Capítulo Veinte: Las quieres, las tienes

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—Luces ilusionada, incluso te pones cálida y risueña. Increíble, estoy viviendo para este momento.

—No seas exagerado.

— ¿Crees que funcionará?

—Eso espero, yo creo que sí. No sé, tengo fe.

Sonríe y de manera juguetona acaricia mi pierna, atrapo su mano y eso lo hace reír antes de guiñarme un ojo.

—Solo te ponía a prueba. Espero que funcione, te sienta eso de estar risueña.

—Gracias Kurt, pero mejor háblame más de esa Michelle, necesito saber si estoy dejando al mejor vibrador humano en buenas manos.

—Lo mismo digo de ti, muñeca inflable.

***

—Pregunta— dice Krista. De inmediato Valerie, Breana, Parker, Derek y yo la observamos dejando de perder el tiempo antes del programa en el camerino de Krista. Demasiadas personas en un pequeño camerino hacen que todo se vea diminuto. Y el humo de la rizadora que usa Breana en el cabello de Valerie seguramente en cualquier momento nos asfixiará.

—Respuesta, cariño—habla Derek.

Ella alza una revista no muy reconocida y señala los pechos cubiertos en un muy descotado top de alguna tropical y sensual chica. Miro los pechos de Breana, calculando que los de la chica de la revista son algo más grandes.

— ¿Por qué en nuestra sociedad toda chica con implantes de inmediato es tildada de plástica, zorra o hueca? Es decir, no sabía que ponerte implantes, silicona o como quieras llamarlo, afectaba tu cerebro y te hacía diferente de cuando estabas plana.

No puedo evitar reír amando tal declaración.

—Porque aún hay gente con cerebros no evolucionados—respondo.

—He decidido que eso me cabrea. Incluso usan "chica silicona" como insulto. Déjala, si ella tenía el dinero, ganas y disponibilidad para ponerse implantes entonces eso no es malo. El que algunos no quieran tenerlas no implica que hay que juzgar a quienes si quieren y lo hacen. Me parece absurdo y de mal gusto.

»Y miren a este bombón, si me gustarán las chicas estaría babeando por ese par de tetas dignas de hacerle la competencias a la de nuestra Barbie.

—Y mis pechos salen a colación— murmura Breana pero sonríe.

—Yo le doy no solo consejos, le doy una noche y un monumento a esas tetas, implantes o no— asegura Derek pidiendo la revista—. Con silicona o no, mujer es mujer hermosa. Si te gusta, simplemente ya está.

»Pero aceptémoslo primor, nosotros muy bien sabemos que el mundo está lleno de críticas y solo nos queda caminar con la frente en alto y sentirnos dignos y orgullosos de nuestras decisiones, incluso si se trata de operarse las tetas.

— ¿Saldrías con esta chica Parker? —pregunta Breana.

— ¿Por qué no?

— ¿Y saldrías con una chica que tuviera esa misma cantidad de pecho pero sin implantes?

— ¿Por qué no lo haría?

—Exacto, tetas son tetas— asegura Derek con una sonrisa señalando mi pecho y luego el de Valerie.

— ¿Y si tiene pechos pequeños? —reta Breana.

—Pechos grandes o pequeños siempre tendrán pezones y siempre podrán ser estimulados.

—Que diplomático de tu parte, Derek— se ríe Valerie y él le guiña un ojo.

—Pregunta— dice Derek.

Algo más que palabras (#2 Saga InfoNews)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora