CAPITULO 19

1.4K 79 0
                                    

Abrí mis ojos lo más que pude y volteé a ver la puerta. Él estaba ahí parado, se había quedado asombrado al verme. No iba a dejar de mirarlo y al perecer el tampoco dejaría de mirarme. Su rostro no portaba gesto alguno y el mío de seguro era un espanto. Entrelacé mis dedos intentando darme seguridad para hablar.

- ¿Dónde estabas? -dije temblorosa. Entró del todo a la habitación y cerró la puerta detrás de él.

-No tengo porque darte explicaciones.

-Si tienes por qué. -le dije. Pasó a mi lado dirigiéndose a la cama. Tenía olor a alcohol. - James. -lo llamé haciendo que volteara a verme.

-No tengo que darte explicaciones a ti. -me dijo seriamente.

-Si que tienes, y las quiero ya.

-Mira...-me tomó por las muñecas. - primero que nada, tú tienes que darme explicaciones a mí y segundo, NO TE METAS EN MI VIDA. -gritó la última frase y me soltó bruscamente. Respiré hondo intentando calmar mi miedo.

-James...-dije cuando ya no me miraba.

-No quiero que me digas cosas que ya se.

- ¿Cosas como qué?

-Y tampoco quiero que me confundas. -me dijo. Regresó su mirada a mi rostro. - Quiero que me expliques.

- ¿Estuviste tomando? -pregunté ignorando lo anterior.

- ¡Eso no viene al caso! -dijo exaltado. - ¿Y que si estuve? -dijo enojado.

-A ver James...-dije sentándome en el sillón. Me había mareado. - Hablemos como se debe, sin gritos, sin golpes, como dos personas normales. - se sentó a mi lado, pero más alejado de mi cuerpo. - ¿Dónde estabas?

-Eso no importa.

-Si importa. -dije secamente. Lo sentí reír con ironía.

-Entonces te importa. ¿Cierto? Pero no te importa calentarme y luego dejarme solo en la cama. ¿Verdad? - estaba completamente furioso y se notaba en su mirada y voz.

-No fue así.

-Espera... déjame continuar, aun no acabo. - apoyó sus codos sobre sus rodillas y se pasó las manos por el cabello alborotándolo. Volvió a sentarse derecho y me miró. - ¿Por qué lo hiciste? -me dijo. - Pensé que habíamos terminado con las venganzas.

-Y no era una venganza. -dije en mi defensa.

- ¿Entonces por qué lo hiciste? -me dijo.

-Tú empezaste. -me defendí.

-Pero tú no me detuviste. -agregó. Posó su mirada sobre mis ojos. - ¿Por qué llorabas?

-Yo te pregunté algo antes. -dije intentando no responderle.

- ¿Qué quieres que te responda? -me dijo histéricamente. - ¿Quieres saber si tome? -me gritó. Asentí temerosamente. - Si, si tomé, y puede que en este momento este algo mareado, pero soy consciente de lo que me hiciste, o mejor dicho con lo que me dejaste con ganas de hacer.

-James no hace falta que me grites.

- ¿Qué no? -dijo elevando la voz.

-Estamos en un hotel. -le grité. - No vuelvas a elevar la voz o nos sacaran a patadas de aquí. -agregué en un tono más calmo.

-No me interesa. Es más, nos vamos de aquí. -se levantó del sillón. Volteó a verme. - Levántate del maldito sillón y arma tus maletas.

-James...

-_______, tú y tus repetidos "James" todo el tiempo me están hartando. Levántate dije. -gritó. Me levanté del sillón y quedé frente a frente con él. - Ve y arma tus maletas ya. -gritó.

LA BELLA Y LA BESTIA (JAMES MASLOW Y TU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora