4 meses

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Habían pasado cuatro meses desde el nacimiento de Kōtaishi, y Kagami Ryuuji andaba a las prisas, ese día haría el examen para la universidad. Gracias al tutor que tuvo y al esfuerzo que le dedicó al estudio puedo graduarse de la preparatoria.

—Kazehaya-san vamos— dijo revisando su mochilay los documentos.

—Ya voy, Ryuuji-sama— dijo arrancando el auto.

Llegaron 10 minutos antes a las puertas de la universidad con un horrible rechinido de llantas al estacionarse, llamando la atención de todos. Pues Kazehaya había conducido como loco, ya que el tráfico los atrapó a medio camino.

—Te llamó cuando salga— dijo mientras abría la puerta del auto —Puede ir a donde quiera, son 4 horas.

—Buena suerte, Ryuuji-sama— respondió con una sonrisa.

—Gracias— dijo bajando del auto. Notó las miradas sobre él, así que únicamente apresuró el paso.

Kazehaya Ritsu observó como el castaño se perdía entre las personas; arrancó el auto y buscó una cafetería cerca para esperar. Entro y se ubicó cerca de la ventana con vista a la universidad.

Se había enamorado de Ryuuji Kagami, no le importaba que tuviera al pequeño Kōtaishi, pero, sabía al igual que todos los demás que a pesar de todo, Ryuuji amaba y seguiría amando al padre de Kōtaishi.

No sabía quién era el padre, pero tendría que ser una persona especial y perfecta. Cuando Ryuuji le relataba al pequeño Kōtaishi sobre su padre, siempre tenía una hermosa sonrisa en su rostro. Sabía que sería en vano intentar algo con él, pues sin duda alguna recibiría el rechazo.

———

Tres horas pasaron y Kōki salía del aula; se estiró cual minino. El examen le resultó 80% fácil y el restante algo complicado pues nunca fue bueno con las matemáticas.

Quienes ya había terminado se le quedaban mirando, pues la camioneta en que había llegado era de lujo.

Se colocó su ya acostumbrada boina y los lentes. Llamó a Kazehaya y salió rumbo a la entrada, al llegar Kazehaya ya se encontraba fuera de la camioneta, en cuanto lo vio le abrió la puerta tracera. —¿Cómo le fue, Ryuuji-sama?

—mmm creó que bien... Lo sabremos en un mes— dijo con una sonrisa amable —Cierto... Vamos al centro comercial, me quede sin leche y pañales para Kōtaishi — dijo antes de subir. Kazehaya cerró la puerta, subió al asiento del piloto y salieron rumbo al centro comercial.

—¿Quién demonios es ese?— preguntó uno de los chicos que habían puesto atención pero no había entendido nada (habían hablado en japonés).

—Quién sabe...pero es japonés. No entendí mucho, pero dijo algo sobre comprar y un príncipe— dijo una chica.

———————Un mes después——————

Kōki estaba ansioso y a la espera de los resultados, se movía de un lado al otro con el pequeño Kōtaishi en brazos.

Sabía que Taiga había logrado entrar a la Universidad de Tokyo y estudiaría Administración de empresas y los sábados un curso de chef. Mientras que Kuroko literatura.

El timbre sonó, Yokozawa abrió la puerta y era la correspondencia. Entró con ella y le tendió la carta a Ryuuji —Cargó a Kōtaishi-kun para que la lea con calma.

Kōki le entrego a Kōtaishi y se dispuso a abrir la carta. Sus manos temblaban, abrió la carta y leyó...


—Ryuuji-sama... — dijo Yokozawa al ver lo llorar.

—No puedo creerlo— dijo gritando.

—¿Qué pasa?— dijo asustado Ryunosuke quien había salido corriendo del estudio al escuchar el grito.

— Me aceptaron...

—Felicidades— dijo Ryunosuke abrazándolo ——Todo con esfuerzo se peude.

—Gracias... Todo te lo debo a ti, Papá— dijo Kōki. Siempre estaría agradecido con Kagami Ryunosuke.

—————

Kōki se inscribió en la fecha correspondiente y al mes ya había comenzado sus clases.

Sus compañeros sólo sabían que era un chico muy reservado y casi siempre estaba sólo con un libro en la mano o el teléfono, o rara vez lo veían jugar basquet. También que siempre usaba una boina y lentes.

Los que lo había tratado decían que era un chico muy amable y educado; las chicas por su parte decían que desprendía sensualidad al caminar y cuando sonreía. Su tono de piel, el color de su cabello y cuando peinaba su cabello hacia atrás dejaban ver al hombre sexy y seductor.

Todos sabían que era llevado y recogido de la universidad por el mismo hombre. Rara vez lo llevaba un hombre alto, delgado y de cabello platinado (Takumi).

Eso era lo que sabía de Kagami Ryuuji.

—————— Japón——————

Seijūrō se había graduado con honores de Rakuzan. Había interesado a la Universidad de Tokio a estudiar Administración de empresas y los sábado Negocios empresariales.

Todo su tiempo lo dividía entre la universal, la empresa y la búsqueda de Kōki. Aún no había rastros de él. El único avancé que tenía era el hecho de que Imayoshi-san había descubierto que alguien borró del registro familiar Furihata a Kōki. Supuso que fueron los padres del castaño.


Sin embargo aún no entendía por qué sus padres lo habían corrido. Kuroko le sugirió que tal vez el día que se enteró que se iba a casar, Kōki les dijo a sus padre y ellos lo corrieron al saber que había mantenido una relación con otro varón....Él sentía culpable y lo peor del mundo, donde quiera que estuviese Kōki lo ha de estar odiando, pero no le importaba, tarde o temprano lo iba a encontrar y recuperaría su amor.

Su celular lo sacó de sus pensamientos, vio el destinatario y sonrió. Sólo cuando era algo sobre el pequeño que le robo el corazón, le mandaba mensajes.

Esta vez era una foto del pequeño Kōtaishi sobre el abdomen, que era tal vez su padre o su abuelo. En ella se podía observar al pequeño desnudo, chupándose un dedo y con sus ojos cerrados. Una emoción desconocida siempre le recorría su corazón cada vez que veía al pequeño Kōtaishi.

Se le hacía raro que Taiga se las enviara, pero suponía que era en agradecimiento por el león. Estando en sus clases se lo preguntó y dijo que siempre que veía al león quería agradecerle a Akashi por él.

—Akashi-kun.....— dijo Kuroko.

—¿Qué pasa, Kuroko?— preguntó regresando la mirada a peliceleste.

—¿Todavía nada?— preguntó.

—No...nada— respondió triste.

Kuroko se le quedó viendo, Akashi se había vuelto temible en cuestión de negocios y cuando algo lo amenazaba a él mismo y sus amigos. Fuera de eso, era alguien triste y deprimido, consumido por la desesperación y la culpa.

Furihata Kōki no aparecía, a pesar de que salió en todo el mundo la noticia de la rebelión de Akashi.



Hasta que al fin pude editar uno. 

Espero les haya gustado.Nos leemos pronto.

Una nueva vida     AkaFuriWhere stories live. Discover now