DollSex |YoonMin|

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Entonces nuevamente después de una ajetreada semana lo volvió a ver. Lo vió, pero esta vez lucía diferente, ante sus ojos, lucía como un angel, sentía que con él, tocaba el cielo y se sentía asqueado al pensar de aquella manera, pero es que para él, YoonGi era eso.

Lo tomo entre sus manos y lo atrajo hacia él sin siquiera pedir permiso por aquel atrevimiento. ¿Dónde habían quedado sus modales? Solo con YoonGi podría ser tranquilo y amable, pero sin embargo, su piel ardía en llamas y le gritaba a los 5 vientos que lo tocara, que lo besara. Y él, perfectamente, sabía que no era el único, sabía que YoonGi también lo quería, sabía que lo necesitaba y que sin darse cuenta le correspondía sin pudor alguno. Él, ahora, lo entendía, de verdad amaba estar al lado de YoonGi, apesar de que no siempre fuese demostrativo más que todo con sus sentimientos, lo quería, ya lo amaba con cierto locura que para él, era incontrolable.

— ¿Me has extrañado? — preguntó con picardía en cada palabra al mayor de tez pálida. Tocando su abdomen algo tímido por el contacto.

Beso su cuello, alzó sus largos brazos permitiéndose así un vista agradable, después de quitarle la camisa, dejando a la vista el brillante y suave torso. — Muñeco... ¿Cómo puedes preguntar tal cosa? Sabes que con solo verte enciendes algo en mí.

— Amo cuando eres romántico, Park. — dijo mientras sus mejillas se pintaban de un suave carmín, que lo hacía mucho más deseable ante los ojos del más bajo. — ¿Por qué no viniste por mi antes? — cuestionó. Aquella pregunta lo puso de pelos, no sabía si estaba bien sentir todo eso. Le daba tanto miedo ser simplemente un cliente más para el mayor, él hasta ese momento se sentía especial, sentía que podía llegar a ser más que un simple cliente para YoonGi, sentía que podría conquistar el corazón de este y tenerlo solo para él, pero no. Eso no iba a funcionar.

— Tuve tantas responsabilidades en la universidad y en casa, lo siento, pequeño. — terminó mientras le besaba el abdomen suavemente y delicadamente como Min lo merecía. — De verdad te extrañé. — jaló de la bragueta de su pantalón y lo empezó a deslizar hacia sus pies, junto a su ropa interior, suavemente tratando, desde ese momento, de ser más cálido y confiable para el mayor, pero este ni intentó dar una respuesta. — Pequeño...

— Dime... — respondió disfrutando el camino de besos que le proporcionaba el menor.

— ¿Qué es lo que realmente soy para ti? — y ahí paro, el mayor no evitó sentir ese "cruck" en su estómago, ese que logró llegar hasta su corazón y darle una leve punzada. Se quedó sin voz, ni siquiera pudo mirarlo a los ojos, porque quizás la respuesta que él esperaba era totalmente diferente a la que él daría. Y así, tomó fuerzas y lo soltó.

— No lo sé. — y esa era la señal, JiMin, no pudo hacer más que soltarlo y levantarse de la comodidad de la cama. Si seguía en ese lugar tan solo se haría daño a él y, hasta quizá, a YoonGi, y eso ni pensarlo, él no sentía eso, lo que sentía era más que una simple duda y le dolía escuchar ciertas palabras de los labios que a él lo traía loco. Sentía que le desgarraba el alma, pero ya para ese momento debía dejar todo claro, así que hablo.

— Pues para mi no eres un simple "no lo sé" para mi eres mucho más que eso, eres lo mejor que me ha pasado y estoy seguro que serás lo mejor que me pasará. Lo siento, siento no lograr llegar aún al corazón de la única persona que a podido hacerme sentir así. Lo siento. —  se puso el polo que llevaba puesto hace menos de 10 minutos y sucesivamente, de tal manera, tomó también su chaqueta de la cama y la colgó en sus brazos, y lo observó. Su perdición. — Adiós precioso. — volteó para así poder salir por aquella puerta que le permitía ver a su amado, pero no lo logró, su muñeca derecha fue capturada por una muy suave y lisa, tomándolo firmemente.

— No te vayas por favor. Yo te amo, JiMin.