Decaffeinated || Phan

26

—¡Phil! ¡Ya basta! — Estoy muy seguro de que su grito pudo escucharse por todo el edificio

— Te dije lo que pasaría si no me lo decías – Dije mientras mis manos se encontraban en su cuello y caderas, lugares los cual eran muy sensibles para el y hacia que ruidosas carcajadas salieran de sus labios

—¡Bien! — Una carcajada interrumpió de nuevo – Te diré, solo para de una vez

Deje que mis manos soltaran su cuerpo —¿Y bien?

—Ya no quiero decirte — su voz fue descendiendo poco a poco mientras sus ojos iban cada vez bajando más y sus mejillas se ponían de un color carmesí

Ya sabía que se sentía avergonzado sobre lo que sea que había dicho, pero tal vez podría tratar de que me lo dijera de alguna forma — Hagamos un trato, tu me dices y a cambio te doy un pequeño regalo, te parece?–

—Tal vez – hizo una pequeña pausa – ¿Y como sabré si al final me lo darás?

—Es un buen punto, ¿quisieras que primera te diera el regalo y luego me lo dijeras?–

Dan asintió

—Bien, ya vuelvo–

Me levante de la cama en la que nos encontrábamos y fui a uno de los cajones que se encontraban en mi habitación y saque una pequeña cinta de color blanco

—Ponte esto en tus ojos–

Dan decidió confiar en su novio y no hacer ninguna pregunta

—¿Puedes ver algo? – pregunté mientras pasaba mi mano frente a su rostro para comprobarlo

Dan negó

—¿Y puedes sentir algo? – Mi mano se poso sobre la suya para acariciarla un poco

Asintió varias veces

Comencé por sus mejillas, me acerqué y di un pequeño beso en cada una

—Te gustaría contarme ahora?–

Negó

Me acerqué a sus clavículas y empece a dar pequeños mordiscos, subiendo un poco por el cuello pero jamas llegando completamente a el.
Cosas sin sentido habían empezado a salir de la boca de Dan, sabía cuanto le gustaba esto pero ya tendría que parar, un trato era un trato

—¿Y que tal ahora? ¿Te sientes de ánimos de hacerlo?–

Negó una vez más

Me acerqué a su cuello y solo deje que mi respiración impactara contra la su piel, ya empezaba a notar un poco de desesperación en él, empecé a dar pequeños besos y de vez en cuando uno que otro mordisco, pude ver como su espalda se arqueaba y su respiración se aceleraba.
De pronto paré de golpe

—¿Te sientes preparado para hacerlo?–

—¿A que te refieres? — Su respiración aun seguía acelerada por lo que sus palabras se entrecortaban un poco

—No pequeño Dan, no es lo que piensas, hablo de que si estas listo para decirme–

— ¿No puedes seguir con lo que estabas haciendo y olvidarnos de eso un rato? – realmente era lo que mas quería hacer pero ya le había hablado sobre nuestro trato, no podía romperlo

—Si no hay respuesta, entonces no hay besos — Dije tratando de sonar de alguna manera con autoridad

—Daddy–

Había escuchado bien, o mi cerebro había transformado esa palabra en algo diferente —¿Perdón? – necesitaba asegurarme

—Eso fue lo que dije, daddy–

Ambos nos quedamos en un silencio que no duro mas de tres segundos

—Joder, dan– fue lo único que pude decir antes de abalanzarme a él y seguir lo que ya habíamos empezado