Best mistake. Shawn Mendes.

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Mamá- ¡Hola!- Dice mi madre nada más abrir la puerta.- A delante, no os quedéis ahí.

X- Buenas noches. Soy Karen, él es mi marido Manuel, encantada de conoceros.- Saluda con dos besos en la mejilla a mi madre, a mis hermanos y a mi.

Mamá- Bueno, yo me llamo Rachel y ellos son Olivia, Luke y Eva.- Nos señala a cada uno respectivamente.- Y a ti ya te conocía.- Saluda a Shawn con dos besos en la mejilla al igual que ha hecho con sus padres.- La cena ya está lista.- Explica.- ¿Cenamos ya?- Pregunta a lo que los invitados asienten con la cabeza.

Nos dirigimos todos hacia el comedor y nos sentamos. Yo al lado de Luke y de Shawn.

Mi madre saca su plato estrella: rollo de carne al horno (lo siento por los vegetarianos) y empezamos a comer.

Karen- ¿Y cómo os conocisteis?- Nos mira a Shawn y a mi.

¿Momento incómodo? ¡Y qué lo digas! No creo que le haga ni pizca de gracia que le diga que nos conocimos gracias a que el torpe de su hijo va lanzando pelotas a la gente y así provoca el castigo injusto de los demás. ¡Espera! Mi madre no sabe lo del castigo, definitivamente no se que carajos voy a decirle a esta señora y además...

Shawn- En el instituto.- Me saca de mis pensamientos.- Para ser más concreto.- Ríe.- Vamos al mismo curso y nos conocimos en un entrenamiento, cuando cogió mi pelota de baloncesto.

Ugh, maldita pelota, tuviste que llegar a mi.

Manuel- ¿Entrenamiento?- Pregunta.

- Sí, resulta que soy animadora.- Hasta vergüenza me da admitirlo.

Manuel- ¡Vaya, seguro que te veremos en el partido de la semana que viene!- Sonríe.

Ahora que me fijo, la sonrisa de este señor y la de Shawn son prácticamente idénticas.

- Sí, será un placer volverles a ver.- Aunque vosotros me veréis haciendo el ridículo mas grande de mi vida.

La cena siguió con mil y una más preguntas sobre mi vida personal y hasta he tenido que fingir aprecio hacia Shawn. Por suerte, o por desgracia ahora nos han dado permiso para dejar la mesa y me dirijo hacia mi habitación, y adivinad quién me sigue...

Narra Shawn:
¡Al fin nos han dejado salir de ese comedor! Llevábamos como medio año ahí metidos.
Al ver que Eva sube unas escaleras la sigo y llego a un largo pasillo.

- ¿A dónde vamos?- Pregunto intrigado.

Eva- ¿Vamos?- Ríe.- Yo pensaba ir sola.

- ¿Pretendes dejarme abajo aburrido con los adultos?- Me quejo.- ¡Ni hablar del peluquín!

Eva- Bueno, encajas a la perfección con mi hermano de catorce años. Tienes su misma mentalidad.- Se ríe de mi cuando de repente frena al llegar al final del pasillo y abre una puerta de madera clara.

Parece ser que es su dormitorio. Sus paredes tienen algunas fotos colgadas. Veo una ventana con un sillón justo debajo. Su cama es muy grande, al lado de esta tiene una mesita de noche y al otro lado un especie de tocador parecido a los de las casas de muñecas. Creo que se usa para guardar maquillaje, perfumes o algo así, no tengo idea. También alcanzo a ver un armario y al lado un espejo de pie y...

Eva- ¿Piensas entrar hoy o mañana?- Dice a punto de cerrar la puerta.

- Si me lo pides así, tendré que entrar.- Río y veo como rueda los ojos. Amo cuando hace eso, es tan graciosa. Me encanta molestarla.

Me tumbo en su cama y saco mi móvil. Le hago una foto sin que se de cuenta y la subo a mi perfil en la web.

Narra Eva:
- ¡Eh!- Grito al ver como se lanza en mi cama deshaciéndola casi por completo.

Shawn- Tienes una cama gigante. La de cosas que se pueden hacer aquí.- Dice con una mirada pícara.

- ¡Ew, no!- Dramatizo.- Me dan náuseas tan solo con pensarlo.

Shawn- Tus labios dicen una cosa, pero tus ojos otra.- Pone su mano en su pecho a lo poeta apasionado.

- ¡Dios mío, he encontrado a Poppy!- Me burlo.

Shawn- Ríete todo lo que quieras, no me afectan tus tonterías.

- Si no vas a decir nada productivo mejor cállate.- Ruedo los ojos.

Shawn- Bueno...- Se incorpora colocando la almohada.- ¿De qué quieres hablar entonces?

- De como levantas tu trasero y sales de mi habitación.- Le sonrío falsamente.

Shawn- ¡Wow!- Ríe.- ¿¡Qué diablos te pasa!?

- Simplemente, que eres muy molesto.- Digo.

- Tú mejor que nadie, sabes que mueres por mí.- Se me acerca demasiado.- Y eso no me hace molesto en absoluto.

- Claro, muero por que te caiga un piano sobre la cabeza.- Digo retrocediendo, pero choco contra la pared.

Shawn- ¿A sí?- Me acorrala con sus brazos.

- Sí.- Digo mientras que nuestros labios se rozan.- Es más, si te atropellaran yo sería la conductora del vehículo.- Bajo la mirada al suelo.

Shawn- Claro...- Ríe con su mano en mi mentón, subiéndome la cara.- ¿Hay algo más que quieras decirme?

- Sí.- Susurro nerviosa.- Te odio.- Digo y él rompe el espacio entre los dos dándome un corto beso en los labios. Iba a seguirlo cuando alguien grita mi nombre.

Mamá- ¡Eva!- Interrumpe desde detrás de la puerta.- Los padres de Shawn ya quieren irse.- Dice.

Shawn- Adiós guapa. Tendremos que dejar lo de tu cama para otro día.- Dice con una sonrisa y se va.

¿¡Qué demonios acaba de pasar!?