Bruce Wayne.

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Titulo:  "Obscuridad"

Partes: 1 de 1

Advertencia: ninguna.

Dedicado a: TheAngelParadise

Tu ojo palpitaba constantemente. Te era difícil mirar de aquella manera, sin embargo, ahí estabas tú, detrás de la ventana observando.

La ciudad era hermosa. Las nubes se expandían sobre el cielo, dejando únicamente la tenue luz de luna que iluminaba cada lugar de ella.
Desde aquella ventana, todo parecía ir tranquilo, misterioso y Sombrío. Hacia un contraste perfecto. Al menos, había algo perfecto desde tu perspectiva.

No pudiste evitar pensar que aquello era muy parecido a tu vida. La obscuridad de las sombras, representaba el ambiente en el que habías crecido. Sangre, guerra, odio y tristeza. Tu vida se había resumido en ello. En la liga de asesinos.
Pero dentro de aquella obscuridad, siempre podía haber una luz de luna que la iluminará. Aquella esperanza había aparecido en el momento más indicado. La luz de tu padre.

Bruce Wayne había sido llamado por Thalía, tu madre, quien por azares del destino, los había puesto a ti y a tu hermano gemelo bajo el cuidado de el. De Batman.
Damián era todo lo contrario a ti. Siempre enojado con la vida, cargando sus propios demonios. Siendo un verdadero nieto del demonio.
Y estabas tú, quien odiaba la bestialidad humana. Odiabas el hecho de asesinar, la violencia. La inhumanidad.
Y siempre, debías reprimir aquellos sentimientos que te abrumaban. Para ello te habían entrenado.

La mansión Wayne se sentía tan sola. Tu padre y tu hermano habían ido a una misión. El como Batman y tu hermano cómo Robin. Un equipo perfecto.

— Deberías estar dormida, Anastasia. — escuchaste la voz de tu padre, llamandote desde el umbral de la puerta.

Sonreiste ampliamente sin que él lo notara. Diste media vuelta esforzándote por mirarlo, dado que el despacho estaba obscuro.

— Volvieron... — Susurraste, refiriéndote al pequeño viaje que habían hecho — Es bueno saberlo.

Jamás habías hecho notación de tus sentimientos. Siempre intentabas aparentar ser fuerte. De otro modo, Ras al Ghul habría estado decepcionado de ti. Sin embargo, te preocupaba el hecho de que algún día, tu padre y tu hermano jamás volvieran de alguna misión. Te asustaba su muerte.

— Ya se lo que ocurrió. — Afirmo — Alfred me lo contó. Faltaste a tu sesión con la psicóloga. ¿Puedo saber el porqué?

Sonreiste levemente. La obscuridad era tu mejor aliado en ese momento. Lo agradecias internamente.

— No tenía ganas de ir... — te encogiste de hombros — No creí que fuera tan importante..

— Lo es, Anastasia. — afirmo acercándose a ti, tus nervios aumentaron levemente, y tú por inercia, diste un paso hacia atrás. El paro en seco al notar aquella pequeña acción.

— Lo siento — miraste al otro lado — debo ver a Damián. — dijiste rápido, intentado ir al otro lado, sin embargo, el te tomo de los hombros mirándote de cerca. Te soltó de inmediato al notar la verdad

— Desde mañana entrenaras con Damián por las tardes.— dijo, cuando la luz de luna se posó sobre tu rostro, dando de lleno sobre tu ojo morado. Se miraba mal.

Frunciste el ceño, cuando dio media vuelta.

— No, no lo haré — miraste su espalda, ya que era lo único que podías mirar en ese momento.— no volveré a ello.

— Tampoco permitirás que te golpen sin razón aparente. Entrenaras para poder defenderte. — Respondió.

— Me llamaron bastarda... — dijiste en respuesta — sé que lo soy, pero... Creo que a ellos no les agrado mi respuesta.

Bruce te miro estático cuando dio media vuelta. Aquello le recordaba un poco a el.

— No eres bastarda.— afirmo. — Eres Anastasia Wayne.

— Eso no es ser un padre. Un apellido no hace la diferencia. — negaste — hasta hace un año, era Anastasia al Ghul.

Tu padre se quedó en silencio por un segundo. Tenías razón. Eso no hacia la diferencia. Y por otro lado, el no estaba siendo un buen padre.

Desde aquella vez que Thalía le había hecho conocimiento de su existencia algo dentro de Bruce se había negado a aceptarlo. El no podía ser padre. El no estaba listo, jamás había concebido siquiera esa idea. Pero ahora, tenía bajo su cuidado a unos gemelos. A sus hijos.
El no quería que ellos sufrieran lo que en un pasado le atormentaba. El sufrimiento, la ira, la sed de venganza. El quería ser distinto.

— Iré a buscar a Damián... — Continuaste al notar el momento tan incómodo que se había formado. El estaba ahí. Estático sin decir alguna palabra, sumergido en sus pensamientos.

Caminaste pasando al lado de el. Estabas a punto de llegar a la salida, sin embargo, la mano de tu padre te tomo del hombro. Paraste en seco, dando media vuelta para mirarlo.

Su mirada estaba sobre el suelo. No se atrevía a mirarte. Aquello te ponía nerviosa.

— Lo siento... — Susurro.

— Yo...

Y paso. Bruce te envolvió en sus brazos en un fuerte y reconfortante abrazo. Tu estabas ahí, sin saber que hacer. Al final, correspondiste a su abrazo. Él beso tu frente.

— En verdad lo siento Anastasia. Tu eres mi hija. Eres mi legado. — dijo sin dejar de abrazarte — y te amo... No permitiré que algo malo te pase — hizo una pausa — seré un padre....

Tu asentiste, aferrándote a su cuerpo. Era un abrazo que habías esperado por mucho tiempo. Jamás habías sentido uno. Nunca te habían abrazado, y ahora, tu padre lo hacía.

— Obedeceré.... Seré buena hija — Susurraste, reprimiendo una sonrisa.

— llamare a Alfred para que te de atención — dijo separándose de ti, refiriéndose a tu ojo — debiste decirles que tu padre es Bruce Wayne.

— no... — Sonreiste — Debí decirles que mi padre es Batman.

Una sonrisa sincera se asomó de sus labios. La primer sonrisa del vigilante obscuro.

DC Comics One Shots.Where stories live. Discover now