••HISTORIA COMPLETADA••
[LIBRO ÚNICO]
Hace aproximadamente 350 años, una vidente predijo que una humana sería el alma de un vampiro. Esa humana lograría llegar a lo más profundo, de lo que supone, era el corazón del vampiro.
Toda la maldad y odio qu...
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AIDEN:
Aparto la mirada de la página del libro que actualmente me encontraba leyendo y la dirijo hacia la mujer que se encuentra de pie junto a la cama de Emma. Recita unas palabras en latín mientras coloca su mano sobre la frente pálida y fría de Emma.
La mujer, cuyo nombre no recuerdo, y tampoco me interesa, ha venido ya seis veces en estas dos semanas que han pasado, su cuerpo se deteriora rápidamente y cuando menos te das cuenta estas marcando nuevamente el número de Josh para que contacte a la mujer.
El número de la familia de Emma está pegado en mi refrigerador como un recordatorio constante de un acontecimiento que debe, quiera o no, pasar.
- He terminado, llámeme de nuevo si me necesita. - la mujer toma sus cosas y sale de la habitación, dejándome solo con el cuerpo de Emma.
El vacío carcome mi alma igual que un animal carroñero. Mi pecho se siente pesado y me cuestiono si la existencia de Emma siempre estuvo destinada a esto.
Mi traición, y eventualmente su inminente muerte.
Dicen que si le dices algo a alguien mientras duerme, tus palabras permanecen en su subconsciente:
- Regresa a mí. –susurre. Tenía que internarlo.
Emma no está dormida.
Tú la mataste.
Voces en mi cabeza surgen haciendo mi condena aun peor, supongo que la vidente jamás pensó que haría algo tan estúpido como traicionar al ser más maravilloso que ha pisado la Tierra.
Su cuerpo recién renovado está cubierto por una manta negra. Su cabello había sido peina por Natalhya horas antes, y de hecho parecía que solo estuviera tomando una siesta.
Salgo de su habitación sin mirar atrás, cierro la puerta y me dirijo hacia mi habitación. Entrando y cerrando la puerta me encuentro físicamente solo por primera vez desde que Emma se fue.
Josh y Natalhya habían estado constantemente a mi lado intentando animarme o distraerme, jamás pudieron y eventualmente comprendieron que solo necesitaba digerir la situación y hacerme a la idea de una vida sin Emma. Tenía que darle la bienvenida al vacío y dolor que su muerte traía.
Ese día había sostenido el cuerpo de Emma todo el viaje hasta Seattle, después de dejar el cuerpo en mi departamento Josh había llamado a la mujer y ella había comenzado con la preservación el cuerpo. Diez minutos después había tomado mi auto y había vuelto al almacén en Portland, recuerdo los cuerpos tendidos en el suelo y un charco de sangre debajo de ellos.
