El grupo rió al unisono, Vi negó con la cabeza a su compañero y besó la curva de su mandíbula —. De todos modos, ¿cómo va el entrenamiento, Bella?

      —Estoy mejorando, Kate intentó ayudarme y pareció aumentar mis habilidades pero es algo de día a día—, respondió tímida la castaña.

      Violet asintió, algo entristecida porque ella no había presenciado en primera mano, pero la oportunidad de pasar tiempo con sus amigos de la infancia no podía ser pasado por alto.

      —Tómate tu tiempo, no es como si tuviéramos algo importante que hacer luego—, comentó Emmett y todos le miraron antes que hablara. Su sonrisa no dudó —. ¿Qué? ¿No puedo bromear sobre mi muerte?

      —Algo cínico, ¿no crees?—, inquirió Stone.

      —Oh, por favor—, se burló él —. Somos un par de vampiros intentando no estar muertos "muertos", ¿y yo soy el cínico?

      Edward fue el primero en romper, sus rosados labios se levantaron en una risa que lentamente se compartió con el resto a su alrededor. Violet negaba con la cabeza, riendo y parándose en la punta de sus pies para besar la mandíbula de Emmett —. Eres un tonto.

      —Un tonto enamorado—, murmuró él, doblando su cuello para besar sus labios.

      Ambos fueron bienvenidos por una horda de "boos" y la hermosa voz de Paul gritando "si van a intentar tener bebés, los bañaré con agua bendita". Ambos pararon, Violet incluso sacando su lengua y levantándose su dedo del medio hacia los lobos quienes rieron.

      — ¡Sam! Lo siento, nos tomó un poco más del tiempo que creímos el ubicar a nuestros visitantes—, alertó la calmada voz de Carlisle al resto de los Cuelln. Esme estaba a su lado y ella sonrió suavemente a todos, su rostro en forma de corazón brillando por la cantidad de amor que era expresado a su alrededor. Violet sabía que la mujer no quería nada más que paz entre las dos especias y ella estaba cumpliendo su deseo a pesar del terror que colgaba sobre sus cabezas.

      La sonrisa de Violet lentamente cayó cuando notó a la hermosa Rosalie salir del bosque, sus dorados ojos siendo cautelosos mientras la fiesta estaba en silencio. La hírbrida no podía evitar mirarla, era la rubia perfecta con pálida piel, la epítome de la feminidad, y claro que cargaba con unos ojos que podía dejar sin palabras a cualquiera. Ellas eran completamente contrarias y, aún así, de alguna forma, ambas habían hecho que el mismo hombre se enamorara de ellas en separadas ocasiones.

      Vi tensó sus hombros, sin creer que estaba dando los primeros pasos para lo que podría llegar a ser, ¿una amistad? Ella no era muy buena haciendo amistades con chicas, era una maravilla el por qué ella y Emily se llevaban bien, o incluso Alice, pero ella necesitaba hacerlo. En su mente ella no tenía nada que temer, Emmett era el amor de su vida y él le había asegurado que ella era el suyo, entonces, ¿qué importaba que Rosalie fuera hermosa? Ella era Violet Uley, la reina de los lobos y la híbrida elemental, esto no era una competencia pero tampoco debería de preocuparse si fuera una.

      La cabeza de Rosalie se encontraba en alto a pesar de su obvia disconformidad reflejada en sus ojos, estos viajaron entre la niña en los brazos de Bella, quien seguía murmurando cosas a cada vampiro y lobo, hacia Esme, quien se había mantenido a su lado. Vi tomó una pausa, tomando una profunda respiración y dando el primer paso hacia adelante, sorprendentemente no era Emmett quien la detuvo, sino que Jacob, quien colocó su mano sobre su cintura —. Vi—, advirtió lentamente, sus ojos dirigiéndose hacia la rubia y, luego, de vuelta a su mejor amiga.

      Ella rodó los ojos mientras suspiraba exasperada —. Sólo voy a saludar—, los ojos de él se entrecerraron, no creyendo palabra alguna, ella volvió a rodar los ojos y rechazó su mano —. No soy un perro, idiota, sé cómo controlarme.

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