T R E I N T A Y C I N C O

1.1K 119 18
                                        

Narra Noah

—Iris, ¿Qué has comido?—Murmuré

—Cuando dijeron que quedarían totalmente agotados no creí que significaría totalmente agotados—Dijo Brais

Al momento de teletransportar a la última persona, literalmente, calleron rendidos.

—Son muy pequeños aún—Rodó los ojos Daisy— No tienen mucha experiencia teletransportando a tanta gente y tan rápido.

—¡Miren chicos, Flora de orino!—Gritó Joao.

Si... No creo que eso sea orina.

—Y ahora nosotros que hacemos con dos bebés en camino, dos chicos desmayados un inútil, digo Joao—Habló Matt.

—¿Estamos muy lejos de la casa de tus amigas?—Preguntó Daisy.

Me encogí de hombros.

¿En serio creen que se donde estoy parada al menos?

—Creo que las llamaré—Dije y me acerqué a un teléfono público.

Contesta....

Vamos...

Malditas zor...

—¡Hola!—Dije—Soy Noah. Necesito ayuda.

¿Dónde estás, zorra?—Habló

Que linda es.

—Plaza de armas—Leí en un letrero.

Venga, estamos en camino—Me colgó.

—Chicos—Flora tenía una gran sonrisa—Si no me sacan estas cosas, me moriré.

[...]

—¡Yo no!—Gritamos al unísono.

Nadie quiere ver un parto, asco.

¿Y de dónde saliste tú?

En fin.

—Gallinas—Daisy entró a la sala.

Sorprendentemente, mis amigas conocían un pequeño doctor de elementars.

—¿Alguien me dice por qué diablos estoy sobre Jatniel?—Iris, quien se acaba de despertar, se sobaba los ojos.

—Y me dirás que no te gusta—Rió Brais

Literalmente, llegamos tan rápido acá que botamos a Jatniel en el suelo y a Iris arriba de el.

Iris se levantó algo adolorida, se peino un poco su cabello rubio y nos dio una sonrisa.

—¿Qué hay de nuevo?—Sonrió.

—Flora dará a luz—Joao se sentó en un sillón y se mordió las uñas.

Asco.

—¿Por qué estoy en el suelo?—Jatniel se sobaba los ojos.

Tal para cual.

—Y, ¿Por qué siento que me pusieron una vaca en cima?

Iris, por su parte, abrió su boca formando una "o". Se sacó la zapatilla y se la tiro.

—Buen tiro—Dijo Matt y choco puños con ella.

—Noah—Canturreo Daisy con una sonrisa malvada.

Daisy estaba sosteniendo la puerta para que no se cerrará y prácticamente solo se veía su cabeza.

—Flora te requiere ahí dentro—Rió.

Madre mía del amor hermoso, Sálvame.

—Ahorita no, joven—Sonreí.

Daisy abrió un poco la puerta.

—¡Noah Bouchard! ¡Si no vienes ahora mismo, te corto las...!

Daisy cerró la puerta.

—Mucha información—Rodó los ojos—Entra ya.

[...]

Narra Andra

—¿Así que tú fuiste la que me mandaba mensajes todo este tiempo?

Caminaba de un lado a otro observando a mi al rededor, es muy sombrío.

Este lugar... Es tenebroso.

—No exactamente yo—Se cruzo de brazos y me miró—Yo no tengo poderes telepáticos ni nada por el estilo.

—¿Entonces...?

—Entonces—Miró a su alrededor y suspiró—Estamos en una cárcel, hay muchos portadores también, con un poco de dinero, caen fácil.

—¿Por qué nunca oí de tí?—Pregunté.

¿Es posible que en todos estos años jamás se me pasará por la cabeza la existencia de ella?

—Tu padre me tiene acá desde que se volvió un elebad y yo no quise convertiré en una—Sonrió cínicamente—Debí criarlo mejor, es mi culpa.

—Vamos abuela—Rodé los ojos—No es tu culpa que una persona se vuelva como es.

Me senté en una pequeña silla de madera en frente su cárcel.

Una fría cárcel de rejas, ¿Por qué mi padre haría esto?

—Tu padre tenía muy en claro que nuestra sangre era de la más fuerte—Comenzó su relato—Pero concentró toda su fuerza en el mal.

«Con engaños me trajo hasta acá al igual que tu abuelo pero el... Esta en una celda más alejada—Se encogió de hombros.

—¿No han tratado de escapar?—Enfatice

—Nosotros si pero, es algo muy complicado, algún día te enseñaré—Guiño un ojo—Para el resto de prisioneros es como un hotel cinco estrellas, ya sabes, todo gratis.

Narrador omnisciente

Drew, o "D" se estaba muriendo de ganas de decirle toda la verdad a Andra.

Se moría por decirle que su padre la convertiría en un arma.

En su arma de matar.

Pero eso, no sería posible.

Eso alteraría todo, Andra intentaría escapar, todos se pondrían en su contra, los castigos volverían.

El proceso de volverla arma mortal se adelantaria.

En estos momentos, el destino de Andra dependía tan solo de su equipo.

Mientras tanto, Flora seguía en parto.

—¡Quien me manda a embarazarme!—Chilló

—Lo mismo opino—Rodó los ojos Noah

Narra Caroline.

—¿Disculpa?—Pregunté—¿Cómo que mi hija es la más buscada de todas las aldeas elementars y lo que sea que sean los portadores?

Abrí los ojos mucho e hice lo mejor que pude hacer.

Correr.

Si mi hija es la más buscada, significa que está en problemas y mi deber como madre es pegarle un chancletazo.

Digo, ayudarla.

Corrí bosque a dentro y los guardias no me siguieron.

Luego de unos minutos, sentí que alguien me jalaba.

Genial, me atraparon.

—¿Caroline?—Preguntó.

—¿James?—Dije—No entiendo nada de lo que pasa.

—Estamos en un gran problema, Caroline. Muy grande.

Atrapada con los elementosOù les histoires vivent. Découvrez maintenant