Ashley.

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A Matty le gustaba su trabajo, vendía vinilos y CDs en la tienda del grandioso Maxxie, que resultó ser muy amable y agradable con él, también tenía dos compañeros, Kevin y Val, eran nuevos igual que él. Matty se encargaba de limpiar las repisas, el suelo y ocasionalmente, le tocaba el mostrador; Kevin tenía que acomodar de manera alfabética los vinilos y los discos, debía al igual que Matty, recibir mercancía y a él le tocaban los baños, aunque después del todo no estaban tan sucios, pues sólo eran ellos tres; Val hacía las cuentas y estaba en el mostrador, era la más apta para las operaciones y también la menos descuidada.

A Matty le gustaban los miércoles, eran los días más relajados y en los que salía temprano... También eran los días dónde salía a conocer chicas de las colonias más adineradas, las mismas que bailaban música latina hasta el suelo y las que se emborrachaban rápido. Matty no se metía con ninguna de ellas; para Matty, esas chicas a pesar de jugar a su modo, caían por cualquier zoquete algo guapo, con un bonito coche y dinero para el motel de esa noche, (con los perservativos incluidos), Matty no tenía fé en enamorarse de alguna de ésas chicas sin importar lo guapas o muy bien proporcionadas que fueran y de igual manera, muchas de ellas no pasaban de ser caras bonitas y ya. El sólo estaba ahí para conseguir "favores", (económicos, reconocimiento de tipos verdaderamente adinerados), y hacía "amigos", ahí había encontrado su próxima joya: Un gerente de Interescope, una disquera muy importante para él, la que habían estado hostigando porque no les habían dado una cita formal; el gerente se llamaba Rick Müller, tenía familia alemana y era un galán de primera, era lo único que sabía de él, ah y que tenía una novia muy bonita llamada Sarah Affleck, que era modelo para Calvin Klein y Victoria's Secret.
Sip, de ése peso social y talle económico eran las amistades nocturnas de Matty, siempre encontraba un chico con quien conversar y ése mismo se ofrecía a llevarlo a casa así que dinero no gastaba, se daba cuenta que eran menos elitistas de lo que la demás gente veía, al tener dinero, a muchos les daba igual, Matty sólo le mentía con lo del coche y la casa en Malibú a chicas que veía menos unidas a los grupitos sociales porque sabía que no correrían el chisme, a las demás solo les decía que era músico y a los chicos igual, y al estar prácticamente adecuado a ésos chicos, no necesitaba sobre - actuar ni nada, era él mismo como siempre.

Pero lo que Matty no sabía, era que ésa noche, todo cambiaría.

Ésa noche como todas las demás, Matty tenía un pantalón de mezclilla negro y una camiseta de vestir de manga larga con detalles tropicales, aunque a veces sólo eran de algodón liso o satinadas y el típico saco marrón oscuro de gamuza o negro de imitación de piel; la camiseta dependía de que tan animado estuviera y éste día, Matty iba muy animado, llevaba una camiseta color azul rey de satín e iba dispuesto a conquistar a la chica con la que hiciera una conexión más o menos amorosa.

8:52 p.m.
En Línea, Número Desconocido.
" Hey guapo 😘"

Matty vió el mensaje y se sintió repulsivo, ni siquiera sabía quien era, pero estaba decidido a ver que clase de chica conseguía para salir a pasear por la noche y tal vez pasar la noche junto a ella, entonces contestó:

8:54 p.m.
En Línea, Número Desconocido escribiendo...

"Hola, preciosa, ¿qué hay? "
" No mucho, ¿quieres ir de fiesta? "
" Bueno, me parece bien "
" Llevaré amigas, lleva a alguien si gustas, mis amigos estarán felices de verte, les caíste muy bien en la fiesta anterior"
" Es bueno saber éso, ¿es en el club, verdad?"
" Obvio, es la tradición, te esperamos"

Leído 8:57 p.m.

Matty ya sabía quien era por la referencia y obvio la foto de perfil con un Té Chai y un bonito rostro rubio posando como si le mandara un beso a todo aquel que merodeara su foto. La chica se llamaba Alexis Wright y su padre era dueño de una cadena de restaurantes donde sólo se daba el desayuno y postres llamado "Sweet! ", la chica era bastante glamourosa, como la mayoría de las chicas como ella; cabello y sonrisa impecable, en forma y muy guapa, estudiaba en la universidad, "siempre salía pero siempre tenía todo" era lo que escuchaba de sus amigas de borrachera.

El club en el que se verían, se llamaba "Minx", un pequeño oasis latino entre tanta formalidad inglesa.
Al llegar había 5 chicas, las contó porque divisó una chica de más y era inusual, la hermosa Alexis era muy elitista eligiendo sus amistades; no por el dinero, era el "porte" que le daba su compañía, para Alexis la imagen de sus amigas y acompañantes debía ser de gente que impusiera, firme... O en pocas palabras, gente que aplastara a los demás sin piedad si se oponían a lo que ella mandaba y ordenaba; se acercó a saludar a todas las chicas de manera amistosa y algo formal, al ver a la nueva se detuvo.

Matty se congeló, ya había visto ése rostro antes.

- Matty, querido, te presento a mi nueva amiga, viene de los Estados Unidos de intercambio y recién ingresada, es un encanto, ¿no?

¿Qué si era un encanto?
Era la mesera del restaurante de Maxxie,
llevaba una falda de lápiz zapatillas bajas, un corpiño rosa pálido, con cuello en forma de holán... Y vaya que se veía muy bien, llevaba el cabello largo y castaño. Lo que enganchó de plano a Matty fueron sus ojos, tenía una mirada sospechosamente misteriosa y profunda.

- Oh, ya nos habíamos conocido antes. Un placer, Matty Healy.

A diferencia de que ella no estaba sonrojada, estaba con un porte serio.

- Es verdad, mucho gusto Matty, soy Ashley Frangipane.
- Interesante... - Sonrió para sí mismo- Y ahora, si gustan pasar... Primero las damas.

Las dejó pasar primero y la última era Ashley, la tomó del brazo y le susurró:
"Que sorpresa, tenía la corazonada de que alguna vez nos volveríamos a ver. Te ves tan preciosa como la primera vez que te vi en ese uniforme."
Ashley volteó y le sonrió tímida, bajó la guardia en cuanto había escuchado éso. ¿Qué habrá sido?

- ¿Que intentas, Matthew?
- Matty por favor, y nada más que conocerte, misteriosa "A". No podía dejar de pensar en ti, pero ya ves, el mundo es pequeño.

Ashley estaba más que feliz de escuchar éso, no lo esperaba.

Conversaron mientras llegaban a donde Alexis y sus amigas se sentaron en una mesa, al fondo del club, en la más grande de ahí, poco a poco comenzaron a llegar los demás chicos y en la repartición social, Matty y Ashley se separaron para conversar, beber y bailar con los demás.

A lo largo de la noche, no se podían quitar los ojos de encima uno del otro.

Ponían reggaeton, Matty alguna vez vio en YouTube como se bailaba, pero no le apetecía verse tan salvaje con Ashley para que viera sus deseos hacia ella, esperó una canción de salsa.

- No sé bailar, ¿me cedes ésta pieza?
Ashley rió, tenía una risa angelical.
- Yo si, novato, vamos.

Ambos se colocaron al centro de la pista, Ashley si que sabía bailar, Matty sólo podía seguirle el paso de una manera media extraña pero divertida y eficaz.

Sus ojos que brillaban, su sonrisa muy fresca, el cabello que rozaba en su boca cuando bailaba muy agitada, su olor a Margaritas y Vodka.

Al terminar la canción, se dieron cuenta que eran los únicos en la pista y que todos les habían estado aplaudiendo desde que se pararon ahí, estaban muy concentrados uno en el otro.
Matty estaba hipnotizado y listo para lo que decidiera hacer Ashley ésa noche.
Matty se detuvo un momento en el baño a pensar que tal sería Ashley, un: "Vamos a tu casa" ó "Nos vemos luego, la pasé muy bien".

1:47 a.m.
Todos salieron juntos, Alexis estaba abrazadísima de Roy, un conocido de ellas, las otras tres chicas se encontraban en la misma situación, una de ellas, Mandy estaba recargada en el Lamborghini de su acompañante que el Valet Parking acababa de traer y ambos se veían más que llenos de euforia y placer.
Ashley estaba media ebria pero aún articulaba.
- Matty...
"Dios mío, ésta es la parte decisiva", pensó para sí mismo Matty.
- Si dime, Ash.
La abrazó y la sostuvo así hasta que pudo volver a tomar aire.
- Llévame a cenar a uno de ésos tantos Foodtrucks tengo muchísima hambre.

¡¿QUÉ?!

- ¿Segura?
- Necesito algo en mi estómago ya, ven vamos, yo invito si quieres.
- Pues... Deja pido un Taxi al centro.

La soltó del abrazo y le dió su saco, la mayoría ya se había ido probablemente a ocuparse de sus necesidades carnales y ellos ahí preguntándose que cenarían.

Inesperado y bien jugado, ¿qué estaba pasando? Parecía buena señal, ¿pero ésta chica era siempre así de espontánea? ¿Qué pasaría?

Alguien MásTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang