XV

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Un día después, luego de que ambas hubiesen sido revisados en el hospital y dado sus declaraciones a la policía, Lauren y Camila estaban sentadas juntas, en la sala de su casa.

Había sido un día agotador y tenían tantas cosas de que hablar, pero ninguna sabía cuál era el principio. 

- Lo siento. – Aquella disculpa, hizo que Lauren girara la cabeza. Si había alguien que no tenía que pedir perdón, esa era su esposa. – Si yo me hubiese dado cuenta de los problemas de Alexa, nada de eso habría pasado. –

Luego de que llevaran a Alexa presa, ella había tenido un ataque y la tuvieron que llevar sedada a la comisaria. 

- No tienes que disculparte de nada. Soy yo la que te tiene que pedir perdón. Fue mi culpa que nos distanciáramos, fue mi culpa que Lucy te involucrara en esto. No solo te puse en peligro a ti, sino también a nuestro bebé. - Camila iba a replicar, pero Lauren le cubrió la boca con sus dedos. – No tengo excusa para haberte sido infiel. Nada, absolutamente nada de lo que te diga, puede excusar el que yo, haya roto todas y cada una de las promesas que te hice en el altar y en los años que estuvimos juntas. Ninguna de las cosas que yo pueda hacer o decir, merece que tú me perdones... -

Camila beso sus dedos y luego le tomo las manos.  - Pero, yo ya te perdone, Lauren. – Ella le sonrió tristemente mientras le acariciaba las palmas con sus pulgares. 

- Lo sé. Sé que tú ya me perdonaste. Pero yo no. – Lauren tomó aire. Lo que iba a decirle no era nada fácil. – He pensado mucho en todo lo que paso, y la verdad es que... lo siento, Camila. Te pido que me perdones por todo el daño, dolor y lágrimas que te cause. Fui egoísta, lujuriosa y estúpida. Traté de culparte a ti y a Lucy, por mis errores. Tal vez no quieras escuchar su nombre nunca más y tienes toda la razón, pero la verdad es que no todo lo que sucedió fue culpa de ella. Es cierto que tratar de seducirme sabiendo que era casada estuvo mal, pero yo hice el resto. Deje que me sedujera, me olvide de mis promesas contigo y te fui infiel, la utilice a ella para satisfacer una necesidad egoísta y... me falle a mí misma. – Lauren observo como su esposa ladeaba la cabeza. Habían sido pocas palabras y tal vez sin sentido ni valor, pero por la expresión de su rostro, pudo darse cuenta de que ella lo había entendido. Todo lo que tenía que decir, ahora era innecesario. 

- Entiendo. Yo también he estado pensando. Y también cometí errores. No soy la persona que creía, tampoco. Cuando me entere de tu aventura, decidí que me iba a vengar de ti. En ningún momento se me ocurrió enfrentarte para que me dieras una explicación, ni nada. Solo quería verte sufrir y destrozada, como yo me sentía. – Lauren hizo una mueca de dolor. Camila acaricio su rostro suavemente, mientras hablaba. – ¿Qué clase de amor es ese? A pesar de que me dolió, jamás debí pensar o desear verte sufrir. Nunca debí hacer los planes, ni menos llevarlos a cabo, claro no fue la gran cosa ni nada de eso, pero la intención es lo que cuenta. Además, en nuestro matrimonio también cometí errores. Di por sentado que no importaba mi imagen, como me viera o me arreglara. Y estaba mal. Porque para ti, no debía ser importante, pero para mí, sí. Para sentirme cómoda conmigo misma, para sentirme bien. Además, deje todo en tus manos. Los primeros pasos para todo, cenas, citas, salidas, sexo, todo lo tenías que hacer tu y hasta que ya no fue demasiado tarde, no me di cuenta. Debimos crecer juntas, como pareja, en nuestro amor. Pero estaba tan ocupada en hacer que tú crecieras en tu trabajo, que la casa fuera como tú querías, que me olvide de mí. Ya ves, ni siquiera estoy ejerciendo en la carrera, por la cual luche y sufrí tanto para conseguir el título. Claro, tú cometiste errores, pero yo también lo hice. La culpa es de ambas. – Lauren suspiro mientras que Camila pensaba en lo último que tenía que decirle. Tal vez no fuera lo mejor, pero sabía que era lo necesario. – Si de algo me sirvió esta experiencia, es para ver que aquella promesa que me hiciste cuando me pediste matrimonio, ¿recuerdas? Amarme siempre, si es verdad. Sé que no importa que, tú me amas y lo vas a hacer toda tu vida. Justo como yo te he amado y te amaré por siempre. Pero a veces, desafortunadamente, el amor no es suficiente. – Lauren cerró los ojos. La expresión de dolor de su cara, hizo que el corazón de Camila se estrujara de pena. A ella también le dolía. Pero estaba segura de que aquello, era lo que necesitaban. 

- Creo que lo mejor, es que nos separemos.- 






Fin.

Infiel - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora