Una nueva vida AkaFuri

De ahora en adelante

—mnnhhh

Tenía calor. Sentía algo pesado sobre él, trató de moverse pero no pudo. Entre abrió los ojos y encontró a Akashi Seijūrō dormido y aferrado a él. Su mano estaba rodeándole la cadera, sus piernas estaban enrolladas y algo pinchándole la pelvis. Se sonrojó al sentir que era, trató de moverse pero sentía más aquella parte inferior despierta del pelirrojo.

Tras unos cinco minutos sin moverse la alarma sonó, Seijūrō se removió al escuchar la alarma y trató de levantarse pero notó que sus manos estaban en alguien, rápido abrió los ojos y vio a aún sonrojado Kōki

—Buen día, Akashi— murmuró avergonzado.

—Buen día, Kōki— se acercó a besarlo —hmmm realmente me gustaría levantar me todos los días a tú lado, Kōki— murmuró mientras mordisqueaba la oreja del castaño.

—aghhh—gimió. A él también le gustaba la idea, su corazón se aceleró "ya hemos perdido mucho tiempo, y nos amamos" — A mí también me gustaría— dijo sonriendo dulcemente.

—Kōki ¿Eso es un...? — no término de hablar por sus labios fueron sellados.

Kōki invadió la cavidad bocal de Seijūrō e inició el vaivén entre sus lenguas. Subió sobre él y quedo sentado en la pelvis, se dedicó a besarlo y comenzó a frotarse. Seijūrō rodeo con sus manos la cintura del castaño, su miembro comenzaba a despertarse más de lo que ya lo estaba.

Por falta de aire se separaron unos segundos y continuaron con el demandante beso.

—Ahhh Seiii— jadeó al sentir como sus miembros se rozaban a través de la tela del bóxer (únicamente vestía una playera grande que le quedaba a mitad de sus muslos) y los pantalones de Seijūrō.

Seijūrō estaba a punto de meter la mano dentro del bóxer de Kōki cuando se escuchó el llanto de Kōtaishi.

Kōki se separó de inmediato —Lo olvide...— dijo bajándose del pelirrojo y de la cama para dirigirse a la puerta — Será mejor que te 'enfríe', S-E-I-J-Ū-R-Ō—dijo excitado y salió de la habitación.

Seijūrō sólo se cubrió el rostro con el brazo y minutos después se levantó al bañó.

Kōki se dirigía a la habitación, esperaba recordar el pasillo por donde había pasado. Tras minutos de andar siguiendo el llanto de Kōtaishi llegó a la habitación y encontró a Tanaka-san tratando de calmar a Kōtaishi.

—mami— grito llorando y se aferró a las piernas desnudas de Kōki.

—Ya cariño, todo está bien— dijo cargándolo —Buen día, Tanaka-san.

—Buen día, Kagami-sama— dijo algo apenado por cómo estaba vestido el castaño.

—Lamento si Kōtaishi lo asustó. Se asusta al despertar en un lugar desconocido y no verme— explicó frotando la espalda de Kōtaishi.

—Oh no se preocupe. Trate de calmarlo pero no funcionó.

—Gracias

—Mami... Baño— dijo aferrado al cuello de su mami.

— Claro mi bebé— dijo bajándolo y buscar la ropa.

—Kagami-sama ¿Qué le gusta al pequeño de desayunar?— preguntó Tanaka. Una almohada salió volando en su dirección.

—Kōtaishi— grito Kōki.

—Soy Kagami-sama para ti, Kei— ordenó kōtaishi.

—Lo siento, no le gusta que le llamen pequeño— dijo dando una reverencia—Kōtaishi cuantas veces tengo que decirte que arrojes cosas a las personas y no le hables así.