Final.

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La noche de graduación no fue excepcional

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La noche de graduación no fue excepcional.

Solo un evento en donde amigos se despedían, recibían sus diplomas, plasmaban recuerdos en fotos y bailaban una coreografía incómoda que terminaba siendo un martirio para algunos y una memoria preciosa para otros.

Apolo fue uno de los más felices por el baile, por otro lado Leonardo prefería quedarse en la mesa y mirar su celular pero al ver la sonrisa del rubio junto a su notable emoción, aceptó acompañarlo.

El castaño oyó los murmullos de la gente al verlo entrar a la pista junto a Apolo, sin embargo, al empezar la música, se relajó por completo, no por el tema que habían elegido, sino porque estaba entre los brazos del chico que tanto quería.

—¿Vas a venir al after party? —preguntó el rubio de forma tranquila.

Leonardo contestó distraído por la coreografía que debía seguir —No...no sé, no sé.

—Deja de mirar a los lados, te vas a perder —Apolo sintió un pisotón de Leonardo y quiso reir al ver la cara de espantado del castaño —Relájate, bebé.

Leonardo intentó calmar sus nervios y decidió dejarse guiar por su pareja de baile. Al finalizar la danza, ambos chicos se miraron y se regalaron una sonrisa cómplice para luego salir del lugar de forma discreta. No les tomó mucho esfuerzo no ser vistos ya que la música se había tornado más alegre y eso hizo que todos empezaran a bailar con más ganas e ignoraran su alrededor, excepto por el profesor de Historia quien los había pillado saliendo del lugar y decidió seguirlos para pedirles que volvieran pero detuvo su intención al verlos, realmente no hacían nada malo, solo caminaban tomados de la mano mientras se dirigían a una especie de columpios con temática primaveral.

El señor los observó por un momento más y dió media vuelta para irse. Después de todo, era la última noche de dos jóvenes enamorados.

—No puedo quedarme —confesó el castaño mientras se balanceaba de forma suave en el columpio. Sentía su corazón latir frenéticamente y como un vacío en el pecho empezaba a crecer —Quiero, no sabes cuánto quiero quedarme y hacer los planes que había programado...desde que empezamos a salir.

Apolo se tomó un tiempo antes de responder aunque no estaba sorprendido, en el fondo lo sabía, sabía que Leonardo se iría. Pero era muy diferente estar consciente de perder a alguien a aceptarlo.

—Sí, lo ví —el rubio sonrió con tristeza —Después de decirme que te gustaba, corriste al baño y empecé a ver las cosas de tu cuarto y encontré una agenda con citas pendientes —Observó a Leonardo avergonzarse, cosa que le causó dolor y a la vez gracia ya que pensó que no volvería a verlo sonrojarse por sus tonterías —La mayoría tenía mi nombre.

—Es que debo pedir permiso antes de salir y prefiero saber las fechas para avisar con anticipación.

Leonardo pensó que su comentario iba a causarle gracia a Apolo así que giró a verlo y su corazón se contrajo al verlo derramar lágrimas mientras miraba el suelo. La expresión del rubio era una mezcla de resignación y dolor, sus emociones también estaban revueltas, su cabeza era un desastre y lo peor era que no sabía que hacer para que todo se detuviese.

Cayendo Por Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora