Inevitable | Stiles Stilinski [ 1 ]

10| Corazón roto.

No sé cuánto tiempo pasamos así: yo llorando en los brazos de Stiles y el acariciándome la espalda intentando consolarme. Tal vez fueron horas, o tal vez sólo treinta minutos. No lo sé. Lo único que sé es que debo parar.

Pero no puedo.

Seguimos así un rato mas hasta que decido que Stiles ya tuvo suficiente y hago un intento por parar de llorar. Poco a poco lo voy logrando, y una vez que mi enorme llanto se convierte en pequeños hipos, me separo de Stiles.

-Gra... Gracias.-digo limpiandome la cara.-Y -suelto un pequeño hipo-, perdón por eso.-señalo su camiseta mojada por mis lágrimas.

-No es nada. ¿Tú... Tú quieres hablar de eso?-niego.-Uhmm, bueno.-se rasca la nuca.-¿Y qué quieres hacer?

-No lo sé.-digo y me encojo de hombros.

-Podemos... ¿Jugar a las cartas?-niego lentamente, trasmitiendole con la mirada que una de las últimas cosas que haré hoy será jugar a las cartas.-Entonces... Podríamos ver televisión.

-No lo sé.-digo encogiéndome de hombros y tratando de no largarme a llorar de nuevo.

-¿Te sientes bien?

-No lo sé.-repito negando. Tengo ese horrible nudo en la garganta que no sentía hace mucho y que no me permite hablar, por lo que se me hace muy complicado pronunciar una oración para Stiles.

-Creo que ya sé que podría animarte.-dice y cuando lo miro tiene un brillo en sus ojos que anteriormente había visto cuando me habló sobre Lydia.

-Sin ofender -digo haciendo un esfuerzo por hablar-, pero no creo que nada pueda animarme.

-Espera aquí.-dice y se levanta del sillón.

Desaparece por un pasillo y me permito soltar unas lágrimas y sollozos pequeños, tratando de aligerar ese nudo que se cierra sobre mi garganta.

Cuando vuelve trae consigo su laptop y papel de baño.

-Hey, no llores.-dice con voz dulce y sentándose a mi lado otra vez.-Ten.-me extiende el rollo de papel higiénico.-Me quedé sin pañuelos.-dice con una pequeña sonrisita.

-No te preocupes -digo cortando un trozo para luego pasármelo por los ojos-, así está bien. Gracias.-corto otro pedazo y trato de sonarme la nariz de la manera mas delicada posible.-¿Qué era eso que querías mostrarme?-pregunto con voz rara.

-Algo que te animará.-dice mientras enciende su computadora.

-No lo creo.

-Tu optimismo es tan contagioso.-pone los ojos en blanco y no me contengo de golpear su brazo.-¡Hey! Cuidadito, Woods, cuidadito.

-Estás al tanto de que un monstruo femenino y viejo dice esa parte, ¿no?-él gira su cabeza y me mira.

-¿Puedes dejar de arruinar mis momentos? Estoy preparándome para ser actriz.-sonrío.

-Actriz es el término femenino. Tú serias actor.

-¡Oh! Entonces no sólo te gusta arruinar mis guiones, ¿sino que también arruinas mis sueños? Me dueles, Lía.

-Cállate y muéstrame esa cosa milagrosa.-digo poniendo los ojos en blanco.

-¿Milagrosa?

-Si logra animarme, sería un milagro.

-Ten.-dice pasándome su laptop. En la pantalla de esta se ve a un Stiles Stilinski pequeño, de unos once o doce años, con una flecha sobre su cara, lo que indica que es un video.

-¿Qué es esto?

-Sólo dale play.

Le hago caso y en el video se muestra como un pequeño Stiles comienza a cantar una canción, que si no me equivoco, es de las Spice Girls y se llama Wannabe. Una sonrisa se hace presente en mi cara y se agranda a medida que el video avanza. Estallo en carcajadas cuando casi al final, alguien entra en la habitación y el pequeño Stilinski se queda petrificado.