Neighbour [ Joshler ]

17. Sábado

Tyler estaba durmiendo plácidamente en el sofá, tapado con su frazada hasta la mitad de la cara. Josh se encontraba en el suelo, entre las mantas. El sueño del castaño fue interrumpido por Kelly, que estaba sacudiéndole el hombro suavemente para despertarlo.

— No, yo no fui, lo juro... —murmuró Tyler adormilado, abrió los ojos con dificultad. Al ver a su madre frunció el ceño— Buenos días...

— El desayuno está preparado en la cocina, ya debo salir... —la mujer mira a Josh que aún seguía dormido en el piso— ¿Hasta que hora se quedaron jugando?

Tyler pensó bien lo que iba a decir.

— No sé, ya, ya entendí —respondió el castaño. Kelly fue por sus cosas, tomó las llaves de su auto y salió de la casa.

El menor se sentó en el sofá estirando sus brazos hacia arriba, bostezando. Se quedó mirando a Josh por un rato y sonrió, se levantó y se arrodilló junto al teñido, tocó su mejilla varias veces con su dedo para despertarlo.

— Joshie es hora de levantarse... —dijo con suavidad. El tintado se quejó, pero despertó. Miró a Tyler por un rato.

— Buen día —murmuró con una vaga sonrisa en su rostro, refregándose los ojos.

— Mi mamá ya nos preparó el desayuno, levántate, vago —ordenó el castaño, poniéndose de pie para dirigirse luego a la cocina.

Se sentó en la mesa, su desayuno preferido estaba preparado: capuccino, tostadas, y jugo de naranja. Luego estaba el desayuno de Josh junto al suyo, café con tostadas. Apenas se sentó empezó a comer. El tintado entró a la cocina y se sentó junto al menor.

♢♢♢

Salieron afuera para ir a dar un paseo por el parque, Tyler se aseguró de cerrar bien la puerta. Empezaron a caminar, tomados de la mano. Era un día soleado, no hacía ni frío ni calor, era un clima templado y perfecto.

Al llegar al parque Tyler fue corriendo hacia los columpios que estaban desocupados.

— ¡Joshie, empújame! —ordenó el castaño, moviendo sus piernitas hacia adelante y atrás. Josh rodó los ojos y se acercó, empezó a hamacarlo suavemente— ¡Más alto!

El tintado lo empujó un poco más fuerte, haciendo que Tyler tome un poco más de altura. Lo dejó columpiándose solo y se sentó en una de las bancas que estaban cerca.
Una voz conocida se escuchó a lo lejos:

— ¡Princesa! —

Tyler al escucharlo trató de frenar el columpio arrastrando los pies en el suelo. Se detuvo y se levantó del asiento. El que había gritado era Brendon, venía abrazado del brazo de un chico de cabello castaño oscuro que combinaban con sus ojos del mismo tono.

— Hola, Tyler, tanto tiempo —saludó el chico que acompañaba al azabache.

— Hola Ryan —correspondió Tyler al saludo con una sonrisa. Ya lo conocía desde antes por Brendon.

— ¿Que haces por aquí? —preguntó el frente alta sin soltar a su novio. Tyler tensó la boca para hablar, pero fue interrumpido por Josh que se acercó al grupo.

— Hola, Brendon —

— Oh, hola Josh. Amor, él es Josh, es el... vecino de Tyler. Él es mi novio Ryan —dijo el azabache, presentando uno al otro.

— Mucho gusto, Ryan —siguió el pelirrojo amablemente.

— Igualmente —dijo Ryan.

— ¿Vinieron los dos aquí? —cuestionó el azabache mirando al dúo que tenía enfrente.

— Me estaba acompañando a comprar cuerdas para mi ukelele —respondió Tyler rápidamente.

— En los parques no venden cuerdas... —siguió Brendon.

— Estábamos de paso —interrumpió Josh.

— Oh, ya, bueno, Ryan y yo seguiremos nuestro camino. Por cierto, Ty, Gerard consiguió el número de Frank, deberías pedírselo —el azabache le guiñó el ojo y empezó a caminar tomado del brazo de Ryan— Nos vemos, chicos.

¿En serio Brendon dijo eso enfrente de Josh?

— ¿Frank? —preguntó el pelirrojo mirando al menor. Tyler tragó saliva.