Capítulo 5

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Capítulo 5

-¿No estas preocupado?.-Le preguntó sorprendido. Si él se encontraría en esa situación, probablemente, se hubiera ido del instituto al día siguiente. No entendía como el rubio mantenía la calma.-¿No te incómoda en lo absoluto?.-Volvió a preguntar con la misma sorpresa, Jensen siguió entretenido con el sándwiche de jamón que tenía entre las manos. Lamio sus labios con deseo y antes de su primer bocado habló.-No Jared, ni en lo absoluto.-habló entre dientes con la boca llena.-¿Crees que eso me intimida?.-Le preguntó. Jared asintió.-Pues no.-Dijo.-¿No tienes curiosidad de quien pudo haber sido?.-Salió del salón junto a Jensen, pasando por el pasillo, para entrar a la sala de los profesores.

-Salió del salón junto a Jensen, pasando por el pasillo, para entrar a la sala de los profesores

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Jensen observó pensativo el suelo, buscando alguna respuesta y algún posible culpable. Pero su lista era muy

reducida. Le era imposible pensar en alguien que le hiciera  daño de esa manera. Todos amaban a Jensen. Todos necesitaban a Jensen en su vida. No sólo alumnos y profesores. Hasta los padres, conserjes y directivos del instituto lo estimaban. Sólo había una persona que era capaz de hacerle daño, pero le era inaceptable, es ese momento dudar de la persona que tenía en frente, Jared. El más alto persivio la mirada de su compañero.-¿Que piensas?.-Frunció el ceño.

-No te ofendas, Jared. Pero si tendría que dudar de alguien.-Suspiró. Realmente no quería decirle aquello.-Sería de ti, ¿ok?.-Jared le lanzó una mirada incapaz de creerle lo que escuchaba.-¿En serio crerias que fui yo?.-Se apuntó con su dedo índice.-¿Justo yo?.-Jensen sonrió con chiste. Volvió a comer de su almuerzo.-Bueno, ahora no claro, pero lo pensaría, lo afirmaria y hasta iría a confrontarte sin siquiera tener pruebas.-Jared afirmó con falsa modestia.-Pero no ahora, quiero decir, se que no harías nada para lastimarme.-Sonríe tiernamente y Jared no se resiste a, delicadamente, to mar su mano por de bajo de la pequeña mesa de la sala de profesores.

Sienten algunas miradas y susurros, a Jensen no le incomodan. Hasta parece que no lo escucha, esta sumergido en un baldío de sueños y esperanzas cumplidos, con aquella sonrisa idiota y sus ojos risueños. Mientras que Jared, se incomoda, persive in espasmo en la espalda y, sin descaro, suelta la mano del rubio. Le Sonrie de constado y le afirma que debe ir a la siguiente clase, era miércoles de media mañana y el cuarto año no podía esperar mucho, se escaparian del salón y el castaño sería responsable. Jensen sólo asintió. Lo saludó con la mano y suspiró al verlo salir del cuarto. No sabe cuanto tiempo estuvo alli, sentado en aquella silla plástica y maltrecha, pensado en como si vida había cambiado en unos días, estaba dispuesto a pedirle a Jared ser su novio, aunque apenas llevaban de salir juntos. Ni si quiera habian salido ala calle, sólo se veían en las horas de descanso y en el gim cuando Jensen dejaba a los chicos partir.

El rubio tenía sus  dudas, no de Jared, ni su amor por él, simplemente tenía la duda si hiba lo suficiente rápido para ahuyentar a Jared y que se salga de su lado. Después de todo, para los ojos de la comunidad, Jared era heterosexual, con una novia<<Que nadie conocía, y que nadie jamás hiba a conocer>>. Suspiró agotado, observó el reloj de su muñeca, y con la torpeza de su cuerpo, al tratar de levantarse de su silla, se enredó con sus propios pies, callendo al suelo de boca.

Jared movía los dedos de sus manos nervioso, con el pecho exaltado y la respiración acelerada, observó a todos los de la clase, escribiendo en sus hojas evaluativas. Echó una mirada rápida a todo el salón, por si alguien miraba deciado hacía abajo del banco. Se levantó, cruzando su escritorio, comenzó a pasear por todo el salón, pensando, analizando, creando, deshaciendo y reconstruyendo. Aún las manos le temblaban y sus labios se secaban por su exagerada inhalación para respirar. Mordió su labio inferior y al estar tan sumergido en sus pensamientos no pueo notar a cierto chicos haciendo trampa en el exámen. Eso jamás le pasó a Jared, pero tenía motivos, y unos grandes motivos. Minutos antes, el celular le había vibrado desde su bolsillo.

¿Que tal hijo?, en unas semanas iré a California a visitarte a ti y Karol. Besos.

JENSEN | J2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora