CINCUENTA

404 34 6
                                    

Una vez en la cocina, Steve me ofreció su mano para realizar el acto. No pude dejar pasar el hecho de que tenía un dedo faltante en cada mano.

-Ya has hecho esto antes, ¿no es así?

-Eso no es algo que te importe. Hazlo ya.

Y sin pausas en el medio el filo atravezó su dedo y su sangre salpicó mi ropa.

72 Horas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora