CAPITULO 40

1.6K 70 0
                                    

Sin saber por qué, levanté la mirada para encontrarme con sus dulces ojos color miel. Me sonrió de costado, acto seguido, me estrechó más entre sus brazos.

-No quise incomodarte. -se disculpó.

-No lo has hecho. -dije tragando saliva. - ¿James?

- ¿Sí? -preguntó acariciando mi cabello.

- ¿Tú me quieres? -pregunté. Luego me arrepentí. - No, no respondas a eso. -dije. - ¿Algún día podremos ser pareja normal? No, no, tampoco respondas a eso. -pensé antes de preguntar. James río. - ¿Crees que alguna vez puedas verme como algo más que a una niña? -pregunté. Creí estar segura de lo que acababa de preguntar, pero luego me arrepentí. - No respondas.

- ¿Por qué tan insegura? -preguntó y río.

-Soy así. -alcé los hombros y me acomodé en sus brazos.

-Si te quiero. -me sonrió. - Y creo que capaz, algún día, podremos ser una pareja normal. No te veo como a una niña. -respondió una por una. - Piensas demasiado. -añadió. - Creo que te dejo demasiado sola como para que te hagas esas preguntas. -dijo y negando con la cabeza apoyó su frente sobre la mía. - ¿Tú me quieres?

-S....Si. -titubeé. Me sonrió y dio un corto beso en mis labios. - Más que tú a mí. -añadí.

- ¿Qué sabes tú cuánto te quiero yo a ti? -dijo y me guiñó un ojo. Reí. - Es mejor cuando ríes, no cuando lloras. -dijo.

-Gracias.

- ¿Por qué? -preguntó alzando una ceja.

-Por todo. -dije e hice una mueca. - Por mantenerme, por cuidarme, por estar conmigo, por mucho, James.

-Gracias a ti. -dijo.

- ¿A mí? Lo único que hago en tu vida es fastidiar.

-Te desvaloras mucho, ______. -dijo. - Antes de que tú llegaras a casa, lo único que hacía era dar órdenes y trabajar todo el día.

- ¿En serio? -pregunté.

-En serio.

- ¿Sabes? Cuando llegué a tu casa, pensé que luego de dos años iba a poder liberarme. Ya sabes, al ser mayor, pensé que me dejarían irme donde yo quisiera.

-Estas locas. -dijo y río. - ¿Ya estas mejor? -preguntó y besó mi mejilla.

-Claro. -sonreí.

-Genial. -sonrió. - Sabes que cuando necesites hablar, cuentas conmigo. -dijo. Sonreí ante sus palabras.

-Creo que después de todo, no nos llevamos tan mal como al principio, ¿Qué dices?

-Tienes razón.-admitió mientras miraba mis labios.- Puede que algún día nos llevemos mejor que esto y todas las peleas acaben.-sonrió.- De todas maneras, -volvió su vista mis ojos.- me gusta que por lo menos, por día, tengamos un momento así como este.-dijo y su sonrisa se hizo más amplia.- Eres la persona más cercana que tengo.

-Tú también lo eres.-le dije. Besó mis labios cortamente.

- ¿Vamos a dormir? -preguntó. Sonreí y me levanté de su regazo. Le tendí la mano y la tomó para ponerse de pie. - ¿Quieres que duerma en el sofá o puedo dormir contigo? -preguntó rascándose la nuca.

-Puedes dormir en la cama, siempre y cuando te comportes. -dije y reí. Me dio media vuelta con la mano que aún sostenía la suya y así me ató a su cuerpo.

-Me gusta comportarme mal. -besó mi cuello.

-James...-lo regañé. Rió.

-Vamos, anímate. -me dijo mientras iba dejando un camino de besos en mi cuello. - No voy a hacerte daño, lo prometo.

LA BELLA Y LA BESTIA (JAMES MASLOW Y TU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora