Bosque Oscuro ; yoonseok

2. En el bosque oscuro

En el bosque oscuro, las criaturas que encuentras no son las mejores ni las más bonitas. Es casi imposible encontrar un hada o un enano. Ya sabes, criaturas tiernas y pequeñas.

Cada vez que salía por lágrimas de rocío o piel de serpiente para mis pociones, en el camino me encontraba ogros o centauros molestos.

Pero salir no estaba tan mal del todo.

Un día, por suerte, y por primera vez, en mi camino me topé con otro hechicero y su ¿familia?

Su nombre era, si mal no recuerdo, Kim Seokjin. Un joven brujo, de cabellos rubios y llamativos labios rosados. Iba acompañado de un genio (sí, de esos que vienen en las lámparas), llamado Jimin, y un hada muy hermosa, de preciosa piel, llamado Jungkook.

Nunca antes en mi vida había visto un hada, no eran comunes por esos lados. Las hadas no son pequeñas como todo el mundo cree, las hadas puede llegar a medir más de un metro con cincuenta, y sus alas son muy finas y delicadas, por lo que suelen esconderlas bajo su ropa.

Y cuando lo vi, me quedé embobado con su belleza y su dulce aroma. Era como si... flotara en el aire.

Probablemente fue mi primer amor a simple vista, y mi primer rechazo...

La anécdota más interesante de mi vida, también.

Al encontrarme con Seokjin, fue como si sentimos una telepatía de hechiceros (es fácil reconocer a los de tu especie al instante). La química entre nosotros fue fabulosa, por lo que logramos entablar una conversación para nada incómoda, como si nos conociéramos desde hace años.

Me presentó a Jimin, un poco torpe pero amigable genio, que logró escapar de su prisión en la lámpara gracias a Seokjin, que la había comprado en el mercado de magia negra, y la pulió por simple casualidad, liberando así a su compañero de vida, o subordinado, pero él prefiero llamarlo de la primera manera.

Pero, también me presentó a Jungkook. Una completa hermosura, una obra de arte. Sus labios brillaban al igual que sus ojos... Aunque el bosque oscuro le atribuye a su nombre, y no llega mucha luz bajo los árboles. Jungkook fue una criatura que me cautivó al segundo.

A él lo encontró lastimado y solo en el bosque, y quiso ayudarlo. No extendió más detalles.

No podía quitar la vista de Jungkook mientras Seokjin me contaba su historia con Jimin. No era que lo estuviera ignorando, si no que Jungkook me hechizó con su belleza.

Pero luego de unas horas de hablar, anocheció, y el bosque oscuro de noche no es un lugar en el que nadie quiera estar. Ni siquiera las más rudas criaturas.

Me sentí culpable de haber retenido a Seokjin tanto tiempo, y decidí que llevarlo a mi casa para que pasara la noche ahí con sus acompañantes, era lo menos que podía hacer por él como compensación.

Una imagen de Jungkook en mi casa cruzó rápidamente por mi mente, y sentí mis mejillas calentarse. Sólo esperaba haber puesto mi ropa sucia en su lugar.

Me abofeteé mentalmente y les avisé que era hora de volver a casa, ya que era muy arriesgado permanecer afuera por más tiempo, y les ofrecí mi hogar como hospedaje por esa noche.

Seokjin estuvo de acuerdo para la protección de Jiminie (como lo llamó él), y de Jungkook.

Mientras caminábamos de regreso, una enorme rama calló frente a nosotros. Seokjin jaló a Jimin y lo abrazó contra su pecho, y empujó a Jungkook a mi lado.

Todo estaba muy oscuro, y no podíamos ver lo que había causado el problema.

Lo que vino después fue la cosa más emocionante de mi vida.