Maratón cuarta parte
Narrador omnisciente
Mientras los Elebads celebraban su próxima victoria, en la aldea estaban atemorizados.
En las noticias mundialmente aparecen las extrañas nubes negras y doradas que se ven en cada parte del mundo sin excepciones.
Tornados, huracanes y tsunamis es lo que enfrenta la humanidad a causa de la pelea de los dioses.
Los elementars y portadores jamás le guardaron rencor a los humanos, ellos si superaron que fueran perseguidos.
Muchos de los ya nombrados salieron de sus escondites a ayudar a la humanidad.
Elementars parando tsunamis, portadores ayudando a los que caen de edificios.
Para los humanos, la vieja leyenda de esta haciendo real, ese viejo cuento que nos contaban de niños: "Hay personas especiales, personas con poderes"
Solo habían pasado veinticuatro horas desde que comenzó la batalla de los dioses.
Si así seguía todo, ni con ayuda de los buenos el planeta sobrevivirá.
Los portadores estaban atentos a cada movimiento de los cazadores, estaban listos para una guerra en cualquier momento.
Su ciudad fue la menos afectada en esta gran catástrofe gracias a las grandes mentes de estos mismos.
Estás grandes mentes que tomaron millones de precauciones para estar a salvo.
Desde México, Chris, miles de elementars y portadores salieron a ayudar.
Las hermanas se quedaron a cuidar a Caroline, siempre que hay una catástrofe la gente se vuelve despiadada y busca el bien para uno mismo.
Robos, asaltos y muertes, se vieron reducidas gracias nuevamente a los portadores y elementars pero, no todas.
Los cazadores no se quedaron atrás y provocan todo el daño posible siguiendo los pasos de su dios.
No perdieron la oportunidad en cazar un par de portadores...
El pánico se volvía mundial, alguien debía hacer algo.
Y ese alguien es ella.
La castaña se había encerrado en un aula mientras que pensaba en un plan.
Estaba totalmente sola, todos celebraban en el estadio.
—Estúpidos—Murmuró la castaña mientras agitaba su lápiz.
Después de bañarse (Pues seguía sucia y llena de sangre) y ponerse otro vestido, decidió recorrer el laboratorio.
El laboratorio era uno de los pocos lugares que yacían intactos, sin ni una mancha.
Parecían ser cuidados para poder ver el reflejo de uno mismo en el suelo.
Andra miró a su alrededor y vio tecnología que era incapaz de comprender.
Ahí fue cuando se le encendió el bombillo.
—¡Un teléfono! Tan simple como eso—Murmuró eso último.
Encontró un artefacto que tenía pinta de ser un celular pero, era muy extraño, parecía tener el mismo tamaño que su cabeza.
Marcó el primer número que se le vino a la mente y rezo para que le contestaran.
Al otro lado de la línea, esa persona estaba muy ocupada pero, en su interior sabía que era muy importante.
Ese instinto de madre que te avisa cuando algo es importante.
Y contesto, llevándose la alegría más grande del mundo.
Andra se aseguro de decir lo justo y necesario, no sabía si la llamada sería rastreada.
Oyó a su mamá sorbar su nariz y soltar más de diez «Te quiero, no lo olvides».
Andra se proponía ser fuerte, ser algo menos humana no dejarse llevar por sentimientos.
Pero, no siempre se logra.
Por que, por más mounstrosa que seas, tienes un lado humano, tienes sentimientos.
Eso pensaba Andra en momentos de debilidad.
Le pasó una dirección a su madre seguido de un «Te amo, pase lo que pase, espero que Jatniel no te vuelva loca»
Y colgó, con el corazón en la mano, le colgó a su madre.
Por que sabía que si seguían hablando ella era capaz de abandonar su misión.
Pero no lo hará.
Ella vengará a cada persona que murió a causa de esto.
Andra cerró sus ojos repriendo algunas lágrimas y suspirando, creyendo que hace el bien...
Lo que no sabe, la venganza es un acto de maldad y sobre todo, si quieres hacerle daño a alguien.
Sin que se de cuenta, sus ojeras ya marcadas brillaron un poquito más.
Pero ese poquito más, está contribuyendo a la maldad.
Mientras tanto en Canadá, los chicos armaban un plan para entrar a cada una de las bases de los Elebads.
No pararán hasta vencer.
Nadie lo hará.
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Atrapada con los elementos
Science FictionAndra Roberts es la hija de los elementos. Ella lleva en sus venas el resultado de la unión aparente entre humano y elementos. La chica de tan solo quince años, se verá involucrada en una batalla a la que cree no pertenecer. En su cuerpo, las primer...
