Atrapada con los elementos

T R E C E

¡Maldito parásito!

—¿Por que siempre resulto herida yo? ¡Habían niños jugando ahí, les debió caer a ellos la rama!—Dije con una bolsa de hielo en la cabeza

Después del incidente con Flora, regresamos a la cabaña para poder curarme.

—Eso es cruel Andy—Brais me abrazó por la espalda—Ya estarás mejor, tranquila.

Al menos hay alguna educado y lindo aquí. Alguien que se preocupa...

—Solo falta que con Noah entrenemos en un volcán—Dije sin pensar.

—¡Tenemos uno artificial!—Grito Noah

¿Cómo hacen para tenerlo todo aquí?

Bueno, también tenemos a personas que no son tan concideradas y lindas.

Meh.

—¡Ni lo sueñes!—Bufé.

—Perdón, Andy— Se disculpó por séptima vez Flora— No me di cuenta, solo no lo controle —Tenía la mirada baja.

—Da igual—Me encogí de hombros— En este tiempo que he estado acá, casi me ahogo, me boto un tornado y un árbol cayó en cima mío—Hice un ademán restándole importancia.

Casi nada me paso en este tiempo, se nota que el destino me ama.

—Y aún queda el entrenamiento con Noah—Canturreo Matt, quién entro junto a Joao.

Quién por cierto, se estaba comiendo mis galletas.

M-I-A-S

—¡Deja mis galletas, maldito parásito!—Dije, Joao se encogió de hombros y se comió otra.

Firmo su muerte.

¿Por qué siempre están comiendo mi comida?

—Tarado—Murmuré—Ya verás Roy.

Dejé mis galletas en mi pequeña caja fuerte—Que casualmente, estaba en mi habitación—Y volví con los chicos.

Esto es muy raro pero lindo.

Estoy en familia, esta es gente que no me lastimaría—O al menos no a propósito.

Flora es como una madre, siempre preocupándose y pegando sales cuando eres idiota.

Brais es... Un idiota que ahoga gente, pero lo quiero.

Noah es la gruñona de la familia.

Matt es el raro, pero se le quiere.

Joao es como un hermanito menor—El cual no tengo...

Si, no tengo, ¿Porque? Unos hijos de puta mataron a mi hermanito menor.

Lo extraño, éramos muy chicos.

Pero en fin, necesito poder superarlo.

Después de tantos años de lo sucedido, será momento de superarlo...

—¡Andra!—Gritaron al unísono

—¿Qué pasó?—Moví la cabeza de un lado al otro despejando esas ideas.

—Tienes que entrenar con Noah, ¿Recuerdas?

«Es la última oportunidad, veamos qué pasa.

Veamos qué pasa...