Direct #1 || Oh Sehun ✔

Especial 5

"Hanna, por favor, abre la puerta" escuchó detrás de ésta mientras tocaban seguidamente. "No me iré hasta que quieras hablar conmigo."

Por su parte, Hanna se encontraba tendida en la cama, llorando a pleno pulmón. Acababa de enterarse de que Sehun iba a alistarse en el servicio militar obligatorio y no estaba preparada para dejar que se fuera. Se sentía dolida, pero sobre todo enfadada con él por no haberle dicho nada.

"Hanna, si no abres la echaré abajo."

"¡Eso ni se te ocurra, pies planos!"

"Lo siento, señor Seol..." se disculpó Sehun con su suegro.

Ella estaba segura de que si no le dejaba entrar acabaría yéndose y la dejaría en paz. Y en efecto, dejó de escuchar ruido hasta que un sonido comenzó ser molesto. Segundos después vio a su padre con la taladradora en una mano y el cerrojo en la otra.

Sehun entró rápidamente y se sentó corriendo en la cama donde Hanna seguía llorando desconsoladamente. Le acarició la espalda lentamente, intentando que dejase de llorar.

"Hija mía," habló su padre "si Sehun ha decidido eso es su elección, no puedes obligarlo a que se quede."

"¡Tú eres quien lo ha presionado!" rompió otra vez a llorar. "Sehun, dile que te quedarías..."

"Hanna, yo ahora mismo te estoy fallando en muchos sentidos. Quiero asegurarme de que podamos estar juntos en un futuro, y si esta es la única manera que tengo de hacerlo, que así sea. Solo serán dos años, podremos aguantarlo..."

Entonces la chica lo miró por primera vez en el día. Sabía lo mucho que iba a echar de menos a su novio, tanto que le dolía recordarlo.

"Tienes dos opciones, o quedarte en la cama llorando hasta que me vaya, o disfrutar conmigo los días que nos quedan juntos" dijo él con una sonrisa triste. "Escucha, eres mi pequeña, mi Wonder Woman, mi gordita, mi chuculú, mi avioneta, todo lo que tú quieras, y verte así me mata, sobre todo sabiendo que acabas de salir del hospital por mi culpa."

"No fue tu culpa, tú no sabías que iban a meterme navajazos tus fans..." suspiró. "Te voy a echar tanto de menos que..."

No siguió hablando, lo abrazó como si fuera una niña pequeña y siguió llorando en su pecho un rato más mientras su padre volvía a cerrar la puerta. Después de un rato se atrevió a preguntar.

"Lo que has dicho de casarnos... ¿es cierto?" lo miró con los ojos hinchados.

"No bromearía con algo como eso" sonrió. "¿Qué te parece si nos marcamos un Sungmin y nos casamos a los treinta?"

"¿Mis treinta o tus treinta?" preguntó ella, interesada.

"Los míos, obviamente si tengo que esperar hasta los tuyos me haré viejo, eres tan solo un bebé."

Hanna le dio un fuerte golpe en el hombro, cargado de ira e impotencia porque se iba. No midió su fuerza y lo tiró de la cama. Cuando se levantó del suelo, masajeó su nariz en señal de dolor y la miró:

"Pero así de bruta te quiero."