Magische Geschichte 5

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De camino, a donde quiera que sea ese tal "campo", vi paisajes inolvidables, escuché música muy hermosa y hasta llegué a pensar que era el mejor fin de semana de mi vida.

Luego de casi 4 horas de viaje llegamos a una pradera bellísima. Solo había una pequeña y acogedora cabaña de palos seguida de un hermoso río. Corrimos hacia allí y nos adentramos a aquel lugar tan especial.

-¿Te gusta mi escondite?- dijo Fred con sus ojos clavados en mí

-¡Siiii!.... es muy hermoso- dije fascinada por aquel lugar, su "escondite"- ¿Alguien más sabe de este lugar?

- No, es un lugar muy especial para mí, es mi secreto y espero que tu lo guardes, no me gustaría saber que alguien más sabe de este sitio

-Está bien, no se lo diré a nadie- hice una seña con mis dedos a modo de promesa

-¿Sabes?, eres con la primer chica que me siento así, me transmites confianza y paz

-¿Paz?, si tú lo dices- lo miré con cara de nada- tú me transmites todo lo contrario, se me hace que eres el típico chico que juega con las mujeres, aquel que se emborracha, fuma por demás y muy inquieto

-Lo de inquieto lo acepto, pero mujeriego y borracho no soy, no te voy a negar que fumo, pero no sé si me excedo tanto

-No lo sé, eso está por comprobarse- dije algo temerosa, sentía desconfianza- ¿Qué comeremos?

-Lo que gustes, hay de todo lo que te puedas imaginar aquí

-Tú...... ¿cocinas?

-¿Quiere un chef privado señorita?, ¡pues lo tendrá!- dijo con una mirada muy traviesa

-Entonces, mi chef privado, sorpréndame con un delicioso desayuno- me burlé de él

-Está bien, ve a la habitación de arriba y toma un baño, yo te avisaré cuando esté listo

-A la orden mi capitán- me di vuelta y subí las escaleras, todo parecía muy sencillo, pero tenía cierta intriga por saber lo que iba a pasar ese fin de semana, todo me pareció muy raro, aquel chico siempre se mostró frío y ahora, por primera vez desde que lo conozco, es "agradable".

Luego de un extenso baño, recorrí la habitación, aún sin vestirme, cuando de repente se abre la puerta y un rostro boquiabierto se asoma.

-¡¿Qué haces?!- intenté taparme lo más posible con el toallón- ¡No te quedes ahí parado!

-Lo siento, venía a avisarte que tu desayuno está listo, pero......- estaba tan nervioso que sus mejillas se tornaron rojas- pero.....

-¿Pero qué?- estaba temblando

-Em.... nada, nada- dijo sacudiendo su cabeza- necesitas ropa limpia- sacó de un cajón algo de su ropa y me la tendió- sé que te quedará algo grande, pero es mejor que pasar el resto del fin de semana en toallón ¿verdad?- estaba temblando y el también.

-Gracias- tomé la ropa y me adentré al baño nuevamente para vestirme. Su ropa si me quedaba algo grande, pero no en exceso.

Bajé las escaleras y vi una mesa repleta de comida. Jamás había visto tantos platillos en un "simple" desayuno. Me sentía la reina de Inglaterra allí.

-Su desayuno my lady- hizo una especie de reverencia hacia mi y me tomó de mi brazo de una manera muy formal, me dejó en mi asiento y se sentó enfrente mío.

-Thank you- reímos- no pensé que cocinabas tan bien, me sorprendiste, se ve delicioso- mostré una sonrisa sencilla y comencé a desayunar.

-Tengo mis truquillos señorita- me guiñó un ojo y luego comenzó a desayunar.

Después, de casi una hora desayunando, salimos a caminar por la pradera rumbo a un establo. Me fasciné al oír relinchar a un caballo y empecé a correr, al llegar, abrí la puerta y vi muchos sementales, sin embargo, solo me fijé en uno en especial, un corcel negro cuyos cabellos se agitaban como llamaradas, desesperado por salir, abrí su puerta y lo saqué. Comencé a acariciarlo y él me correspondió.

-¡Wow!...- me miró como si hubiese domado a aquel pura sangre- ese caballo a estado aquí por tres meses y no deja que nadie lo toque, ¿cómo lo has hecho?- estaba realmente asombrado

-¿Quizás lo tratas como un simple animal?- me miró como diciendo que sí con la mirada- pues, para mí no son solo animales, son seres hermosos, merecen ser amados y respetados- el se quedó boquiabierto y yo aproveché- ¿dónde están las monturas?

-¿Piensas montar esa bestia?, ¡estás loca!- observé el lugar hasta que las encontré con la vista y corrí hacia allí.

-Ve a buscar un caballo y vamos a cabalgar un rato, verás que no es una bestia si es tratado como lo merece- coloqué los arneses y la silla, y me monté en aquel hermoso y exótico ser.

Sin decir ni una sola palabra buscó un joven caballo de pelaje blanco. Comenzamos a cabalgar por un gigantesco campo verde, a su vez, hablamos infinidad de cosas.

-¿Hace cuánto tienes este lugar?- pregunté con incredulidad

-Era de mis abuelos, pero al fallecer yo heredé todo esto- me miró con dolor- en fin, cuéntame de ti, ¿quién eres realmente?

-Soy lo que ves, ¿qué quieres saber exactamente?

-¡Todo!- exclamó con curiosidad

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⏰ Last updated: Nov 06, 2018 ⏰

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