegó a mi un aroma muy agradable, como a rosas con rocío de la noche que el bosque brinda.

Aun sigo recordando la primera vez que lo vi. Llegó corriendo y cansado, pero, sin importar la angustia que reflejaba en sus ojos, había llamado a la puerta con educación y gentileza. 

Sabíamos que había algo peculiar en ese ser.

Mis tíos lo dejaron pasar a una zona resguardada para interrogarlo y que no pudiera hacerle daño a ningún sobreviviente. No supimos nada durante media hora, que fue el tiempo que tardaron en interrogarlo, pero al parecer si lo aceptaron. Mis tíos nos presentaron al nuevo inquilino como Marchosias, quien es enemigo de Bill y de uno de los aliado de este, Astaroth. A regañadientes nos explicaron que Marchosias era un demonio, asustando a algunos. Y era de esperarse que no confiáramos en él.

Pero, poco a poco, fuimos dándole nuestra confianza al percatarnos que no nos haría daño y que lo único que buscaba era que estuviésemos mejor. Desde que él llegó, han habido varias mejoras en la Cabaña. Y hace poco, decidimos ponerlo como uno al mando de la Cabaña, junto con mis tíos. 

- ¿Me preguntaste sobre qué pasó antes de que llegara a la Cabaña, verdad?- rompió el silencio, posando sus orbes cobalto en mí. 

- Sí... sólo lo has hablado con mis tíos pero ellos no lo dicen aunque se los rueguen. Aunque estaré de acuerdo en que no me lo quieras decir; hay cosas que no son agradables de hablar a menos que sea muy necesario...

El me sonrió con tristeza. 

- Tienes razón. Mi historia antes de venir no es placentera de recordar, mucho menos de hablar. Pero sé que no lo haces con mala intención, porque tú tienes un alma llena de amor hacia los demás, así que te lo diré- dio un largo suspiro, como preparándose para una tortura. Fijó su vista en frente de el, sin ningún punto fijo- El relato tiene sus antecedentes desde hace varios milenios, pero creo que sería una aburrida clase de historia contártelo desde el principio... empezaré diciendo que antes estaba en la gloria de un ángel... sin embargo, por un descuido, terminé cayendo al abismo llamado Infierno. Y gracias a que tuve un "alto rango" entre los ángeles, también lo tuve entre los demonios, consiguiendo ser un Marqués del Infierno, comandando 30 legiones de demonios

<<Pero, sin importar que rango de importancia tuviera, aún añoraba la belleza de los cielos. El Infierno es algo monotomo y destructivo, una antítesis del paraíso. Cuando estuve a punto de rendirme y caer en las garras de mi cruel destino, llegó a mis oídos un rumor de un demonio que había regresado al cielo haciendo acciones buenas, una actitud inaceptable para los demonios. Pero no me importó si se trataba de regresar a mi gloria... Y decidí aferrarme a ese pequeño hilo de esperanza>>